Ciclo B Domingo VI del Tiempo Ordinario

Slides:



Advertisements
Presentaciones similares
VI Domingo 15 febrero 2009 Tiempo Ordinario –B-
Advertisements

Los excluidos.
DOMINGO 6º DEL TIEMPO ORDINARIO Marcos, en su Evangelio, va mostrando: “Quién es Jesús”". No pretende dar definiciones abstractas... sino que nos presenta.
15 febrero 2015 VI Domingo Tiempo Ordinario – B - VI Domingo Tiempo Ordinario – B - Música: “Pablo, levántate” 4’25 (Mendelsshon)
Ciclo B Domingo VI del Tiempo Ordinario «Le desapareció la lepra y quedó limpio»
DOMINGO 6º DEL TIEMPO ORDINARIO Marcos, en su Evangelio, va mostrando: “Quién es Jesús”". No pretende dar definiciones abstractas... sino que nos presenta.
Espiritualidad del Adviento.
Trinidad: el Dios vivo del amor. El Dios crucificado de la compasión, el Dios liberador de la vida, Dios en femenino, el Dios que rompe las cadenas, la.
Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico.
ATENDIENDO LAS NECESIDADES
RECIBIENDO A LOS PECADORES
EL ÚNICO CAMINO AL CIELO
Música: “Pablo, levántate” 4’25 (Mendelsshon)
“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”
JESÚS CON EL LEPROSO.
Música: “Pablo, levántate” 4’25 (Mendelsshon)
en el que manifestamos nuestro deseo de conversión a Dios.
Señor, si Tu quieres, puedes curarme
HIJO, TODO LO MÍO ES TUYO HIJO, TODO L0 MÍO ES TUYO Evangelio de Lucas
Conocimiento Espiritual o Revelación
Celebración de la Pascua en el Santo sepulcro
BIENVENIDOS A LA ESCUELA DOMINICAL
Tercer domingo del tiempo ordinario CAFARNAÚN
¿Sabéis de donde viene la MISA que celebramos cada domingo?
Con la “Música callada” de Federico Mompou entremos al DESIERTO
LIBRANDO NUESTRAS BATALLAS
Domingo sexto 15 de febrero de 2015 Del Tiempo Ordinario
LO IMPORTANTE ES QUERER …
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 35-42
Los excluídos.
He encontrado la oveja que se me había perdido”.
2 EL PECADO DESTRUYE EL PROYECTO DE DIOS.
BIENVENIDOS A LA ESCUELA DOMINICAL
¿por qué surgen dudas en su interior”
EL REINO ESTA ENTRE NOSOTROS EL REINO ESTA ENTRE NOSOTROS
Décimo cuarto Domingo 8 de julio 2018 del Tiempo Ordinario
Y A CADA UNO DE USTEDES.
Sor Eusebia Palomino Un surco fecundo.
“Si quieres, puedes limpiarme. … Quiero, queda limpio”
DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN
SEPULCRO VACÍO Domingo de Resurrección
Sólo entonces dice a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea.»
Domingo III de Pascua ESTÁ ESCRITO
Cuarto domingo Tiempo Ordinaro Música: cítara y flauta
Como uno más Coment. Evangelio Domingo Bautismo de Jesús Ciclo C. 10 Enero 2016.
Con la “Música callada” de Frederic Mompou entramos en el DESIERTO
Domingo VI Tiempo Ordinario Ciclo B QUEDÓ LIMPIO
VI Domingo c. B Tiempo Ordinario 11 febrero 2018
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 35-42
EL ÚNICO CAMINO AL CIELO
LOS PADRES DE LA IGLESIA:
Amar-Amar-Amar-Amar-Amar-
NUESTRO NOMBRE INSCRITO EN EL LIBRO DE LA VIDA.LUCAS.10:20.
“Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra”.
RECIBIENDO A LOS PECADORES
Una comparación entre esta iglesia local y las iglesias denominacionales 1 Tesalonicenses 5:21.
Domingo XXVII Tiempo Ordinario Ciclo B COMO NIÑOS
VI Domingo c. B Tiempo Ordinario 11 febrero 2018
ATENDIENDO LAS NECESIDADES
6° DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN
Tiempo Ordinario-Ciclo C
Si desea una copia de la presentación en PowerPoint visite: org Si le gusto, apriete me gusta y suscríbase.
ESCUELA DOMINICAL BIENVENIDOS ASAMBLEA DE DIOS NOMBRE DE SU IGLESIA
ESCUELA DOMINICAL BIENVENIDOS ASAMBLEA DE DIOS NOMBRE DE SU IGLESIA
Este salmo es un mezcla se súplica individual y también de salmos sapienciales En la primera parte, el salmista expresa totalmente su confianza en.
ESCUELA DOMINICAL BIENVENIDOS ASAMBLEA DE DIOS NOMBRE DE SU IGLESIA
ESCUELA DOMINICAL BIENVENIDOS ASAMBLEA DE DIOS NOMBRE DE SU IGLESIA
En esta súplica, el reconocimiento del propio pecado se une a la confiada seguridad de obtener el perdón divino. ● El salmista, lejos de sentirse.
Con la “Música callada” de Federico Mompou entremos al DESIERTO
Transcripción de la presentación:

