El pueblo de Gonaïves en fotos después del paso de HANNA (antes del paso de IKE) Fotos del 3 y 4 septiembre 2008 Fotos proporcionadas por : Stanley Lucas 9 septembre 2008
Gonaïves
Un desastre tras otro. Haití es el país que tiene la mayor necesidad de asistencia, dicho por el Jefe de Operaciones Humanitarias de Naciones Unidas, John Holmes: « La razón por la que la situación es prioritaria en Haití es que se trata de un país muy pobre y la totalidad de su territorio se encuentra prácticamente devastado, de suerte que está muy expuesto a deslaves e inundaciones »
Los habitantes de Gonaïves lavando su ropa y sus platos en el agua lodosa, junto a un autobús volteado después del paso de Hanna.
Fotos proporcionadas por : Stanley Lucas 9 septembre 2008 NÚMEROS: al 22 septiembre 08 Habitantes: 8.5 millones Muertos: 426 Desaparecidos: 50 Damnificados: 800,000
Miércoles 4 de septiembre Ancianos utilizan un bastón para ayudarse a caminar en una calle inundada.
miércoles 4 de septiembre Las mujeres avanzan en una calle inundada después que el huracán devastó el sector de Gonaïves.
Huracán Fay20 ago 08 Huracán Gustav 1º sep 08 Huracán Hanna4 sep 08 Huracán Ike8 sep 08
MENSAJE DEL H. TOÑO CAVAZOS. 20 sep 08 Las cosas por acá se van mejorando. El clima atmosférico ya no es tan violento; pero carreteras, barcos y aviones han dejado de funcionar algunos días. Yo estoy en Damme Marie, la carretera aún no está abierta, pero llegan barcos con víveres. …
MENSAJE DEL H. TOÑO CAVAZOS. 20 sep 08 … Cuando no llegan, hay que conformarse con lo que hay aquí. La gente come frutas de estos árboles frondosos, bannann, otras hojitas y algo de pescado. Hay mucha pobreza. Y mucha gente bondadosa que ayuda, atiende, comparte. …
MENSAJE DEL H. TOÑO CAVAZOS. 20 sep 08 … Luego te sigo platicando, pues no sé si esta energía eléctrica de la que ahora gozo durará mucho tiempo. Con mi recuerdo en mi oración y mi abrazo fraterno, me despido de ti. Tu hermano: Toño Cavazos Bueno.
Cuando abrimos nuestros ojos y nuestros corazones para comprender el sufrimiento de los niños y jóvenes, empezamos a compartir la compasión que Dios siente por el mundo.
Nuestra fe nos hace ver el rostro de Jesús en los que sufren, y procuramos hacer algo personalmente para aliviarlos. (Misión Educativa Marista, 65.)