Un grupo de amigos celebra el encuentro. Copas de vino son levantadas en un gesto festivo y voces animadas repiten juntas el viejo brindis: Salud! Los saludos nunca fueron tan verdaderos! Pues es eso lo que médicos e investigadores están descubriendo. Una copa de vino esconde más que sabor y placer, es una fuente de salud!

Las uvas salen de las lavadoras y van derecho a las bancadas de los laboratorios, consultorios y hospitales y se transforman en receta médica. El vino ayuda, pero en la dosis correcta! Es el llamado consumo moderado: una copa de 100ml para las mujeres y dos para los hombres. Los médicos firman abajo!

Para entender ese misterio, es necesario conocer dos elementos de nombres extraños, contenidos en el vino tinto: el resveratrol y los flavonóides. El resveratrol, elimina las plaquetas que provocan coágulos y tapan las arterias. Los flavonóides son antioxidantes, inhiben la formación de los radicales libres, que provocan el envejecimiento de las células y, por consecuencia, dejan el organismo más vulnerable a enfermedades.

La conclusión a que se llega es que, lo que hay de más importante en el vino tinto, no es el alcohol, y sí los flavonóides, explica el cardiólogo de la INCOR. Pero, si el vino hace tanto bien para la salud, y lo que importa en él es la uva y no el alcohol, ¿por qué no adoptar, entonces, el jugo de uva?

La tesis de doctorado de la cardióloga y médica asistente del INCOR (Instituto del Corazón de la FM-USP), Silmara Regina Coimbra, comprobó que tanto el vino tinto cuanto el jugo de uva, provocan el mismo efecto sobre el endotélio (capa que cubre internamente los vasos sanguíneos), aumentando su dilatación, frente a un estímulo. Según la cardióloga Silmara Coimbra, la principal conclusión de este trabajo, es que el jugo de uva puede proteger al individuo contra la enfermedad arterial coronaria sin los riesgos asociados al consumo de alcohol.

La tradición atribuye al jugo de uva las más elogiosas expresiones como: sangre vegetal, leche vegetal y seiva viva. El jugo de uva contiene más calorías que la leche, una cierta analogía que puede ser llevada más lejos: la composición del jugo de uva muestra sorprendentes semejanzas con la de la leche materna. Es, pues, un alimento privilegiado para los períodos de reconstrucción de la fatiga, De la anemia, de la convalecencia.

El azúcar del jugo de uva está compuesto por glucosa y fructosa, es directamente asimilable, no exige ningún esfuerzo a los órganos digestivos, y es por tal razón aconsejable para la alimentación de los enfermos atacados por fiebre.

Del punto de vista terapéutico, se trata de uno de los más preciosos jugos. El jugo de uva es estimulador de las funciones hepáticas, contribuyendo aún a base de remedios farmacéuticos para el hígado (esta función es desempeñada por el jugo de uva, como también por la uva y hojas de la parra).

Para mantener las arterias jóvenes, tome jugo de uva diariamente. Investigaciones realizadas en la Universidad de Florida revelan que las sustancias químicas encontradas en las uvas ayudan a dilatar las arterias y en consecuencia, pueden reducir la presión sanguínea. El secreto de las uvas y del jugo de uva en el combate al envejecimiento es simple y poderoso: las uvas contienen 20 antioxidantes conocidos, que funcionan en conjunto para combatir los radicales libres que promueven las enfermedades y el envejecimiento de acuerdo con investigadores de la Universidad de Califórnia, en Davis.

Los antioxidantes se encuentran en las cáscaras y semillas y cuanto más vibrante es el color de la cáscara, mayor su poder antioxidante, que significa que las uvas rojas y rosadas y el jugo de uva rosada son los más poderosos. La uva roja posee alto tenor de antioxidante quercetina. La cáscara de uva contiene resveratrol, que comprobadamente inhibe el agrupamento y aumenta el colasterol HDL (colesterol bueno). Los antioxidantes presentes en los jugos de uva tienen actividades anticoagulantes, inhiben la oxidación del colasterol HDL y dilatan los vasos sanguíneos.

LA BELLEZA Y LA VITALIDAD SON REGALOS DE LA NATURALEZA, PARA AQUELLOS QUE VIVEN SUS LEYES Leonardo da Vinci by