22. Decir la verdad

Dios es la Verdad Todo lo que Dios nos dice es siempre verdad “Para esto he nacido y he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad; todo el que es de la verdad escucha mi voz”(Jn 18,37) El diablo es “mentiroso y padre de la mentira”(Jn 8,44) Los cristianos debemos decir la verdad, aunque implique sacrificar la vida.

Decir la verdad… Todo lo que digamos, o demos a entender a los demás, debe corresponder a lo que realmente sabemos que es. Virtud de la veracidad o sinceridad Lo contrario es la mentira y falsedad. No implica contar a cualquiera todas las verdades que conocemos. La virtud de la veracidad da justamente al prójimo lo que le es debido; observa un justo medio entre lo que debe ser expresado y el secreto que debe ser guardado: implica la honradez y la discreción. En justicia, “un hombre debe honestamente a otro la manifestación de la verdad” (CIC 2469)

Amar la verdad Amarla y vivir en ella. Debemos “buscar la verdad” Exige preocuparse por aprender lo que debo conocer: Aplicarse a los estudios Estudiar la fe (catecismo, vida de Jesús) Mejorar mi relación con Dios (que es la verdad)

Buscar la Verdad El hombre busca naturalmente la verdad. Tiene la obligación moral de Buscarla, sobre todo la verdad religiosa. adherirse a ella una vez conocida, y ordenar toda su vida según sus exigencias (CIC 2467)

¿Qué es la verdad? Siguiendo a Santo Tomás de Aquino: La adecuación de la realidad y del intelecto El acto por el cual el intelecto capta la realidad. La verdad existe, independientemente de cada uno de nosotros, y nos toca hacer todo lo posible para encontrarla. Dios es la suma verdad y el fundamento de toda verdad. Esa hambre que siente el ser humano de la verdad a final de cuentas es hambre de Dios, es el hombre que por su naturaleza tiende a Dios.

Relativismo Sostiene que no existe la verdad por sí misma, que es algo relativo y que depende de cada persona. Es un estilo de pensar que evita hablar términos de verdadero o falso. No reconoce una forma de darles validez a cuestiones transcendentes (Dios, alma, amor) Perplejidad ante la realidad: como no puedo conocer nada de forma definitiva, tampoco puedo tomar decisiones que entrañen una entrega indiscutible y para siempre. Todo puede cambiar, todo es provisional.

Relativismo En vez de facilitar la convivencia social, lleva a perdida de la libertad. Al desconectarse de la razón y de la realidad, el propio deseo es la única norma de las acciones.

En relación al prójimo Cuidar la fama y el prestigio del prójimo Guardar los secretos ante quien no debemos revelarlos. Si dañamos la fama del prójimo debemos corregirnos y reparar el daño hecho.

Octavo Mandamiento “No dar falso testimonio ni mentir” (Dt 5,20) Prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo. “Cuando digas ‘sí’, que sea ‘sí’, y cuando digas ‘no’, que sea ‘no’; todo lo que se dice de más viene del maligno” (Mt 5,37)

Ofensas a la verdad Falso testimonio: Mentir ante un tribunal. Perjurio: mentir bajo juramento se trata de perjurio. Contribuyen a condenar a un inocente, a disculpar a un culpable o a aumentar la sanción del acusado; Es una falta grave contra la justicia y la equidad. (CIC 2476)

Ofensas a la verdad Juicio temerario: cuando sin fundamento suficiente se admite como verdadero un defecto moral en el prójimo. En lo posible, siempre interpretar en un sentido favorable los pensamientos, palabras y acciones del prójimo. Maledicencia: cuando sin razón objetivamente válida, se manifiesta los defectos y las faltas de otros a personas que los ignoran. Calumnia: cuando con mentiras se daña la reputación de otros y ocasiona juicios falsos respecto a ellos. Maledicencia y Calumnia destruyen la reputación y el honor del prójimo. Lesionan las virtudes de la justicia y de la caridad porque no respetan el derecho al honor y el buen nombre, propios de la dignidad humana.

Ofensas a la verdad Halago, adulación o complacencia, alienta y confirma a otro en la malicia de sus actos y en la perversidad de su conducta. La adulación es una falta grave si se hace cómplice de vicios o pecados graves. Vanagloria o jactancia Ironía: ridiculizar a uno caricaturizando con maldad algún aspecto de su comportamiento.

Ofensas a la verdad Mentira: decir falsedad con intención de engañar. Es la ofensa más directa contra la verdad. Es hablar u obrar contra la verdad para inducir a error. Su gravedad depende de la naturaleza de la verdad que deforma, las circunstancias, las intenciones, y los daños producidos. Constituye una falta contra la justicia y la caridad. Mas grave si hay riesgo de producir consecuencias funestas para los engañados. Es una verdadera violencia hecha a los demás. Atenta contra la capacidad de conocer, condición de todo juicio y de toda decisión. Es funesta para toda sociedad: socava la confianza entre los hombres y rompe el tejido de las relaciones sociales.

Respeto a la Verdad El derecho a la comunicación de la verdad no es incondicional. Hay que ver si conviene o no revelar la verdad a quien la pide. Guiarse por la caridad y el respeto de la verdad. El bien y la seguridad del prójimo, el respeto de la vida privada, el bien común, son razones suficientes para callar lo que no debe ser conocido, o para usar un lenguaje discreto. El deber de evitar el escándalo obliga con frecuencia a una estricta discreción. Nadie está obligado a revelar una verdad a quien no tiene derecho a conocerla.

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