ESPIRITUALIDAD DEL EDUCADOR AMIGONIANO
EDUCADOR AMIGONIANO: Es aquel que se siente invitado por el Señor a iluminar su vida y su misión desde la fe al estilo del Carisma Amigoniano, regalo del Espíritu para el enriquecimiento de su Iglesia. La vivencia de ese carisma le configura con un característico talante o modo específico de ser y hacer, que le distingue e identifica, a la vez que le confiere el sello de identidad.
CREYENTE Evangelizando: iniciado en la fe y en el Carisma Amigoniano Evangélico: ha asumido la fe y el carisma y en ellos fundamenta su vida Evangelizador: comunica a los demás su experiencia de fe y la vivencia del carisma.
MISERICORDIOSO Aceptación personal y pacificado Aceptación de los otros, tolerancia, perdón. Trato personalizado. Amor incondicional. Capa, capacidad de entrega. Preferencia por los más necesitados, niños y jóvenes con problemas.
FRATERNO Cultivo de las relaciones interpersonales. Acogida fraterna y solidaridad con los demás. Animador y dinamizador. Conciencia de comunidad educativa. Corresponsabilidad. Trabajo en equipo. Construye fraternidad. Familia Amigoniana: Laicos y Religiosos
MENOR Imagen positiva de sí . Sencillez, simplicidad, alegría. Servicio, desprendimiento.
FORTALEZA Fuerza de voluntad, carácter firme. Enfrentarse con las estructuras injustas que marginan. Formación continua.
ESPERANZA – PROFECÍA Confianza en la posibilidad de cambio de la persona. Presencia cercana, orientadora, estimulante, confortante. Estar atento a los signos de los tiempos. Coherencia de vida. Fidelidad a los propios principios.