Mensajes de la Biblia Rebeca Reynaud (23)

La Revelación Resulta afortunado que la palabra revelación se use en la conversación para referirse a situaciones nuevas o inesperadas. La Revelación de la que hablamos es un acontecimiento sobrenatural y único.

Hay una revelación natural Porque Dios se revela a través de las criaturas, y esa presencia divina es captada por la razón. La revelación natural se ordena a la sobrenatural y de algún modo la prepara.

En la Revelación destacan cinco aspectos, explica José Morales Es manifestación de la vida íntima de Dios. En el NT se le llama Palabra de Dios. Ocurre en el seno de la historia humana, gradualmente. Es salvadora: da la conversión, el triunfo sobre el pecado, virtudes y unión con Dios. Es un don divino inestimable. Se le compara al tesoro escondido y a una perla de gran valor (Mt 13,44-46).

Decir que la Biblia nos habla de Dios es mucho La Biblia no nos habla de Dios a la manera de los otros libros, sino que nos habla en nombre de Dios, lo cual es distinto. En la Biblia Dios nos habla de sí mismo y de su amor por nosotros.

Y en el medio de esta historia se alza algo radical: La Cruz es la gran verdad de esta historia. Para salvar al mundo, Dios se hace hombre y se deja enclavar en la cruz como un malechor y al tercer día resucita de entre los muertos. Así salva Dios a la humanidad del pecado y de la muerte.

La historia bíblica se desarrolla a través del tiempo y del espacio. Jesucristo es el centro de la Biblia. Una vez que la cruz ha sido alzada en las afueras de Jerusalén y en el centro de la historia, ésta y el mundo no pueden tener sentido al margen de esa cruz. Para vivir hay que morir.

1ª edad: “El paraíso perdido” Son tiempos en los que Dios parece haber abandonado a la humanidad a su propia suerte. San Pablo llama a esta edad “tiempos de ignorancia” (Act 17,29), y en su carta a los Romanos, “tiempos de paciencia” (Rom 3,26). Dios permite que las gentes sigan sus propios caminos. Dios tolera que la humanidad experimente las consecuencias del pecado y del abandono del verdadero Dios. Peso ese abandono es aparente. Dios no se olvida de los hombres y continua dándoles signos de su presencia (Act 14,17).

2ª edad: “Tiempo de la promesa” (Act 7,17) Dios llama a Abraham y le hace una promesa: “en ti serán benditas todas las tribus de la tierra” (Gen 12,3). La humanidad anda dividida

3ª edad: “Tiempo de la Ley” 3ª Una nueva intervención divina inicia como una tercera edad, el “tiempo de la Ley”. Dios elige a Moisés y le revela su propia intimidad en el episodio de la zarza ardiente (Éxodo 3, 14-17) y estableciendo un pacto, la Alianza del Sinaí.

Desde entonces (siglo XIII) hasta Jesucristo, la historia bíblica es la historia de la Alianza antigua, la historia del Antiguo Testamento. La alianza será el punto de arranque del pueblo veterotestamentario.

4ª edad: “Plenitud de los tiempos” La encarnación del Verbo de Dios, Jesucristo. Él es el nuevo Adán, según la imagen de San Pablo. Comienzan los últimos tiempos, el éschaton. Es el tiempo de la Iglesia en el que ahora nos encontramos,

Pero la historia presente no está encerrada en sí misma: 5ª edad Las riquezas que Cristo trajo no se han manifestado en plenitud (cfr. Rom 8,24). Cristo va a venir en gloria y majestad, como juez universal. Se nos recomienda adquirir la ciencia suprema de Jesucristo (Philip 2, 8).

Cultura hebrea Los principales pobladores de Tierra Santa fueron los cananeos procedentes de Arabia tomaron posesión de lo que hoy es Palestina y lo llamaron Canaán. Los cananeos practicaron la agricultura –olivo, vid, trigo- y también se dedicaban al comercio, hasta el punto de que para los hebreos los términos de “cananeo” y “mercader” llegaron a ser sinónimos.

Las sucesivas oleadas de semitas son la causa de la presencia, en suelo palestino, se pueblos tales como los arameos, los amonitas, los moabitas y los madianitas.

Los filisteos no eran semitas, se les considera como parte de los “pueblos del mar”, que ocasionaron una gran corriente migratoria relacionada con la destruicción de la cultura hitita (hacia 1200 a.C.). Los filisteos no dejaron mayor testimonio de su cultura, pero si el nombre de Palestina, o tierra de los pulasati o palishtim, que eran los filisteos.

El Patriarcado La primera organización hebrea fue el patriarcado. Todos ellos eran jefes de pequeñas tribus nomádicas, dedicadas al pastoreo. Uno de ellos Abraham, hijo de Téraj, vivió en Ur, en Mesopotamia. Seguramente alrededor del año 1900 a.C. sucedió la destrucción de Sodoma y Gomorra. La catástrofe cavó una enorme fosa de 394 m debajo del nivel del mar, en donde hoy está el Mar Muerto.

Las 12 tribus de Israel Todos son hijos de Jacob: Hijos de Lía: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón; Hijos de Zilpá: Gad y Aser; Hijos de Raquel: José y Benjamín; Hijos de Bilhá: Dan y Neftalí.

Cuando José – el hijo de Jacob- va a Egipto reinan los hiksos o hicsos El dominio de los hicsos o reyes pastores en Egipto fue tan completo que formaron las dinastías XV y XVI, entre los años 1670 y 1570 a.C. Esta época corresponde a la historia de José. Pero más tarde ocurrió la expulsión de los hicsos, y la situación de los hebreos comenzó a hacerse difícil.

FAMILIA Los israelitas, mientras estuvieron en Palestina, mantuvieron su personalidad histórica gracias a la religión y a la gran fortaleza de su organización familiar La familia supo mantenerse con gran solidez, y esto contó mucho en la perpetuación del ser nacional hebreo. Los judías desarrollaron una cultura de perfil propio. Lo que tomaron de otras culturas no afectó a las líneas esenciales de su fisonomía popular.

¿Cuál es el mensaje de Jesucristo? ¿Es distinto a la Ley? ¡No! ¡La novedad es Él, su Persona! Jesucristo es el misterio central que la Iglesia anuncia.

José Morales, Iniciación a la Teología, Nostra ediciones, México 2003. Abraham Textos del Dr. José María Casciaro, de la Gran Enciclopedia Rialp, voz Biblia I, 7. Madrid 1989. José Morales, Iniciación a la Teología, Nostra ediciones, México 2003.

Nota cultural: La cábala Portada de la primera edición del Zohar, Mantua, 1558 (Biblioteca del Congreso, Washington).

Mística judaica o Cábala La principal corriente mística hebrea —que no debe confundirse con el judaísmo ortodoxo— se denomina Cábala (del hebreo Kabbalah, «tradición») y se produjo y difundió fundamentalmente durante la Alta Edad Media hasta alcanzar su esplendor con la aparición del Zóhar en la península Ibérica en el siglo XIII. Según la cábala el verdadero Mesías nacerá al fin del tiempo y entonces el mundo regresará a su fuente. Entonces empezará un tiempo de gran felicidad. Los cabalistas suelen interpretar las combinaciones de letras de palabras clave en los textos sagrados, así como su valor numérico, con un sentido trascendente