11º Domingo Tiempo Ordinario - Ciclo B Decía Jesús a la gente: El Reino de Dios es como un grano de mostaza. Al sembrarlo en la tierra, es la más pequeña de las semillas. Pero una vez sembrada, crece, se hace mayor que cualquier hortaliza. Mc 4, 26-32
«La paciencia es un tesoro, porque del plomo hace oro» Esta virtud es la capacidad de aguante en la adversidad, y la esperanza que afronta las dificultades del presente en vistas del bien que se aguarda.
Pero la paciencia hoy ha perdido popularidad. Queremos ver el éxito de nuestros programas de evangelización. Nos inquietamos al no recibir el fruto inmediato.
la paciencia es uno de los grandes atributos de Dios. Para Israel, la paciencia es uno de los grandes atributos de Dios. « El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia… (Sal 103,8-9)
De una rama de cedro puede sacar un árbol que dé cobijo Dios no mira tanto los humildes orígenes como el proyecto final. De una rama de cedro puede sacar un árbol que dé cobijo a todas las aves. La paciencia es la capacidad de afrontar el ritmo lento de los tiempos sin tratar de adelantar el futuro.
nos presenta la parábola sin que el labrador sepa cómo. El evangelio de Marcos nos presenta la parábola de la semilla que crece por sí sola sin que el labrador sepa cómo. Junto a ella añade la del grano de mostaza. Con ellas Jesús invita a vivir el presente, confiando más en el mensaje que en la fuerza del mensajero.
La paciencia, hoy, evoca la armonía personal tan necesaria en un mundo agresivo. Todos necesitamos más capacidad de autodominio para: Conservar la paz interior La serenidad de ánimo Y un sabio equilibrio para tomar decisiones.
para alcanzar las metas más humanas. La paciencia nos da sabiduría para contar con lo plazos para alcanzar las metas más humanas. La urgencia compulsiva para lograr nuestros objetivos inmediatamente es una prueba de la infantilidad de nuestra sociedad .
La paciencia denota nuestra relación con Dios. Si la fe se abre al reconocimiento de Dios Padre, la paciencia será confianza agradecida y estará abierta a la esperanza e impregnada de la fuerza del amor.
Señor Jesús, sabemos que tú eres el dueño y señor de la mies Señor Jesús, sabemos que tú eres el dueño y señor de la mies. Te agradecemos que hayas contado con nuestra colaboración y te pedimos la humilde paciencia de quien no se atribuye los frutos. Amén.
José Román Flecha Andrés PALABRA DEL SEÑOR –Salamanca Presentación: Antonia Castro Panero Música: Irish Greens