Dictadura militar en Chile Violencia política en Chile:
Violencia política La violencia consiste en el uso de la fuerza física o psicológica contra una persona o grupos de ellas, o en atentados contra sus pertenencias. Los motivos por los que se ejerce la violencia pueden ser muchos: obtener un rédito económico como en el caso del ladrón, venganza, dominar la voluntad de otro, expresión de un sentimiento de ira, desequilibrio mental, etcétera. La violencia política obedece a un motivo específico, y es el de dirigirse contra los opositores ideológicos, ya sea para que se abstengan de dirigirse contra el sistema o exterminarlos, o atentar contra la política imperante.
Forma de aplicar la violencia política censura de prensa secuestros torturas asesinatos o atentados.
Contexto histórico El surgimiento de la violencia política está estrechamente vinculado al desarrollo de la propiedad privada, y es sólo en el transcurso de la consolidación histórica de ésta, que la violencia se transforma en manifestación específica de poder social. En otras palabras, posee una base material concreta y no es una constante histórica, por lo tanto es factible su desaparición en una fase superior del desarrollo humano, cuando sea eliminado todo tipo de explotación pues -como señalara Engels- "el poder, la violencia, no es más que el medio, mientras que la ventaja económica es el fin" (1). 1. Engels F. "Anti Duhring". Editorial Grijalbo S.A. México D.F.- México 1981, pp
La dimensión ideológica de la violencia Históricamente a través de diversos medios de socialización -la estructura educacional, los medios de comunicación, entre otros-, la clase dominante ha ido configurando un sistema de valores, normas, conceptos y categorías tendientes a justificar su dominio: su preponderancia monopólica a regir los destinos de la humanidad, sus instancias de organización y la vida de los individuos. Medios entre los cuales la autentificación del uso de la violencia en sus diferentes formas por parte del Estado, su institucionalidad, sus fuerzas armadas y policiales, han sido una constante. Esta manipulación ideológica se ha sostenido en tres ejes esenciales: a) Ocultar la violencia estructural propiamente tal. b) Legitimar la represión institucional. c) Deslegitimar toda violencia social contra el sistema.
La posición de la Iglesia El Movimiento de la Teología de la Liberación, manifestó sin ambigüedad, que "la violencia originaria, raíz y principio de todas las demás violencias sociales, es la llamada violencia estructural, la injusticia de las estructuras sociales, sancionada por un orden legal injusto y orden cultural ideologizado, que como tales constituyen la institucionalización de la injusticia" (2). Ellacura Ignacio S. J.: "Trabajo no-violento por la paz y violencia liberadora". Revista ReflexiÓn y Liberación, año 1, vol. 4, dic- febrero Stgo. Chile; p. 6.
Triángulo de Galtung
Teoría y práctica