DORMIR Y DUCHARSE EN UN SECADERO - I N 36m 8m Habilitar una habitación en condiciones óptimas para dormir se consigue mediante el control de estímulos físicos de su ambiente: procurar que la tª sea fresca y agradable, evitar la luz fuerte o potenciar la penumbra u oscuridad, adecuar la humedad y aislarla acústicamente. Para ello, aprovecho las grandes dimensiones del nuevo secadero (5m de altura) para adaptar, en un segundo nivel de altura, el dormitorio, que será abuhardillado y ubicado en la esquina noroeste. Elijo la zona de sobrado de la cubierta por ser la zona del secadero más oscura en tanto en cuanto no presenta celosía más que por la cara norte (que se resolverá rellenando las oquedades de material opaco) y tal altura por aislar mejor del ruido. El sistema de mansarda me permite también ventilar la humedad residual y actúa como cámara aislante, reduciendo los excesos de calor y frío que se producen en la superficie exterior. Así los 2 niveles que quedan son: 2,80m de altura el bajo y 2,20 la buhardilla. La intimidad para nuestro dormitorio la consigo no sólo con tapar los huecos de la celosía sino que también la propia llegada al dormitorio desde la planta baja sugiere intimidad: unas escaleras transitorias moldean la vista hacia el segundo nivel que queda enmarcado en esa esquina noroeste. Adosado al dormitorio un aseo, del que hablaré más adelante, por estar ligado al dormitorio para salvar la inmediatez en caso de necesidad. En el propio dormitorio, sólo una cama; sencillo, justo, necesario y suficiente para alcanzar la confortabilidad, comodidad y descanso óptimos que demanda la tarea de DORMIR. Para empezar DUCHA = BAÑO. En un principio sólo hice aseo en la planta baja, pero necesitaba una correlación de espacios más estrecha de éste con el dormitorio, para cubrir, como he dicho antes, esa necesidad de inmediatez. Por esta razón y por solucionar mejor los 5m de altura del secadero he habilitado justo encima otro aseo, pero la diferencia estará en la dualidad ducha- baño. El contiguo al dormitorio será baño, porque este está más asociado a la relajación, confortabilidad, sosiego … incluso al sueño porque al bañarnos entramos en un estado de paz, quietud y serenidad que nos adormece. Además, en cuanto a la luminosidad, el muro del baño tiene un número de celosía muy restringido, con lo cual se convierte en un aseo para el que hacer uso más en horario nocturno. Elena García Casanova – Proyectos I, Grupo D

DORMIR Y DUCHARSE EN UN SECADERO - II A B A B En cuanto al aseo de abajo, este sí será de ducha, pues lo relaciono más con la dinámica del día, el despertar, el despejarse … y consta de un alto y ancho muro de celosías que le confiere una luminosidad arrolladora y singular lo que le hace ser a este aseo más apto para el uso diario. Los huecos en del enladrillado para este aseo estarán rellenos de cristal traslúcido de colores vivos que dotarán el espacio de calidez a la par que controlarán la tª y humedad interiores. En el espacio que me queda bajo el dormitorio, esto es, la esquina de la izquierda contigua al aseo de abajo, colocaré una sauna, acomodando la habitación a las necesidades que requiere una sauna. Si volvemos a las escaleras que salvan el desnivel, éstas se han levantado en base a una tarima de 4x4m y 1,40m de altura para crear un espacio continuo y dotar de suavidad tal desnivel … pero también con el fin de ser utilizado en actividades donde la luz sea indispensable, puesto que funciona, al estar sobreelevado, como “caja de luz” o, simplemente, nos permite sentir en un solo espacio la cercanía de la propia naturaleza del secadero. Elena García Casanova – Proyectos I, Grupo D