CATEQUESIS DE LA ORACIÓN RELACIONES HUMANAS Y ORACIÓN Por favor, no toques el ratón
Cuando en realidad Es una forma de personalización y compromiso. Algunos ven la oración como un camino de alienación de la autonomía humana Cuando en realidad Es una forma de personalización y compromiso.
Por medio de la oración, nacida de la iniciativa gratuita del “tú” que sale al encuentro del “yo”
Por medio de la oración, nacida de la iniciativa gratuita del “tú” que sale al encuentro del “yo” la libertad humana entra en la novedad de la libertad divina, para colaborar incondicionalmente en su plan salvador.
La oración brota del amor de Dios Por medio de la oración, nacida de la iniciativa gratuita del “tú” que sale al encuentro del “yo” la libertad humana entra en la novedad de la libertad divina, para colaborar incondicionalmente en su plan salvador. La oración brota del amor de Dios y hace que la libertad humana se entregue a él.
Puesto que Dios está por el hombre, en la plegaria el orante aprende a estar en favor de todos.
Es un aprendizaje duro para el que Dios deberá desarrollar una larga pedagogía con el fin de que descubramos la oración como servicio a la comunión y reconciliación de la humanidad.
En la oración asidua, Dios nos da a conocer su verdadero rostro y proyecto en favor de la humanidad.
En la oración asidua, Dios nos da a conocer su verdadero rostro y proyecto en favor de la humanidad. El orante descubre las exigencias de la fraternidad con la humanidad.
El aprendizaje exige apertura incondicional para que el Espíritu del Padre y del Hijo, el único capaz de darnos la posibilidad de orar como conviene, ore en nosotros.
El aprendizaje exige apertura incondicional para que el Espíritu del Padre y del Hijo, el único capaz de darnos la posibilidad de orar como conviene, ore en nosotros. Sólo él nos introduce en la comunión trinitaria y en las relaciones de la nueva humanidad creada en Cristo.
La oración es aprendizaje y cultivo incesante del don divino. Tarea que nos hace salir del horizonte humano de la cultura y la religión para situarnos en el horizonte del proyecto divino.
Orar es abrirse a la vida con los sentimientos de Dios, ver la realidad con sus propios ojos, entrar en la lógica y libertad amorosa de Dios. Sólo así empezaremos a entender las palabras de Pablo:
“Bendecid a los que os persiguen “Bendecid a los que os persiguen. Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran. Haced lo posible, en cuanto de vosotros dependa, por vivir en paz con todos”.
Textos: Hoja parroquial San León Magno http://www.granosdemaiz.com