Ciclo B Domingo VI del Tiempo Ordinario «Le desapareció la lepra y quedó limpio»

Primera Lectura Levítico 13,1-2.44-46 1 El Señor dijo a Moisés y a Aarón: 2 Cuando aparezca en la piel de una persona una hinchazón, una erupción o una mancha lustrosa, que hacen previsible un caso de lepra, la persona será llevada al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes, 44 se trata de un leproso. Esa persona es impura, y el sacerdote deberá declararla como tal: tiene lepra en la cabeza. 45 La persona afectada de lepra llevará la ropa desgarrada y los cabellos sueltos; se cubrirá hasta la boca e irá gritando: «¡Impuro, impuro!» 46 Será impuro mientras dure su afección. Por ser impuro, vivirá apartado y su morada estará fuera del campamento. Palabra de Dios Te alabamos Señor

«El leproso vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento» El Levítico, comprende las tradiciones, leyes, costumbres antiguas referentes en su mayor parte a los sacerdotes y al mundo donde estos se mueven. La tradición sacerdotal, presenta la santidad de Dios bajo un aspecto marcadamente cultural. Por eso tanto el sacerdote como el pueblo en su trato con Dios deben aparecer Santos cultualmente. De ahí las leyes referentes a la puridad e impuridad.

La lepra era una enfermedad terrible y contagiosa La lepra era una enfermedad terrible y contagiosa. La descomposición del individuo no podía aparecer disociada de la impureza legal -cadáveres, suciedad, muertos… - Por su fácil contagiosidad, en un mundo falto de defensas, no podía menos de poner en guardia a los dirigentes responsables de la comunidad. La lepra amenaza su existencia seriamente. El diagnóstico pertenece al sacerdote, más instruido, conocedor oficial del valor cultual de las cosas.

Al leproso se le aleja por impuro de las reuniones litúrgicas, por contagioso de la vida de sociedad. Se le arranca de la familia y de los amigos; se le priva de la alegría de la convivencia social y del gozo que uno experimenta en el culto a Dios en lugares de concurrencia popular. Debía caminar y vivir solo, anunciando a grandes voces su presencia a los transeúntes. Todos se alejaban de él como de una maldición. Se le consideraba un castigo de Dios.

Salmo 32(31) 1-2.5.11 1 ¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado y liberado de su falta! 2 ¡Feliz el hombre a quien el Señor no le tiene en cuenta las culpas, y en cuyo espíritu no hay doblez! 5 Pero yo reconocí mi pecado, no te escondí mi culpa, pensando: «Confesaré mis faltas al Señor». ¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado! 11 ¡Alégrense en el Señor, regocíjense los justos! ¡Canten jubilosos los rectos de corazón!

«Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación» Introducción sapiencial. Este salmo llama dichoso al pecador que ha logrado recuperar la amistad divina por el perdón de sus pecados. Puesto que “no hay hombre que no peque”, este segundo movimiento de penitencia en el corazón humano es totalmente necesario para rehabilitarse en los senderos de la vida.

el pecado significa extravío, o mejor, no dar en el blanco debido. El salmista llama dichosos a los que han logrado que sus pecados fueran borrados por Dios; el pecado significa extravío, o mejor, no dar en el blanco debido. El sufrimiento y la enfermedad han servido para abrir los ojos al salmista y concentrarse, reconociendo así sus debilidades y transgresiones. Según la mentalidad del A.T., las enfermedades eran consecuencia de pecados perpetrados más o menos conscientemente.

Al principio se sentía reacio a reconocer sus faltas pasadas, y así, mientras callaba, la enfermedad seguía avanzando, y sus huesos se consumían mientras él gemía día y noche; pero, al no sentir arrepentimiento por sus pecados, estos gemidos no le servían de nada. Pasada esta primera situación, el decide confesar y reconocer sus pecados, que pudieran ser causa de su enfermedad y siente que se le ha perdonado, lo que representa el principio de su rehabilitación física y espiritual. Dios acoge siempre al corazón contrito y arrepentido.

Segunda Lectura I Corintios 10,31-33.11,1 10,31 Sea que ustedes coman, sea que beban, o cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios. 32 No sean motivo de escándalo ni para los judíos ni para los paganos ni tampoco para la Iglesia de Dios. 33 Hagan como yo, que me esfuerzo por complacer a todos en todas las cosas, no buscando mi interés personal, sino el del mayor número, para que puedan salvarse. 11,1 Sigan mi ejemplo, así como yo sigo el ejemplo de Cristo. Palabra de Dios Te alabamos Señor

«Sigan ustedes mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo» S. Pablo da fin al problema sobre la libertad en las comidas y bebidas, posible escándalo de algunos. La regla de Pablo es siempre la misma: Libertad, limitada y ordenada por la Caridad. Esta ha de ser la que determine y dirija las acciones en el mundo cristiano.

