FALTA DE TEMOR DE DIOS “Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres” (2 Cor. 5:11). 2Co 5:11 ¶ Por tanto, conociendo el temor del Señor, persuadimos a los hombres, pero a Dios somos manifiestos, y espero que también seamos manifiestos en vuestras conciencias.

INTRODUCCIÓN Uno de los grandes obstáculos a vencer, para superar el problema del pecado, es la falta de temor de Dios. Este pecado es una raíz de mucho mal: “No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Rom. 3:18). Si el temor de Dios nos lleva a la obediencia a él, entonces, se deduce que la falta de temor de Dios nos llevará a la desobediencia y rebeldía (Ecles. 12:13; Hech. 10:34-35). Rom 3:18 NO HAY TEMOR DE DIOS DELANTE DE SUS OJOS. Ecl 12:13 ¶ La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto concierne a toda persona. Hch 10:34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: ¶ Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas, Hch 10:35 sino que en toda nación el que le teme1 y hace lo justo2, le es acepto3.

Temor de Dios “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gen. 1:1). “Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay” (Hech. 14:15) “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas” (Hech. 17:24). La grandeza y poder de Dios en la creación, impone respeto a la vez que nos da buenos motivos para temerle. Hch 14:15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de igual naturaleza que vosotros, y os anunciamos el evangelio para que os volváis de estas cosas vanas1 a un Dios vivo, QUE HIZO EL CIELO, LA TIERRA, EL MAR, Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY; Hch 17:24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres,

¿Qué puede hacer Dios? “Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed ” (Luc. 12:4-5). Quitar la vida es algo que los hombres nos pueden hacer. Pero, después, Dios tiene poder de hacer algo más, algo diferente. El infierno no es la muerte física. El infierno no es la tumba. El infierno es algo que debemos temer después de la muerte física. Solamente el cuerpo muere cuando nos matan. Los hombres no pueden tocar el alma, nuestra persona interior. Luc 12:4 Y yo os digo, amigos míos: no temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no tienen más nada que puedan hacer. Luc 12:5 Pero yo os mostraré a quién debéis temer: temed al que, después de matar, tiene poder para arrojar al infierno1; sí, os digo: a éste, ¡temed!

Lecciones sobre el Temor de Dios Miedo de sufrir bajo la ira de Dios, y el respeto reverencial para mantenernos en obediencia (Heb. 10:28-31; 12:28; Sal. 2:11; 19:9). El temeroso de Dios, se prepara para el “juicio venidero” (Ecles. 12:13-14; 2 Cor. 5:10). El temeroso reconoce que está descubierto (Heb. 4:13; 1 Cor. 4:5). Lo que debe aprender la humanidad (Prov. 1:7; 8:13; 14:27; 19:23) Lo que no debe temer el pueblo de Dios (Mat. 6:31- 34; Heb. 13:6; 1 Ped. 3:14). Heb 10:28 Cualquiera que viola la ley de Moisés muere sin misericordia por el testimonio de dos o tres testigos. Heb 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia? Heb 10:30 Pues conocemos al que dijo: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE. Y otra vez: EL SEÑOR JUZGARA A SU PUEBLO. Heb 10:31 ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo! Heb 12:28 Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible, demostremos1 gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia; Sal 2:11 Adorad1 al SEÑOR con reverencia2, y alegraos con temblor. Sal 19:9 El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos; Ecl 12:13 ¶ La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto concierne a toda persona. Ecl 12:14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, junto con todo lo oculto, sea bueno o sea malo. 2Co 5:10 Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo1, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo. Heb 4:13 Y no hay cosa creada oculta a su vista1, sino que todas las cosas están al descubierto2 y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 1Co 4:5 Por tanto, no juzguéis antes de tiempo1, sino esperad hasta que el Señor venga, el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de parte de Dios. Pro 1:7 ¶ El temor1 del SEÑOR es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. Pro 8:13 El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco. Pro 14:27 El temor1 del SEÑOR es fuente de vida, para evadir los lazos de la muerte. Pro 19:23 El temor1 del SEÑOR conduce a la vida, para dormir satisfecho sin ser tocado2 por el mal. Mat 6:31 Por tanto, no os preocupéis, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?” Mat 6:32 Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis todas estas cosas. Mat 6:33 Pero buscad1 primero su2 reino3 y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas4. Mat 6:34 Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará1 de sí mismo. Bástele a cada2 día sus propios problemas. Heb 13:6 de manera que decimos confiadamente: EL SEÑOR ES EL QUE ME AYUDA; NO TEMERE. ¿QUE PODRA HACERME EL HOMBRE? 1Pe 3:14 Pero aun si sufrís por causa de la justicia, dichosos sois. Y NO OS AMEDRENTEIS POR TEMOR A ELLOS1 NI OS TURBEIS,

CONCLUSIÓN Los que no temen a Dios no le obedecerán. Si quieres vencer el poder del pecado, debes desarrollar aquel temor correcto, reverencial y santo. Un respeto por lo que Dios es y el terror de lo que puede hacer. Sabiendo que vas a estar delante de él en el juicio final, prepárate para esa reunión. ¿Has obedecido el evangelio que te libra de la ira venidera?