En el mundo actual, ¿cuáles son las tareas de los que se llaman a sí mismos Vicencianos? La Vocación de un Vicenciano
Ser misioneros.
Aliviar las necesidades de los pobres.
Inculcar en los demás un profundo sentido de su vocación misionera.
Identificar lo prioritario de la vida, en medio de un mar de información y distracciones.
Tener un profundo amor a Dios y un profundo amor a la persona humana, que va más allá de utilizar a los demás en beneficio propio.
Hacer que los pobres se sientan siempre acogidos.
Crear un hogar para los refugiados.
Resistir y contrarrestar la indiferencia, o la ausencia de Dios en el mundo contemporáneo.
Fomentar el conocimiento de las injusticias; combatir la desensibilización.
Hacer que la dignidad y los dones de las personas, en vez de su situación económica, sean lo que los distingue.
“Buscar, más que nunca, con audacia, humildad y capacitación, las causas de la pobreza, y fomentar soluciones a corto y largo plazo; soluciones que sean concretas, adaptables y eficaces...”
Usar sus conocimientos, habilidades y recursos para investigar y combatir las causas de la pobreza, los problemas urbanos, los problemas rurales.
Ayudar a que las naciones faciliten major educación a sus niños y jóvenes.
Ayudar a que la comunidad mundial encuentre la paz y la verdadera libertad humana.
Buscar oportunidades para entrar en contacto, de primera mano, con los pobres: este contacto puede cambiar su vida, permitiéndole ver un mundo donde Cristo sufriente sigue vivo; que le anima a preguntarse: ¿Qué puedo aportar, aunque sea poco, para el futuro de la humanidad que sufre?
Estar lleno de vida, visión, esperanza y entusiasmo, y ser capaz de comunicarlo a los demás.
Crear la union entre hombres y mujeres dispares.
Romper las barreras de la division.
Erradicar las sangrantes causas de la pobreza.
Amar en plenitud la vida, y saber cómo promoverla.
Basado en una conferencia de Robert P. Maloney, C.M., en la Universidad DePaul. La Vocación de un Vicenciano