DOMINGO XXXIII T.Ordinario - B

Presentación del tema: "DOMINGO XXXIII T.Ordinario - B"— Transcripción de la presentación:

1 DOMINGO XXXIII T.Ordinario - B «Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes, con gran poder y majestad» BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.

2 ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DEL DOMINGO XXXIII
T. Ordinario – B “Señor Dios nuestro, concédenos vivir siempre alegres en tu servicio, porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero”.

3 «Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti»
Salmo (15)

4 Marcos 13, “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos : En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.

5 Anuncio del regreso glorioso del Señor Jesús.
Su segunda y última venida a nuestro mundo. El fin de la historia. El mismo Jesús que vino como Redentorvolverá como Juez Justo.

6 Aprendan de esta parábola de la higuera : Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducen ustedes que el verano está cerca; pues cuando vean ustedes suceder esto, sepan que él está cerca, a la puerta.

7 podemos estar vigilantes.
Si estamos avisados, podemos estar vigilantes. Mi vida terrena terminará. Pero mi destino es eterno. ¿Temeré? Mejor, prepararme responsablemente, prefiriendo, minuto a minuto, optar por el bien y no por el mal. Tenemos una promesa : «Los justos brillarán como estrellas, por los siglos de los siglos». Daniel 12, 1-3

8 Les aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla
Les aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie los sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre» Palabra de Dios.

9 Existió la generación que vio su final, la que vivió la destrucción de Jerusalén, el año 70, a manos del ejército romano dirigido por el emperador Tito. Las otras generaciones sabemos que habrá un final definitivo, ¿tal vez en nuestro tiempo?; no conocemos la fecha, sabemos que se cumplirá porque la Palabra de Dios se cumple siempre.

10 «mi suerte está en tu mano»
Ven, Señor Jesús, «mi suerte está en tu mano» Salmo (15) Que la alegría siempre esté contigo Tob.5,10 BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.