Arte de dar a luz.
(De maieo: alumbrar, dar a luz) por el cual hacia que su interlocutor “diera a luz” verdades que contenía en si mismo, aunque sin conocerlas.
MAYÉUTICA Sócrates no enseñaba como cualquier maestro, el conversaba. Al principio hacia solo preguntas y en el transcurso de la conversación, solía conseguir que su interlocutor se diera cuenta de sus propios fallos al razonar.
Se plantea una cuestión, generalmente de carácter ético: ¿En que consiste la justicia?, ¿Qué es la virtud?, ¿Qué es la belleza?. Tu, criptón, que hablas de virtud, ¿Qué entiendes por esta palabra?.
El interlocutor da una respuesta que es rebatida por el maestro.
* Se inicia la discusión y con ironía el maestro hace caer al interlocutor en un estado de confusión. * Este momento de confusión e incomodidad es necesario para el aprendizaje. * Sócrates lo identifica con los dolores que siente la parturienta antes de dar a luz.
Se comienza a buscar definiciones cada vez mas generales y precisas de la cuestión que se investiga (la bella, la justicia, la virtud) a través de la inducción.
La discusión concluye cuando maestro y alumno alcanzan la definición. Es cuando sale a la luz la verdad del interior de cada uno, donde estaba latente. En muchos diálogos de Platón no se alcanza la conclusión y la cuestión queda pendiente.
*Tenéis razón al acusarme de suscitar dudas en vez de ofrecer certezas. Pero, ¿Qué queréis que haga? Soy hijo de una comadrona: Habituado a hacer parir, no a procrear.