¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?

Presentación del tema: "¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?"— Transcripción de la presentación:

1 ¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?
Foro de reflexión y estudio sobre el Youcat 5ª Sesión

2 Dios se da a conocer en la historia
“Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas. En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo” (Hebreos 1,1)

3 Moisés y la liberación de Egipto, la Alianza y la Ley
Sumario de la Historia Alianza con Noé Llamada a Abraham Moisés y la liberación de Egipto, la Alianza y la Ley Los Profetas

4 Repaso del Catecismo de la Iglesia Católica, 54-64
Habla de Dios el testimonio de las cosas creadas, particularmente, el hombre: imagen y semejanza de Dios = inteligente, libre y con capacidad de amar. Invitado a una comunión íntima con Dios Rota por el pecado: “Seréis como dioses” (Génesis, 3,5). Sueño que el hombre quiere alcanzar desde su grandeza, no recibirlo como regalo. Promesa de salvación.

5 Un Dios de Alianzas Alianza con Noé:
De nuevo, Alianza con Noé: “He pensado establecer mi alianza con vosotros y con vuestra futura descendencia” ( Génesis 9,9) Se rompe la unidad del género humano y crece el pecado: “Viendo Yahvé que la maldad del hombre cundía en la tierra y que todos los proyectos de su mente eran puro mal de contínuo” (Génesis 6,5). Castigo del diluvio. Una humanidad en orden en la pluralidad de las naciones. San Pablo dice en el Areópago de Atenas: “ … con el fin de que buscasen a la divinidad para ver si a tientas la buscaban y la hallaban” (Hechos 17, 26-27) Pecado de orgullo de una humanidad caída que quisiera hacer por sí misma su unidad a la manera de Babel: “… una torre con la cúspide en el cielo, y hagámonos famosos” (Génesis 11,4). Y llega la dispersión. El progreso técnico no es garantía de unidad. Un mundo global no nos hace más cercanos, ni más solidarios, ni más hermanos. La apertura de esta Alianza con todas las naciones permanece en vigor hasta la proclamación universal del Evangelio. Hay santidad y verdad en las personas y en las culturas de los pueblos que no conocen a Cristo.

6 Dios de Alianzas Llama a Abrahám:
Para reunir a la humanidad dispersa (post-Babel). La descendencia de Abrahám es el Pueblo Elegido. Para preparar la reunión de todos los hijos de Dios en la unidad de la Iglesia Pueblo elegido que será la raíz en la que serán injertados los paganos hechos creyentes en Cristo. San Pablo utiliza esta imagen: olivo cultivado-olivo silvestre (Romanos 11, 16-24). Es decir, esta historia nos concierne a todos los creyentes en Cristo.

7 Dios de Alianzas y Profetas
Se da a conocer a Moisés: liberación de Egipto, Alianza del Sinaí y la Ley (Mandamientos) Yahvé es el único Dios Padre providente que cuida amorosamente de sus hijos y escucha los gritos de los oprimidos Legislador y juez justo Los Profetas: Interpretan la historia a la luz de la Alianza: las desgracias se deben a la infidelidad, la prosperidad será consecuencia de la obediencia Llaman a la conversión Anuncian que Dios va hará una Alianza Nueva: “Pondré mi ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Jeremías 31,33) Abierta a todos: “Acudirán pueblos numerosos. Dirán: Venid, subamos al monte de Yahvé (…) para que él nos enseñe sus caminos y nosotros sigamos sus senderos. Pues de Sión saldrá la Ley, de Jerusalén la palabra de Yahvé” (Isaías 2,3).

8 Algunas cuestiones para la reflexión
Esta historia es para interpretar toda la historia, la personal y la colectiva . “Ser como Dios”, decidir por mí propia voluntad que es la verdad, cuando vivir o morir, que es el bien o el mal, ¿No es historia contemporánea? El misterio de la progresión del mal, como una marea negra que va extendiéndose. Junto a la fidelidad de Dios para vencerlo. La ruptura de la unidad siempre como manifestación del pecado. El carácter comunitario de la salvación que Dios nos ofrece. La universalidad de la salvación y la urgencia actual de la Nueva Evangelización. ¿No nos hemos resignado a que muchos no conozcan, ni sigan, ni amen al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo?