Las manchas solares son zonas del sol que poseen un tamaño tan grande como el diámetro de la tierra, que brillan con menor intensidad debido a que su temperatura es menor a la del resto de la fotosfera.
De las manchas solares salen campos magnéticos muy intensos conocidos como tormentas magnéticas que emiten protones con gran intensidad.
Las manchas solares y las tormentas magnéticas generan perturbaciones en el campo magnético terrestre lo que altera la naturaleza, el clima, entre otros fenómenos naturales. Estos también poseen influencia en las distintas señales de radio y pueden provocar la disfuncionalidad de diversos aparatos electrónicos por la distorsión magnética.
La tormenta solar de 1859 fue la más potente registrada en la historia. A partir del 28 de agosto, se observaron auroras que llegaban del sur hasta el Caribe. El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, y provocó el fallo de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte.
En la página de la NASA, se encuentran datos tomados a diario desde el satélite SOHO EIT 284. Así se monitorean la actividad del sol.
El punto donde, a distancia de la tierra, un satélite experimenta igual fuerza gravitacional hacia el sol y hacia la tierra, se llama punto de LaGrange L1.