“Esfuércense en entrar por la puerta estrecha” DOMINGO XXI Tiempo Ordinario – Ciclo C “Esfuércense en entrar por la puerta estrecha” BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.

ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DEL DOMINGO XXI “Oh Dios, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo, inspira a tu pueblo el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas para que, en medio de las vicisitudes del mundo, nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría”

y proclamen el Evangelio” “Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio” Salmo (116)

Lucas 13, 22-30 “En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y pueblos enseñando.

Nuestra vida también puede resumirse como ¿Cómo vivía Jesús? De camino y enseñando. Nuestra vida también puede resumirse como Despertar (nacer) Aprender Enseñar Dormir (morir) ¡Comparte lo que eres!

Uno le preguntó : Señor, ¿serán pocos los que se salven? Jesús les dijo : Esfuércense en entrar por la puerta estrecha. Les digo que muchos intentarán entrar y no podrán,...

Como sabemos que nuestra vida no termina aquí, nos inquieta la vida futura. ANTE ESA INQUIETUD : Jesús responde no cuántos se salvarán, sino cómo salvarse. Nos hace pasar de la curiosidad a la sabiduría.

... Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, se quedarán afuera y llamarán a la puerta, diciendo : Señor, ábrenos; y él les contestará : No sé quiénes son ustedes.

Este es el tiempo de pasar por la puerta estrecha. La Salvación nos es dada sin merecerla. Lo que debemos hacer es no perderla. Cómo vivimos es lo que permite que alcancemos o perdamos la Salvación. Este es el tiempo de pasar por la puerta estrecha. No estará siempre abierta. Nuestro tiempo concluye.

Entonces comenzarán a decir : Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas. Pero él contestará : No sé quiénes son ustedes. Aléjense de mí, malvados.

No basta con costumbres, no basta con haber escuchado. La teoría no salva. Lo que salva es la vida que vivamos.

Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras ustedes habrán sido echados fuera. Y vendrán muchos de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Miren: hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos”. Palabra de Dios

Una puerta es una oportunidad, que se abre o se cierra. El perezoso no se mueve para entrar. La puerta del cielo es estrecha, austera. Dios ya nos abrió la puerta. Nosotros decidimos si entramos. Nuestra vida puede ser alegre pero no faltarán pruebas y exigencias a nuestra fe. Cuesta entrar, pero contamos con la gracia divina. Jesús es la puerta de las ovejas.

Hablando en concreto, ¿qué necesitaríamos tú o yo para poder pasar por una “puerta estrecha”?

¡Podemos pasar por la puerta estrecha! PERSONAL CONCRETO No tener un ego hinchado. Saber quién es uno y quién es Dios. SER HUMILDE. No exceso de volumen, para adecuarnos a las dimensiones. Adaptación, para saber reaccionar a situaciones y personas. SER PACIENTE. Flexibilidad, para adecuarse a los movimientos que exija el pasar. Aceptación de la realidad, con sus altas y bajas, buscar a Dios, luchar y confiar. SER PRUDENTE y VIVIR la FE. Ecuanimidad, para aceptar las dificultades, sin quejas ni exigencias vanas. ¡Podemos pasar por la puerta estrecha!

Señor , te ruego que estés siempre a mi lado cuando tenga que pasar por las puertas estrechas que me presente la vida. «Sean misericordiosos, como también su Padre es misericordioso» Lc 6, 36 Barthimeus, Instituto para el Progreso Humano