Louise una gran jineta Peguy Alison

¿Quién es? ¿Qué hace? ¡Hola! ¿Qué tal están ustedes?¡Hola! ¿Qué tal están ustedes? Hoy quiero presentarles a Louise. Es una antigua amiga que con el tiempo se ha vuelto muy golfa.Hoy quiero presentarles a Louise. Es una antigua amiga que con el tiempo se ha vuelto muy golfa. Su desvergüenza es tal que, con tal de vivir a lo grande, no le ha importado convertirse, primero, en una prostituta y, luego, en una stripper de uno los showgirl más conocidos de la ciudad.Su desvergüenza es tal que, con tal de vivir a lo grande, no le ha importado convertirse, primero, en una prostituta y, luego, en una stripper de uno los showgirl más conocidos de la ciudad.

Y aquí la tienen. Ya arreglada para su nuevo amo, don Juan, al cual no le ha importado entregarse para convertirse con ello en una más de su “cuadra de hembras”, que es como él llama a las tías del club del que es propietario y que tiene enorme éxito actualmente.

Hoy don Juan quiere que pruebe algo nuevo...

…por eso se desnuda ante él y otros señores.

El striptease debe ser muy erótico para que dejar a todos satisfechos. Si así no fuera, “su amo” la castigaría y, luego, la traspasaría a uno de los muchos clubs de fulanas sin clase que existen en la ciudad. Y eso sería horrible, pues no quiere ser una puta callejera.

El aparato, como les he dicho, lo probará ante los invitados de don Juan. Se trata de clientes muy selectos que no aceptarán de ella cualquier cosa porque pagan muy bien. Entre ellos ha reconocido a un tío suyo que “la quiere mucho” desde que era niña.

Antes de usarlo debe prepararse bien, pues de no hacerlo podría lastimarse con él su almejita. ¿De qué se tratará? Por la ilusión que pone en lamerse los pezones de las tetas y en masturbarse su rajita debe ser pero que muy agradable y para todos.

Sin embargo, pese haber puesto en ello todo su empeño, su tío ha considerado que podía hacerlo mucho mejor y le ha exigido más. Por lo que, ya desnuda, ha tenido que seguir masturbándose, ahora con miedo a que su flujo vaginal le manchase el sofá.

Abierta de piernas parece que le gusta más.

En cualquier caso todo hecho con sumo tacto

¡Ahí va, si es una silla de montar jinetas! “No me joda don Juan”, le dice ella. “Claro”. Le contesta él, añadiendo. “Con ella quiero verte jodida, ¿entiendes?” Y es que el pincho servirá de erecto pene con el que ella tendrá que verse follada hasta el fondo.

Y Louise comienza a montar su original cabalgadura, cuando se introduce esa dura polla en su coño. Aunque al principio ha sentido una punzada de dolor al ser tan rígida, gracias al flujo que tiene por la insistencia de su tío, se la ha podido meter más cómoda.

Pero le duele, por eso y para empezar a sentir el placer de verse jodida otra vez decide activar la vibración. Mientras, los comentarios y las risas de los presentes suben de tono a medida que la ven cómo disfruta cada vez más en medio del dolor.

“A las nenas como tú les gusta ir montadas en caballitos, como en las ferias”, afirma su tío sin poder contenerse la risa mientras la mira con un ardiente deseo de hacerla suya. Otro señor es más grosero cuando le dice: “Todas las tías sois unas putas”.

Louise, aunque sea una golfa, también tiene sentimientos y no está dispuesta a dejarse ofender y le espeta: “¡Seremos putas pero entre ustedes hay mucho cabrón! ¿Vale?”. Don Juan reacciona de inmediato y le da un bofetón mientras pide disculpas.

Ella, tras reconocer su error, pide perdón y para compensar a los asistentes se masturba con la silla, con movimientos tan compulsivos que hacen ponerse aún más calientes a los señores presentes. Don Juan, satisfecho, no le vuelve a pegar y les comenta:…

…“Ven como un buen bofetón hace maravillas en mis hembras. Es la prueba más clara de qué es lo que hay que hacer para tener a las tías a raya”. Entretanto ella gime como una posesa: “Dios, benditos sean ustedes por permitir que goce tanto…”

“… Pídanme lo que quieran, ¡Ah! Se lo merecen todo. ¡Ah”. Su tío no se lo piensa dos veces y le pide joderla más tarde a lo que ella accede y quedan para luego. Mientras, ¿no les parece que han pasado una tarde fabulosa? ¿O no?

Está claro que Louise no lo ha pasado mal.

¡Naturalmente! No podía ser de otra manera, pues don Juan sabe muy bien cómo tratar a sus tías. Hace mucho tiempo que descubrió que hay hembras que necesitan de un buen macho para llegar a ser completamente felices. Para sentir que son mujeres, cosa que ocurre en ellas cuando, tras entregarse, son penetradas por el hombre que las quiere. Pero siempre ha tenido sumo cuidado de actuar así con tías que, sin violencia, se le han entregado y ya estaban maduras para ser suyas. No a la pedofilia o a la violencia de género.FIN

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