LA VESTIMENTA DURANTE LA COLONIA Introducción La vestimenta femenina La tapada limeña La vestimenta masculina

INTRODUCCIÓN La colonia en América se inició con la conquis-ta europea a partir del siglo XV y con ella llegó a nuestro territorio la moda que existía en Europa. Aquí encontró una serie de prendas vestidas por los nativos peruanos que, poco a poco, fueron adaptándose o extendiendo su uso a otras partes del mundo.

CÓMO VESTÍA LA NOBLEZA Y LA CLASE ALTA MATERIALES Las telas provenían de Europa. Verano: los materiales preferidos eran las telas frescas como el nansú, la muselina, la organza, el organdí, la tartalana y los encajes.Preferían los trajes de un solo color y que estos fueran claros. Invierno: preferían las sedas adamascadas, los terciopelos, panas, brocados y telas de mayor grosor. Para esta estación. Las nobles y damas adinera- das preferían los colores oscuros como el negro, rojo burdeos, azul noche, verde oscuro.

ADORNOS Sus trajes estaban adornados según la ocasión. Si iban a una gran reunión promovida por el virrey, al teatro o una fiesta, la ropa tenía adornos de piedras, perlas, plumas finas. Para salir, ir a misa, rezos y visitas a las amistades empleaban cintas, blondas, encajes. Sobre los hombros se colocaban pañolones de seda bordados y que sujetaban con un prendedor indígena llamado tupu. Estos eran de plata profusamente adornados con perlas, rubíes, esmeraldas. ZAPATOS Los zapatos eran confeccionados a mano. Empleaban suela para darle apoyo al pie, sedas bordadas o adornadas con piedras y canutillos, hilos de oro o de plata y hebillas. Los zapatos de diario solían ser bajos; sin embargo, los de vestir tenían tacos en forma de carrete y llevaban la marca del zapatero que los confeccionaba.

Las damas de la colonia, pertenecientes a la nobleza y a la clase adinerada, a la usanza europea, cubrían su cuerpo con una camisa sumamente adornada con encajes, con mangas amplias y volados, sujeta por un corsé, que estrechaba la cintura. Sobre ella se colocaba el jubón, especie de chaleco, que llegaba con sus mangas hasta los codos, con amplio escote, y adherido al cuerpo, destacando sus líneas. Sobre este se colocaba la cotona Bajo la falda llevaban enaguas, a veces más de una o dos, con volados y puntillas en la parte inferior, que se apreciaban al levantarse la pollera o faldellín, sumamente adornada.

LA TAPADA LIMEÑA La tapada apareció casi con la fundación de Lima y extendió su ''reinado'' hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XIX, cuando desaparecería de a pocos por la fuerte influencia de la moda francesa. La saya era una especie de vestido hecho en seda muy fina, negra, castaña, azul o verde, que las cubrían de los pies a la cintura, con una hebilla o cintas en esta parte para podérsela ajustar, de modo que demostrarán todas su formas. El manto era como una toca de seda negra que se ataba en la cintura, subiendo por la espalda hasta encima de la cabeza, cubriendo el rostro enteramente, de modo que no permitía ver sino un ojo. El uso de la saya y el manto fue censurado desde sus primeros años de aparición. La primera ordenanza que prohibía el uso del manto se dio en el año 1561 por don Diego López de Zuñiga y Velasco, cuarto virrey del Perú. Muchos virreyes siguieron aplicando la misma medida, sin ningún éxito. Incluso en más de una oportunidad tuvo que intervenir la Iglesia sin éxito. Esta moda desapareció a inicios de la época republicana

LA VESTIMENTA MASCULINA DE LA NOBLEZA Y CLASE ALTA

LA VESTIMENTA MASCULINA DE LA NOBLEZA Y CLASE ALTA Los hombres también adoptaron la moda europea, a veces usando colores que mostraban su filiación política. De todos modos, aunque recargada, las prendas masculinas permitían mayor posibilidad de movimientos, ya que debían caminar y montar a caballo, por lo cual los pantalones eran generalmente anchos y el calzado eran botas. La ropa masculina propia de la usanza europea, se reservaba para grandes ocasiones: casaca y chaleco, calzón corto, medias de seda, ligas de lujo, zapatos con hebillas, bastón y espadines. La nobleza rural vestía de manera más sencilla y prontó adoptó el poncho para usarlo en sus haciendas. Esta prenda, debido a ser tan abrigadora y práctica, comenzó a ser vista en las ciudades como Arequipa, Huamanga, Cuzco, Cajamarca.

CÓMO VESTÍA EL PUEBLO Españoles, criollos y mestizos vestían de acuerdo con sus posibilidades económicas. Las clases populares usaban vestidos sencillos de preferencia de lino y cubrían su cabeza con pañoletas o mantillas, en el caso de las mujeres, y mantones sobre los hombros. Los hombres criollos usaban trajes de telas de algodón, sombreros de paño, botas de cuero. Hombres y mujeres adoptaron prendas de origen incaico como el poncho y los tupos para sujetarse los pañolones.

VESTIMENTA DEL INDÍGENA DURANTE LA COLONIA Los indios, debido a una ordenanza virreinal que les impedía hablar su lengua, vestir a su usanza, celebrar sus tradiciones, adoptaron muchas prendas de origen europeo. El indígena dejó de usar el uncu o túnica que le llegaba hasta la rodilla para cambiar por la camisa y el pantalón de bayeta. Además adoptó el sombrero para protegerse del sol y del frío; sin embargo, en la sierra continuó usando las ojotas, mientras que en la costa calzó botas cortas. Las mujeres cambiaron la túnica larga o anacu por las enaguas espan1olas que adornaban con bordados de flores y cintas de colores, como lo podemos ver hasta ahora en las zonas de la sierra central y sur del Perú El mestizaje en la vestimenta se da al emplear productos nativos (algodón, lana de alpaca) para elaborar sus prendas imponiendo los colores y adornos propias de la naturaleza peruana aunque bajo la influencia europea del momento.

LA VESTIMENTA DE LOS ESCLAVOS CIUDAD Si el esclavo estab destinado al servicio doméstico en casa de personas adineradas, su vestimenta debía reflejar el nivel económico de su señor pues esto le daba más presti-gio. Los hombres solían trabajar como cocheros, mozos de la caballerizas, guardianes. Las mujeres estaban destinadas a ser cocineras, lavanderas, amas y cuidadoras de enfermos. CAMPO Cuando el esclavo trabajaba en las haciendas costeñas, al amo no ne preocupaba cóo vestía. Generalmente, usaba un taparrabo o ropa que su dueño y parientes desechaban. Usaban elementos de la naturaleza para hacerse sombreros de palma o de coco. No acostumbraban a usar calzado.

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