A la luz de esto debe de entenderse la frase:…Haced todo para gloria de Dios. Nuestras acciones no servirán para gloria de Dios, si con ellas herimos la caridad. No ha de ser la propia comodidad, el propio gusto o provecho, sino la caridad el móvil de nuestras acciones. Con ella todo va hacia Dios; con ella lo indiferente se vuelve santo. Lejos de nosotros, abusando de la libertad que hemos adquirido, el escándalo, ya con unos ya con otros. Ahí está el ejemplo de Pablo: todo para todos.

Lectura del Santo Evangelio Marcos 1,40-45 40 Entonces se le acercó un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: «Si quieres, puedes purificarme». 41 Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado». 42 En seguida la lepra desapareció y quedó purificado. 43 Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: 44 «No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio». 45 Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos, y acudían a él de todas partes. Palabra de Dios Gloria a Ti, Señor Jesús

«Le desapareció la lepra y quedó limpio» “golpe” o “azote divino”. El leproso era, para los judíos, alguien a quien Dios mismo había rechazado y castigado con esa terrible enfermedad. De ahí el nombre mismo de la lepra, en hebreo tzara’at, que significa “golpe” o “azote divino”.

a menos de “cuatro codos” de distancia. Había leprosos que aunque debían vivir aislados no eran recluidos. A estos se les permitía venir a las ciudades a pedir limosna o ayuda a los suyos, no pudiendo acercarse a nadie a menos de “cuatro codos” de distancia. Este leproso cargado de esperanza, va a Jesús y se arrodilla ante Él para suplicarle. Él sabe y cree que el Señor tiene el poder de curarlo, sin embargo, sabe también que no tiene derecho alguno a reclamar tal beneficio y con toda humildad se pone en las manos del Señor.

El Señor permitió que aquel leproso anhelante de ser curado se le acercase, a diferencia de los rabinos que, por no correr ningún riesgo de contaminarse legalmente por el contacto con algún leproso, los evitaban al verlos o les arrojaban piedras para apartarlos de su camino. En efecto, la Ley declaraba impuro al que tocaba a un leproso (Lev 15,7) y eso es lo que menos querían los rabinos tan celosos de mantener la pureza legal. Sin embargo, el Señor no sólo permite que se le acerque aquel leproso sino que movido por la compasión lo toca y le dice: «Quiero: queda limpio».

El contacto físico es para el Señor un vehículo para comunicar su poder restaurador. Con este gesto unido a la palabra el Señor realiza el milagro solicitado: su carne de inmediato quedó limpia de la lepra. Por tocar al leproso no será el Señor quien es contagiado o hecho impuro, sino Él quien cura al enfermo y lo purifica. Pero no sólo cura el Señor la enfermedad física, también lo limpia de sus pecados.

lejanía de Dios y en la más absoluta soledad y desesperación. El pecado es ciertamente como una lepra que va despedazando no la carne sino el espíritu, una lepra que destruye la comunión con los demás y termina por hundir al pecador en la total lejanía de Dios y en la más absoluta soledad y desesperación.

y sufrimiento que experimenta el ser humano. El Señor Jesús vino a sanar al hombre entero, con una curación que va a las raíces de todo mal y sufrimiento que experimenta el ser humano. La reconciliación en sus cuatro niveles, con Dios, consigo mismo, con el hermano y con la creación, mediante el perdón de los pecados obtenido por el sacrificio reconciliador de Cristo en la Cruz, es la respuesta de Dios frente a la situación de ruptura en la que el ser humano ha incurrido.

Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete. Concédenos vivir conforme a ella.

¡ESTAS DE NUESTRO LADO, SEÑOR! Palpas nuestras miserias, y nos levantas con tu mano, mudas nuestra pobreza, en riqueza nuestra desilusión en encanto. Derramas tu misericordia y nos contagias con tu amor. Despliegas tu misericordia y nos integras de nuevo sanos, alegres y radiantes en el mundo y en la realidad que nos rodea. Cuando, el ambiente y las ideas, no nos acompañan y nos dejan de lado. Cuando, por nuestra forma de ser, por creer en Ti o ver el mundo de otra manera, sentimos que nuestras voces y hasta nosotros mismos contamos poco o casi nada. Cuando no entendemos el volcán de tantos dolores, injusticias, enfermedades, llantos, soledades y heridas que se estallan en la tierra y en el corazón del hombre. ¡ESTAS DE NUESTRO LADO, SEÑOR! Y sentimos que, Tú como nadie, sabes estar cerca de nosotros, que te encanta vivir y compartir nuestras aflicciones que sabes, como ningún médico lo hace, acercarte a cada enfermo, a cada situación y preocuparte, día y noche, por aquel que sufre amargamente. Por eso, porque estás junto a nosotros, sentimos que no es tan grande nuestra soledad que no es definitivo nuestro abandono que, con tu mano, sanas nuestras heridas y las cargas, todas ellas, sobre tus hombros. ¡Gracias, Señor! ¡Estás de nuestro lado! Oración: P. Javier Leoz

Servicio Gratuito con Fines Educativos http://siembraconmigo.blogspot.com/ Servicio Gratuito con Fines Educativos