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Publicada porAna Alvarado Lara Modificado hace 8 años
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EXPOSICIÓN En la tarde de aquel día, el primero de la semana, y estando los discípulos con las puertas cerradas por miedo a los judíos, llegó Jesús, se puso en medio y les dijo: «¡La paz esté con vosotros!». Y les enseñó las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Él repitió: «¡La paz esté con vosotros! Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros». Después sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retengáis, les serán retenidos». Juan 20, 19-23
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Análisis La fiesta de Pentecostés que celebramos es muy importante para todos los cristianos. Jesús se aparece de nuevo a los discípulos y sucede algo que cambio para siempre sus vidas: recibieron el Espíritu Santo. Seguro que hay gente que piensa que recibir el Espíritu Santo no supone nada, porque ni se puede ver ni se puede tocar. A veces nos cuesta mucho creer lo que no vemos por nosotros mismos. Pero sin duda alguna el Espíritu Santo fue recibido por aquellos discípulos que se encontraban ocultos a los demás porque tenían miedo. A partir de entonces comenzaron a hablarles a todos de Dios, de Jesús y de su Espíritu. Empezaron a hacer muchas cosas por los demás. Arriesgaron su vida por anunciar a Jesús y muchos de ellos la perdieron. Murieron porque eligieron ser fieles a Dios antes que tener que permanecer en silencio y ocultar su fe. Este cambio en sus vidas no se puede explicar sin el Espíritu Santo. Los discípulos se hicieron mayores de edad en la fe, y pasaron a ser apóstoles. Ya no sólo seguían a Jesús, sino que, al igual que Jesús, fueron ellos por el mundo anunciando al Señor. Como les dice Jesús: Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros. Y eso es lo que quiere Jesús de nosotros. Que pasemos de estar encerrados en nuestras cosas para salir a anunciar a Jesús a todas las personas.
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INTERIORIZACIÓN Escribe una situación en la que hayas sentido que una persona ha hecho algo porque es cristiana. ¿En qué has notado que es creyente? ¿Qué crees que hace el Espíritu Santo en esa persona? Escribe un compromiso que permita que los demás vean en ti que eres creyente.
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EXPRESIÓN Y COMPROMISO Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndido; luz que penetra en las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alama, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
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INTERIORIZACIÓN
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