Hace dos años en el colegio Mariana Pineda los chicos y chicas de 6º fueron de excursión a un granja llamada “La Palmera “. Ellos iban con gran ilusión esperando hacer grandes actividades.
Cuando llegaron allí, lo primero que hicieron fue descargar, cenar e irse a la cama porque ya era muy tarde. Al día siguiente la actividad que les tocaba era hacer senderismo, entonces cogieron la mochila. En ella metieron agua y un pequeño bocadillo y empezaron a comenzar la senda.
En la mitad del camino un chico llamado Miguel y una chica llamada Esther, se despistaron porque iban hablando animadamente y se metieron por un camino equivocado, pero ellos no se dieron cuenta hasta que fueron a parar a una cueva. Se pusieron muy nerviosos, porque ya se estaba haciendo de noche y no sabían dónde estaban ni dónde ir.
No muy lejos de allí divisaron una cueva y allí durmieron. durmieron de tirón pues estaban agotados tras andar durante todo el día.
A la mañana siguiente, nada mas despertarse vieron algo alucinante. ¡PINTURAS RUPESTRES! NO SE LO PODíAN CREER. Se quedaron observándolas hasta que oyeron voces que decían su nombre. Salieron de la cueva y vieron a la profesora con las monitoras de la granja. Todos muy contentos escucharon atentamente lo que habían descubierto los niños y lo pudieron observar con sus propios ojos.
Al día siguiente los niños cargaron su equipaje y cogieron el autocar para volver a Getafe.
Cuando llegaron contaron lo bien que se lo habían pasado y,con gran interés,lo que habían descubierto a sus padres y estos, a su vez, se quedaron boquiabiertos y con ganas de ir a verlo. El próximo fin de semana quedaron todos para ir a admirarlo. Fue una aventura maravillosa.