6º Mandamiento La sexualidad en visión humano cristiana
“Dios creó al hombre a imagen suya…, hombre y mujer los creó” Gen 1, 27 La sexualidad es invento y hechura de Dios Creador. El administrador en el ejercicio de la sexualidad es el hombre y la mujer.
Las diferencias y complementariedad física, espiritual y sexual entre el hombre y la mujer están orientadas a los fines del matrimonio y al desarrollo de la vida familiar.
Sublimación. En la sublimación se cambia el objetivo propio de la sexualidad por otro que es impropio de esta. Ej.: el deseo innato en el hombre y la mujer de formar una familia, lo cambia por entregar todas sus fuerzas a ejercer alguna actividad como la caridad y la ayuda social a otra familia más extensa como es la familia de las misiones…, etc.
“Muchos viven, según os dije tantas veces y ahora os lo repito con lágrimas, como enemigos de la cruz de Cristo, cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en sus vergüenzas, pues no piensan más que en los goces y bienes de la tierra”. Fp 3,
El lograr, con la ayuda de la gracia de Dios, el dominio de las pasiones para obtener la pureza y la castidad, requiere un esfuerzo continuo, que llena de racionalidad y virtud la lucha por encauzar el apetito sexual a los propios fines, según la recta razón y según el evangelio. Tentación a José por la esposa de su amo Putifar
La espiritualidad de la Iglesia propone medios ascéticos para llegar a conseguir las difíciles virtudes de la castidad y la pureza: la oración, la huida de los peligros, los sacramentos…
¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado a un precio. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo! 1 Co 6, DIOS