Apuntes para una comprensión

“ Quien mira hacia fuera, sueña; Quien mira hacia adentro, despierta”.

El mito es lo que caracteriza al hombre psíquico. El método de la Imaginación activa es el principal método para acceder a los elementos del inconsciente, que se hayan por debajo del umbral de la conciencia, y que una vez intensificados, serían los primeros en irrumpir en ella: C. G. Jung, O.C. vol.8 la dinámica de lo inconsciente. Cap.2 la F.T. apéndices. El sentido y el valor de estas fantasías no se revelan hasta que están integradas en el conjunto de la personalidad, es decir, hasta que uno no afronta su verdadero sentido y se enfrenta a ellas moralmente. La “Función trascendente psicológica” deriva de la unión de los contenidos conscientes e inconscientes. C. G. Jung, O.C. vol.8 la dinámica de lo inconsciente. Cap.2 la F.T. 131.

Lo inconsciente se comporta respecto a la consciencia de manera compensatoria o complementaria. Y al revés, la consciencia se comporta de manera complementaria respecto a lo inconsciente:  Ya que los contenidos del inconsciente tienen un valor de umbral, de tal forma que los elementos más débiles se quedan en lo inconsciente.  Las funciones direccionales de la consciencia ejercen una inhibición sobre cualquier material incompatible (la censura que llama Freud)Este material queda a merced de lo inconsciente.  La consciencia constituye el proceso de adaptación momentánea, y lo IC abarca todo el material olvidado del pasado individual, así como las huellas de las funciones estructurales dejadas por el espíritu humano en general.  Lo inconsciente abarca todas las combinaciones de las fantasías que todavía no se han vuelto supraliminares y que en el paso del tiempo, con las condiciones adecuadas, saldrán a la luz de la conciencia.

La unilateralidad de la consciencia es una ventaja y un inconveniente a la vez. Ya que el proceso (psíquico)precisa ser dirigido en una dirección. Así es en nuestra vida civilizada. Pero trae el riesgo de su excesiva separación de lo inconsciente. Cuanto mas se separe uno de lo inconsciente, mayor es la contraposición generada, que si se libera acarreará problemas. La vida del inconsciente es imparable y se seguirá expresando a lo largo de la vida siempre.

Es imprescindible reconocer y aceptar la regulación inconsciente, tan necesaria para la salud física y mental. Hay que valerse de la auto observación y autocrítica, pero son herramientas insuficientes. La primera fuente de información de lo inconsciente nos lo dan las fantasías. Tanto de formación espontanea como estimuladas con un artificio. Cuando no hay artificio, es la energía del trastorno afectivo la que nos aporta esa información, y ese es el punto de partida del procedimiento. Hay que dejar volar la imaginación de la forma más libre posible, aunque sin que se salga del ámbito de su objeto: el afecto. No tiene sentido hacer asociaciones hasta el infinito.

El procedimiento tiene en cuenta la expresión a través de la turbación del estado de ánimo. Ya que esta no tiene su origen en la conciencia, sino que es una inoportuna interferencia del inconsciente, entonces lo que aparece es una imagen de los contenidos y tendencias de lo inconsciente incluidos in globo en la turbación. Esto permite una ilustración y comprensión del afecto y hace que este se aproxime a la conciencia.

A partir de ahí, el afecto que estaba inconexo, es una idea más o menos clara y articulada, gracias a la colaboración de la consciencia. Esto es el inicio de la función trascendente, es decir, la colaboración entre los datos inconscientes y los conscientes. También se puede acceder al dato afectivo además de intelectualmente a través de medios gráficos. Con la imagen. No es necesaria la técnica, sino dejar volar la imaginación. Aquí se crea también un producto de influencia inconsciente y consciente que encarna el esfuerzo del inconsciente por salir a la luz y, simultáneamente la aspiración de la consciencia a la substancia.

Para ello es necesario una introversión de la líbido. Ayudada por condiciones externas de ayuda, tranquilidad, noche, etc. La atención crítica eliminada, buscar una imagen interna; que debe ser examinada minuciosamente y fijada por escrito. Si se tiene habilidad audio-lingüística, se oyen palabras en el interior. La “otra voz”. Otras pueden actuar con sus manos, expresando contenidos del inconsciente. Otros con manifestaciones a través del movimiento, por ejemplo el baile. Aunque estos no se pueden fijar por escrito. Deben compensarse dibujando. Utilizar este material es lo complejo, pues se obtiene una sola reacción al confrontar este material inconsciente con la consciencia.

