“Borges y Yo” Jorge Luis Borges
Los temas de la obra de borges son recurrentes: carácter ilusorio de la realidad, revelación, orden y caos, anverso y reverso, laberinto, mundo como sueño de Alguien, violencia, coraje, venganza que apuntan a un conflicto vital profundo. Género: Cuento fantástico Movimiento: realismo mágico
Tema: La dualidad del ser / La creación literaria. La construcción de la realidad, la introspección, la imagen pública y la privada.
Análisis: Texto muy simbólico. Borges tiene un conflicto de su identidad, para esto utiliza palabras como "Borges" y también "yo" para crear una distinción entre las dos personas. El cuento es una reflexión de su vida un intento por explotar la diferencia entre Borges, como una figura pública, y "yo," una persona privada y personal. Borges no sabe quien es en realidad, el desdoblamiento del ser.
El autor se describe a si mismo El autor se describe a si mismo. Se revela como dos personajes diferentes. "Borges" se describe en la obra como la figura a quien el mundo conoce( el escritor), mientras el "Yo" es un ser desconocido que mira a Borges desde una perspectiva ajena a pesar de compartir el mismo cuerpo. Estos dos seres, aunque diferentes en su perspectiva y función dentro del ser de Jorge Luis, representan dos lados en conflictos de la misma persona y se pueden interpretar de varias formas.
El “Yo” es su verdadero ser, el de "demorar mecánicamente" en las calles de Buenos Aires mientras el Borges real mira a un zaguán o la puerta cancel. Es al otro al que le ocurren las cosas. Su verdadero “Yo” se reconoce más en "el rasgueo de una guitarra" que en muchas obras de Borges porque, según esta interpretación, las obras de Borges se pueden ver mientras el rasgueo es algo que se produce y después desaparece. La confirmación de la realidad del Borges contra el “Yo” se confirma al ver que Borges
parece tener una pasión (que el “Yo” describe como "vanidoso" y "atributos de un actor") que corresponde al tener un cuerpo, mientras el “Yo” sobrevive en "instantes“. El “Yo” describe a su vida como una "fuga", que se puede interpretar de la forma que el "yo" siempre parece estar huyendo de Borges. Se establece una diferencia entre el hombre íntimo y el poeta. En el cuento , el narrador hace una reflexión sobre los aspectos contradictorios de su propia personalidad e identidad, así se queja de su
compleja relación con el personaje Borges y él mismo. Borges aparece en el texto como la figura pública , el que se deja ver , el reconocido.El ser interior del narrador es el que quiere buscar una salida y es el que a la vez habla de Borges como si fuese un fenómeno que se apodera de él , a quien le entrega todo para que Borges pudiese escribir como lo hacía, tiene una clara visión de él mismo como si se estuviese mirando en un espejo.
El narrador habla de Borges , dice que es un personaje y a sí mismo se reconoce más en el otro ,ya que no se ve reflejado en sus cuentos. Hay un desdoblamiento entre el escritor, Borges, y el narrador pero los dos son uno. Hace dos veces referencia a la pérdida , en una parte dice:"Estoy destinado a perderme y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro" y en la última parte dice :"Así es mi vida, una fuga y todo lo que pierdo es del olvido o del otro". También expresa que "lo bueno ya no es nadie“ .El narrador se da cuenta de que.
en el momento en que el Borges privado escribe, se convierte inevitablemente en ese otro que es el personaje escritor al punto de no diferenciar quién es el que escribe la narración. Existe una dicotomia entre la figura pública y la privada. El Borges público pertenece “al lenguaje o a la tradición”. Existe una relación entre el escritor y la cultura. El “yo” deja de ser privado para convertirse en figura pública a través de su arte. Esa figura pública es la que llama “el otro”.
El cuento dentro de otro cuento donde se mezclan fantasía y realidad. La idea del doble parte del hecho de que hay una cantidad limitada de personas, posiblidades, ideas y acciones; es por esto que todo se repite indefinidamente. El Borges “yo” detalla su destino, su comportamiento y sus idiosincrasias, siempre en contraste con el comportamiento y las idiosincrasias del «otro», del «Borges» público.
la imagen pública del escritor Borges refleja apenas su realidad interior. Los dos funcionan como las dos caras de una misma moneda, ya que hay una relación de continuidad de uno en otro: es la propia sensibilidad del narrador quien hace nacer al escritor, y es el escritor y su obra quienes, constituyéndose como artefactos independientes y distanciados, realimentan la sensibilidad del narrador («yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica»).
Desdoblamiento establecido entre esa voz y Borges, el personaje público, y la tensión resultante («Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil»). La voz que nos habla es fidedigna, refiere una familiaridad profundamente humana, («Yo camino […], me demoro») y preferencias («Me gustan los relojes de arena, los mapas…»), pero también por pérdidas («Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro»), renuncias («poco a poco voy cediéndole todo»)
y angustia existencial («yo estoy destinado a perderme»). La voz narrativa es incapaz de reconocerse independiente de Borges. («Yo he de quedar en Borges, no en mí»).