“Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel” (1 Corintios 4:1, 2).

Al igual que un blanco ofrece objetivos para el arquero, así también nuestra lección proporciona metas para todos aquellos que buscan el camino de una mayordomía comprometida. Cuando se integran a la vida, estas características de la verdadera mayordomía forman la base para el propósito, el éxito, el significado y el sentido de pertenencia.

Hasta ahora en este trimestre hemos considerado: La influencia del materialismo en la vida de las personas, incluso cristianas; El problema del egoísmo, la ambición y la codicia, de los que el cristiano debe huir; La cuestión de la devoción y del servicio - es imposible servir a Dios y a la riqueza: es uno u otro; Los recursos divinos disponibles para que el cristiano huya de la mundanalidad, y El concepto de mayordomo en el Antiguo y Nuevo Testamento. Después de considerar estos temas, es imprescindible conocer el perfil del mayordomo de Dios, cuyo carácter es confiable. Para ello, es necesario entender que ser mayordomo, más que un título, es una función que requiere actitud y acción. Un mayordomo que no cumple su deber no es sólo negligente: es irresponsable y deshonesto; por lo tanto, desechable!

LA FIDELIDAD 1 Corintios 4:2 “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel” 1 Corintios 4:2 ¿Qué tan abarcante es el significado de esta primera característica en un mayordomo? El punto de partida para un mayordomo en el manejo de las posesiones de Dios es, la fidelidad. ¿Por qué? Porque "Dios es fiel" (1 Corintios 1: 9) y "[su] fidelidad perdura para todas las generaciones" (Salmo 119: 90). Ser fiel es la característica más clara y una de las más desafiantes de la marca de Dios a seguir. Es una clave importante y básica para ser un administrador. Ser fiel es una virtud y es un paso más allá de lo consideran los hombres. La fidelidad te muestra que crees en Dios a través de tus acciones. Esto es parte de la marca del mayordomo. Ser fiel o infiel se deriva de las muchas decisiones que tomamos cada día a lo largo del tiempo. Cuanto más peleamos en la batalla espiritual de la fe, más simple será la decisión. Se requiere fidelidad y representa la línea de partida que nos guía en servir a Cristo. (Libro Complementario) PIENSA: Puedes demostrar que eres elegido de Cristo siendo fiel; puedes probar que eres escogido de Cristo al permanecer en la vid

LA LEALTAD ¿Cuán importante es para un mayordomo, la lealtad a Dios? “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24). ¿Cuán importante es para un mayordomo, la lealtad a Dios? Cristo es el creador de todas las cosas; "Todo fue creado por Él y para Él" (Colosenses 1:16). Por eso, desde el principio Él esperó y todavía espera lealtad de sus representantes en la Tierra. "Sin lealtad no puede haber amor. Sin lealtad no puede haber familia. Sin lealtad no puede haber amistad. Sin lealtad no puede haber compromiso con la comunidad o el país. Y sin esas cosas, no puede haber sociedad" (Simon and Schuster, 2011). Las lealtades divididas son inaceptables para Dios. El joven rico de Mateo 19 aprendió esta verdad por la fuerza. Una mente dispuesta y un corazón leal que se entrega a Dios en forma incondicional son necesidades cristianas absolutas. PIENSA: ¿Cuán leal soy con el Señor, que murió por mí? ¿De qué manera podría revelar mejor esa lealtad?

UNA CONCIENCIA LIMPIA “Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura” (Hebreos 10:22). ¿Qué significa tener una conciencia limpia y cómo la obtenemos? Significa que tenemos una conciencia libre de culpa y remordimiento, cuando por fe obtenemos el perdón de pecados (Mateo 26:28) y como mayordomos restaurados practicamos la fidelidad y la lealtad a Dios. Una conciencia limpia demuestra la marca del mayordomo y revela una fe madura. La fidelidad asegura una clara conciencia como lo prueban nuestras acciones. “Debemos recordar que no somos piezas de un mecanismo inanimado, sino seres inteligentes, capaces de elegir lo correcto y rechazar lo incorrecto, con una conciencia clara y un propósito puro" (Review and Herald, 1964) Nuestra única solución es permitir que Cristo limpie nuestras conciencias "de las obras muertas para servir al Dios viviente" (Hebreos 9:14) Cuando la ley de Dios se haya implantado en el corazón del creyente (Hebreos 8:10), y el creyente trate de seguir esa ley por fe, el resultado será una conciencia limpia. PIENSA: ¿Cómo puede liberarte de la maldición de una conciencia culpable el hecho de fijar tu vista en Jesús y su muerte en la cruz por ti y por tu pecado?

LA OBEDIENCIA “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Samuel 15:22). ¿Qué significa la obediencia para el cristiano como mayordomo? Dios Creador Soberano y Salvador espera obediencia a sus criaturas racionales. Cuando el pecador es liberado de la rebelión y de la desobediencia, se vuelve sumiso y dependiente del Salvador. Obediencia parcial no es verdadera obediencia, como se nota en el ejemplo de Caín (Génesis 4:1-5). El cristiano que desea ser mayordomo fiel debe recordar el principio expuesto en 1 Samuel 15:22: "Obedecer es mejor que sacrificar". Además, hay que abrazar esta norma. Este es "uno de los trechos clásicos de la Palabra de Dios. La obediencia debe venir antes y por encima de todas las cosas. Ese es el lema de los que quieren servir y agradar al Señor "(William MacDonald, Comentario de la Biblia, p. 207). PIENSA: La fidelidad disfruta de la obediencia. Es un asunto de amor que se aventura en lo desconocido. Ser fieles a Dios hará que uno haga lo que parece imposible. La fe soporta el peso de la obediencia.

LA CONFIABILIDAD "Quien es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y quien es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho" (Lucas 16:10, NVI). ¿Qué nos enseña este versículo acerca de ser digno de confianza? El mayordomo para recibir la aprobación de su señor necesita demostrar que es confiable bajo todas las circunstancias, tanto en situaciones de gran importancia o en las cuestiones que aparentemente son insignificantes. La confiabilidad es lo que las personas reconocen en nosotros cuando nuestra conversación coincide con nuestro caminar (véase 2 Reyes 22: 7). Ser fiel les da a los que nos observan la oportunidad de decidir si somos confiables o no. Cuando la confiabilidad se produce en nuestras vidas, otros lo verán. Es lo que piensan de nosotros. Su observación es el resultado de nuestra fidelidad, lealtad, conciencia clara, obediencia y responsabilidad. Que Dios nos llame confiables es asombroso. Este rasgo es el resultado de tener una relación segura y confiable con él. PIENSA: Entonces, ¿cuál es tu marca? ¿Los demás te consideran digno de confianza?

"Dios requiere de los administradores fidelidad "Dios requiere de los administradores fidelidad. El éxito sin fidelidad se transforma en fracaso. El día en que rendimos cuentas de nuestra administración, lo que Dios va a pesar no es el criterio del éxito o de la popularidad, sino el criterio de la fidelidad. Lo que Dios requiere de administrador no es el éxito o popularidad, pero si la fidelidad: fidelidad al Señor, la fidelidad a la misión y la lealtad a su pueblo "(Hernández Días López. 1 Corintios, p 74, 75). ¡Dios necesita buenos y fieles mayordomos! Él busca a personas con esas cualidades. ¿Seremos ese tipo siervos del Señor? ¡Que Dios pueda transformarnos en mayordomos con esas características, de modo que nuestra vida glorifique siempre su nombre!