Existen dos tendencias: una, orientada a la creación. Si pesa el principio creativo, los materiales obtenidos van a la creación artística, se aferra más al aspecto formal. Y la otra a la comprensión. Se mantiene una relación muy estrecha con el significado del producto del inconsciente, se intenta atrapar el sentido al vuelo, a través de las alusiones del material.

Una vía es el principio regulador de la otra, en ambas la conciencia presta sus medios de expresión al contenido inconsciente; para que así esos contenidos no se desvíen más allá de la consciencia. Los contenidos inconscientes son demasiado débiles en sí para atravesar el umbral de la consciencia, o son incompatibles y quedan excluidos por múltiples razones. La mayor parte de las veces son contenidos irracionales. Sólo muy pocas veces los contenidos tienen un valor inusual desde el punto de vista colectivo o desde el subjetivo.

Los contenidos que colectivamente carecen de valor pueden ser de gran valor desde una perspectiva individual. Este hecho se manifiesta a través de la acentuación afectiva, independientemente de si esta es percibida por el sujeto como algo positivo o negativo. Si los contenidos inconscientes se expresan con claridad, solo a través de la creación, y sólo juzgados después que se han comprendido sus enunciados.

Es necesario crear una relación entre el Yo y lo Inconsciente. Esta es la aproximación de los opuestos. El yo individual no se define aquí, es el centro de la continuidad de la consciencia, pero que debe su existencia a sucesos principalmente inconscientes y que se opone al yo y a su tendencia. El yo ha de perseverar en su equivalencia frente a lo inconsciente y viceversa. La consciencia ejerce una función restrictiva con el inconsciente; el inconsciente puede producir un efecto peligroso sobre el yo.

El yo anula lo inconsciente de forma severa, drástica. Pero el inconsciente liberado puede arrinconar al yo y sobreponerse a él. Es el peligro de que “el yo pierda la serenidad”, que no pueda defender su existencia frente a los embates de los factores afectivos, esto se da al principio de la esquizofrenia. Pero este peligro no existe si se puede hacer desaparecer la dinámica de los afectos, que es lo que se hace con la estetización e intelectualización de la posición contraria. Pero la relación con lo inconsciente ha de abarcar todos los aspectos, pues la F.T. es un proceso global en el que están incluidos los afectos, utilizados en todo su valor. Aunque la estetización e intelectualización son armas magníficas contra los efectos amenazadores.

La personalidad puede ser contemplada como un todo. En esta relación no solo se legitima el punto de vista del yo, sino que también se le otorga al inconsciente su autoridad correspondiente. Aunque el que dirige la relación es el yo, también se le concede la palabra a lo inconsciente: “audiatur et altera pars”. La capacidad para el dialogo interior es un baremo para medir la objetividad exterior. Es el yo el que debe tomar la iniciativa y preguntarse: ¿Qué influencia ejerce este signo sobre mí?

La Función Trascendente se revela como un atributo de los opuestos que se han aproximado entre si. La fluctuación de argumentos y afectos es lo que constituye La Función Trascendente de los opuestos. Los opuestos en cada caso individual, es siempre una consciencia desorientada y aferrada a la unilateralidad, enfrentada a la imagen de la total libertad instintiva. La contemplación del antropoide y del hombre arcaico por un lado, con su mundo instintivo supuestamente desinhibido, y por otra su mundo ideológico ignorado en muchos aspectos, nos saca de la oscuridad compensando y corrigiendo nuestra unilateralidad.

Esto nos muestra como y donde nos hemos alejado del modelo deformándonos psíquicamente. La relación con el opuesto tiene un carácter global, nada queda excluido. La consciencia es permanentemente amplificada por la contraposición de los contenidos hasta entonces inconscientes; es decir podría ser ampliada si quisiera esforzarse por su integración. Los mitologemas existen aunque sus enunciados no coincidan con nuestra inconmensurable noción de “verdad”. C.G. Jung

Textos: C.G. Jung. Adaptación y selección José López. Imágenes: archivo particular y cesión de M. Vandendorpe. Valencia, enero del 2008.