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ATENDIENDO LAS NECESIDADES

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Presentación del tema: "ATENDIENDO LAS NECESIDADES"— Transcripción de la presentación:

1 ATENDIENDO LAS NECESIDADES
4 - Martes

2 San Marcos 2:1-5 “Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados”.

3 ¿Por qué Jesús antes de curarlos muchas veces primero les aseguró “Tus pecados te son perdonados”?

4 Jesús dijo a María Magdalena: “Ni yo te condeno”
En otras palabras: “yo te perdono”

5 Recién entonces atendía a la persona espiritualmente.
JESÚS ATENDÍA LAS NECESIDADES DE LAS PERSONAS Atendía primero la necesidad física de la persona, después se ocupaba de la parte espiritual, despertando así el deseo de salvación. Recién entonces atendía a la persona espiritualmente.

6 El ministerio de curación, 102
“El Salvador se trataba con los hombres como alguien que deseaba su bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades, y se ganaba su confianza. Entonces les decía: ‘Seguidme’. El ministerio de curación, 102

7 “Nuestro Salvador iba de casa en casa curando enfermos, alimentando hambrientos, confortando a los que lloraban, aliviando a los afligidos, hablando de paz a los angustiados, tomaba a los niños en sus brazos y los bendecía, hablaba palabras de esperanza y consuelo...”

8 En su diálogo con la samaritana, atendió sus necesidades, despertó en ella el interés por los asuntos espirituales, y después le hizo la invitación de la salvación.

9 Cuando alimentó a la multitud, en la multiplicación de los panes y los peces, Jesús atendió primero la necesidad física, les dio alimento; y también la necesidad espiritual presentándoles la invitación de la salvación.

10 Curación física y espiritual
La necesidad del paralítico no era tan sólo curarse, sino espiritual. Por eso le dijo: “Tus pecados te son perdonados”.

11 “¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?” (S. Marcos 2:9).

12 La primera lección que aprendemos es que las enfermedades físicas están estrechamente relacionadas con los problemas espirituales.

13 Jesús nunca predicó el evangelio de salvación, sin antes curar el cuerpo físico. Sabía plenamente que estas dos cosas están completamente relacionadas.

14 ¿Estás sufriendo con problemas físicos, preocupado, deprimido o simplemente con el mal de nuestros días, el famoso estrés? ¡Aprende a confiar en Dios, a descansar en sus brazos y sentir su maravilloso perdón!

15 ¡Necesitamos atender las necesidades humanas!

16 Jesús alimentó a la multitud que lo estaba escuchando con hambre, se paró y realizó la multiplicación de los panes y peces.

17 Un cuerpo que siente frío, sin una frazada para cubrirse, difícilmente pueda comprender la predicación del evangelio, porque el sufrimiento físico es tan grande, que oscurece la conciencia.

18 Tienes que ver como el Señor Jesús te ve, cuánto te valoriza y se interesa por los detalles de tu vida.

19 Él quiere salvarte eternamente, si aceptas el plan de salvación, tendrás una vida sana, correcta, moral y espiritualmente. Serás feliz, sabrás educar a tus hijos, porque el plan de salvación no tiene que ver solamente con cosas espirituales, sino también con su vida física.

20 La experiencia maravillosa de la salvación que tendremos en el cielo, comienza en la tierra.
Los hijos de Dios pueden tener aquí, una experiencia cristiana como un pedacito del cielo.

21 “Hijo, yo me preocupo por ti”.
En el milagro de curación del paralítico que fue llevado por sus amigos, Jesús nos está queriendo decir: “Hijo, yo me preocupo por ti”.

22 Si abres tu corazón, la mano poderosa de Jesús tocará tu vida
Si abres tu corazón, la mano poderosa de Jesús tocará tu vida. Estarás totalmente curado.

23 ¡Quedarás sano del cuerpo y del alma!


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