Los modos del discurso. Los modos de elocución son las formas de expresión en que pueden desarrollarse los textos. Según la Retórica clásica hay tres momentos en la elaboración de un texto: La invención, el inicio del texto en el que se busca el tema o idea a desarrollar. La disposición, el planteamiento con el que se estructurará el texto, es decir, el orden ideológico. La elocución, que consiste en expresar las ideas lingüísticamente con propiedad y corrección.
Hay cinco tipos de textos según el modo del discurso: La exposición. La descripción. La argumentación. La narración. El diálogo.
La Exposición. La exposición presenta una cuestión con dos objetivos fundamentales: Dar a conocer ante un determinado público (puede ser divulgativa o específica) un tema. Hacer este tema comprensible y accesible al público al que va dirigido. Consiste, por tanto, en plantear una cuestión, tema o problema de forma clara, concisa y sencilla.
Rasgos lingüísticos: Los rasgos lingüísticos propios de los textos expositivos se derivan de su carácter formal. A nivel morfológico: Predominio de la tercera persona como marca de objetividad. Se emplea el presente de indicativo con valor atemporal, es decir, con intención de hacer las afirmaciones universales y válidas para cualquier espacio-tiempo.
A nivel sintáctico: Respecto a la modalidad oracional, la más utilizada es la enunciativa, es decir, para marcar objetividad se evitan las marcas tonacionales, lo que mantiene el mensaje en una línea enunciativa.
A nivel semántico: Se utiliza un léxico denotativo, que marca distancia y objetividad, en ocasiones representado por sustantivos de carácter abstracto. Es frecuente la presencia de tecnicismos y adjetivos especificativos, que definen exactamente el uso de un término, dándole un valor unívoco, para aportar precisión al texto. La exposición además, presenta marcadores textuales propios: Reformulación de afirmaciones, por ejemplo: dicho en otras palabras, más claramente… Uso de marcadores para garantizar la ordenación lógica del discurso, por ejemplo: además, así pues, con todo, por último, en conclusión…