En actitud de fe y agradecimiento a Dios, e imitando a Santa María D.Mazzarello, nosotras, Hijas de María Auxiliadora, entregamos nuestra vida al Señor, para ser signo y expresión de su amor preventivo entre las jóvenes..
Don Bosco ha querido que fuésemos «monumento vivo» de su gratitud a la Auxiliadora y nos pide que seamos su «gracias» prolongado en el tiempo
Sentimos a María presente en nuestra vida y confiamos totalmente en Ella.
Profesamos querer vivir para la gloria de Dios.
Así nos ponemos en el seguimiento de Cristo con corazón indiviso.
La profesión religiosa exige continua autotransformación.
La perseverancia en la vocación requiere una continua vigilancia evangélica.
La FMA cordial y reservada en el trato y en el lenguaje procure en toda ocasión ser presencia constructiva y que da testimonio.
Consciente de la propia debilidad humana, cultive un fuerte espíritu de abnegación.
Cada una de nosotras aprecie cuanto la comunidad le ofrece... evitando recurrir a otras personas
“Os recomiendo huir del abuso de lo superfluo” don Bosco
La Palabra de Dios inspire la oración personal y la comunitaria
Viviremos la asistencia salesiana con disponibilidad constante
Cada una de nuestras comunidades viva el espíritu misionero para una continua renovación del impulso apostólico
“Continuad amándome con la exacta observancia de vuestras Constituciones” Don Bosco
Sr. Alba Vernazza fma