PRÓLOGO Las Investigaciones filosóficas de Ludwig Wittgenstein sobre el juego, hechas hacia 1953, pueden ser fácilmente extrapoladas al fenómeno del arte. Su naturaleza es demasiado diversa para admitir unificación que satisfaga una definición. Se puede afirmar que es subjetivo; una forma de expresión, de creatividad; que está en constante cambio; que nos completa como seres humanos. La veracidad de estas afirmaciones es innegable, como lo es su insuficiencia. Me permito agregar una más a la lista, en mi opinión el arte es el punto de partida de los logros humanos. Quizás Elbert Hubbard estaba en lo correcto al afirmar que el arte no es una cosa, sino una forma. Con esta entrega Emilio parece confirmarlo. Conocido como músico, se nos presenta esta vez en una versión distinta. Compuesta de letras de canciones, piezas de diario, cartas y reflexiones; definir y clasificar esta obra es innecesario, tanto que ésta no es más que una invitación valiente a descubrir a la persona detrás de las formas. Me une a Emilio una larga amistad y un gran respeto por nuestras diferencias (además de sucesos casuales como la misma fecha de nacimiento). Sin embargo, reservo las palabras de Tolstoi para descubrir uno de nuestros lazos más fuertes: “El arte… es un medio de unión entre los hombres.”

El aforismo de Hipócrates, Vita brevis, ars longa, occasio praeceps, experimentum periculosum, iudicium difficile invita al análisis y desarrollo de la técnica, de la destreza del hombre, en el corto tiempo que tiene. Con respecto a una frase con más de dos mil años de vigencia, me permito el uso imprudente de las palabras de George Braque: “L’art est faire pour trouble”, para invitar al lector a dejarse incomodar y descubrir a Emilio y su mensaje en las páginas siguientes. Bruno Casanova New York, febrero de 2013.

ALGUNAS IDEAS ADICIONALES SOBRE MI PRIMER Y ÚNICO LIBRO 1). Los que adquieran el libro lo leerán al 100% por su ritmo andante y por contener relatos breves, los mismos que evitarán que la flojera pueda arrimar el texto al fondo del cajón del olvido. 2). Me dicen: “está bueno eso de promocionarlo como tu primer y único libro. Eres astuto con esa estrategia de venta”. Me río por tal conclusión y me siento en esa opinión. La respuesta para no escribir más es la siguiente: TENGO LA CAPACIDAD, PERO NO EL INTERÉS. En cambio, en la música cuento con la capacidad secundada por el interés, el cual catapulta a la primera y se vuelve un círculo productivo y frecuente. 3). Advierto que cada línea del texto ha sido minuciosamente fabricada y abraza toda mi satisfacción porque el resultado del mismo no cuenta con alguna parte estéril. 4). Me preguntan: “¿cómo así te animaste a escribir un libro?” Respuesta: porque un bombero le gana a un ciudadano cualquiera; un astronauta a un bombero; un músico a un astronauta; pero nada le gana a un escritor. (Este silogismo es superior a lo que enuncia el comercial de una marca de desodorantes conocida). Testimonios sobre el libro