Salvación Lección 3 La condición humana El libro de Romanos sólo por la fe El libro de Romanos Lección 3 La condición humana

Son como una clase de máscaras. Las personas tímidas tienden a esconderse tras mecanismos de defensa tales como el silencio, la sensibilidad, la vergüenza, etc. Son como una clase de máscaras.

Del mismo modo, muchos cristianos se esconden detrás de máscaras para esconder su real y patética condición de miseria y pecado.

La condición humana Lección 3: Trataremos dos temas: Todos hemos pecado. Las consecuencias del pecado.

Todos hemos PECADO 1

Los primeros 17 versículos del capítulo 1 de Romanos son todos positivos, inspiradores y con buenas nuevas. Entonces, en el versículo 18, el apóstol lanza la primera bomba: “La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que suprimen la verdad con su injusticia"

El apóstol está listo para la primera parte de su pedido formal, dirigiéndose de Romanos 1:18 a Romanos 3:20 En este amplio pasaje, Pablo explora la profundidad y la universalidad del problema del pecado en 3 etapas:

En primera instancia, el punto focal de su análisis acerca del problema del pecado son los gentiles. (Romanos 1: 18-32) El segundo nivel comienza en Romanos 2, y allí resume los principios del juicio y la culpabilidad de los judíos. En una tercera etapa, el apóstol muestra que todos (gentiles y judíos), son culpables ante los ojos de Dios (Romanos 3:9-20) 1 2 3

“Por cuanto todos pecaron y están desprovistos de la gloria de Dios" Resume su conclusión en Romanos 3: 23, “Por cuanto todos pecaron y están desprovistos de la gloria de Dios" Mientras que Romanos 1:18 al 3:20 nos brinda el diagnóstico divino para el problema del pecado, el resto de la epístola habla de la curación. La primera frase que se destaca en Romanos 1:18 es “la ira de Dios”.

Sabemos que el pecado y sus consecuencias son lo único que pueden despertar la ira divina. Dios no puede permanecer indiferente mientras su creación sufre. Por otro lado, Pablo necesita aclarar la siguiente pregunta: ¿Por qué alguien tiene que sufrir la ira de Dios si él no conoce sus caminos? La respuesta de Pablo es clara:

No hay excusas, pues “desde el principio do mundo", su “eterno poder e deidad" fue claramente visible para todos (Romanos 1:20).

LAS CONSECUENCIAS del pecado 2

Romanos 1:21-23, presenta los terribles efectos del pecado en una serie de seis consecuencias decrecientes. 1 En primer lugar, el rechazo de Dios entenebrece el corazón del hombre y lo hace necio (Romanos 1:21-23). La segunda consecuencia del rechazo a Dios es la idolatría. Siempre que el ser humano se separe de Dios, se vuelve un idólatra (Romanos 1:22-25). 2

3 La tercera consecuencia del rechazo a Dios es que el Señor entrega a los pecadores a la “concupiscencia de sus corazones”, a “pasiones vergonzosas”, y también a “la inmundicia” (Romanos 1: 24-28). El cuarto paso del abismo en el que caen los que rechazan a Dios es una enorme lista de perversiones, actitudes y conductas disfuncionales que se mencionan en los versículos 26 al 31. 4

5 El quinto paso en la espiral descendente del pecado es que conduce a la muerte. El último paso en este sombrío camino del versículo 21 al 32 es el hecho de que algunos no sólo hacen lo malo, sino que “aprueban” tales actos en los demás (versículo 32). 6 Estos son los seis terribles efectos de estar separados de Dios.

En la segunda mitad de Romanos 1, Pablo condena categóricamente los pecados del mundo gentil. Podemos escuchar un “amén” de parte de los judíos y sus seguidores. Pero cuando Pablo tiene a los “buenos” de su lado, arroja la segunda bomba en Romanos 2:1: “Por esto tú, hombre, quienquiera que seas, eres inexcusable cuando juzgas. Porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas, practicas lo mismo”.

En el libro Palabras de vida del Gran Maestro, se señala correctamente que: “No hay nada que ofenda tanto a Dios, o que sea tan peligroso para el alma humana, como el orgullo y la suficiencia propia. De todos los pecados, es el más desesperado y el más incurable“ (p. 119) Sin dudas, quien tiene suficiencia propia y presunción no siente la necesidad de arrepentirse o de buscar a Dios. No hay nada que ofenda tanto a Dios, o que sea tan peligroso para el alma humana, como el orgullo y la suficiencia propia. De todos los pecados es el más desesperado, el más incurable. {PVGM 119

Aplicación: 1 Corintios 4:5 dice: "No juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor". Únicamente a Dios le pertenece el acto de decidir el caso de cada persona, pues es el único que conoce lo oculto. 1

Aplicación: 2 Cristo es la única esperanza. Elena de White escribió: “¡Cuán pocos refrenan sus pasiones porque se sienten bajo la obligación moral de hacerlo, y porque el temor de Dios está ante sus ojos! " Para un corazón corrompido, Cristo es la única esperanza. 2

Aplicación: ¿No crees que es hora de comenzar una vida de confianza sencilla e inocente, no creyendo en el sentimiento humano, sino en Jesús, el Autor y el Consumador de nuestra fe? 3

Para reflexionar Los seres humanos tenemos dificultades para comprender y valorar el glorioso evangelio de la salvación divina negando o subestimando la realidad de nuestra condición pecaminosa. Te invito a mirar a Jesús y discernir el contraste entre la inmensidad de Dios y la pequeñez humana. Entonces te entregarás a Dios.

Texto: Pr. Edison Choque Diseño: Elkeane Aragão Adaptación gráfica & Textos en español: Rolando Chuquimia Distribución: Recursos Escuela Sabática © www.escuela-sabatica.com