web:https://ppssdeangel.wordpress.com/ 20 pueblos medievales en España “Adiemus” Enya web:https://ppssdeangel.wordpress.com/
Ainsa-Huesca Ubicado en la confluencia de los ríos Ara y Cinca, Aínsa es una histórica villa construida sobre la diversidad cultural de celtas, musulmanes, romanos y cristianos. Visitar esta localidad supone hacer un viaje en el tiempo, que nos lleva a pasear por las viejas calles del casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965, y visitar su castillo construido entre los siglos XI y XVII; la muralla y sus puertas; la plaza Mayor fortificada o la Iglesia de Santa María, del siglo XII y declarada Monumento Nacional.
Albarracín- Teruel La ciudad medieval de Albarracín está emplazada en la colina de los Montes Universales, asentada en el istmo y la península que forma el río Guadalaviar. La localidad está rodeada por un foso defensivo natural, completado por un cinto de murallas que culmina en el Castillo del Andador. El trazado de sus calles, adaptado a la topografía, destaca por sus escalinatas y pasadizos y completan una amplia variedad de monumentos como la Iglesia de Santa María, la Catedral y el Palacio Episcopal, sin olvidarnos de las mansiones señoriales.
Alquézar-Huesca La villa medieval de Alquézar se alza sobre el Cañón del Río Vero, un entorno único en el que se yergue majestuosa la Colegiata de Santa María la Mayor, antes fortaleza y ahora declarada Monumento Nacional. Construida como fortaleza musulmana en el siglo IX por orden de Jalaf ibn Rasid, su importancia fue tal que dio lugar al nombre de la villa, Alquézar (la fortaleza). La localidad, declarada Conjunto Histórico Artístico, aún conserva un portalón gótico de acceso a la villa, la antigua Plaza Mayor y una plaza porticada.
Besalú (Girona) Situado en la comarca de la Garrotxa y a 150 metros de altitud, Besalú es uno de los conjuntos medievales más importantes y mejor conservados de Cataluña. El origen de la población gerundense se encuentra en el castillo, una fortaleza ubicada entre los ríos Fluvià, al sur, y Capellades, al norte, lo que favoreció el asentamiento de población, convirtiéndose en punto de encuentro de culturas. Su gran valor arquitectónico, que incluye templos religiosos y edificios civiles, le valió ser declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional en 1966.
Buitrago de Lozoya-Madrid Sobre un promontorio rodeado por el río Lozoya, en pleno Valle Medio de Lozoya, se encuentra Buitrago, una localidad que se sitúa a los pies de Somosierra. Su muralla, medieval, musulmana, castellana y cristiana, rodea el casco histórico, donde destacan su castillo o alcázar, situado junto a la Iglesia de Santa María del Castillo, y la Torre del Reloj.
Calatañazor-Soria La pequeña aldea de Calatañazor es una auténtica reliquia medieval. La calle principal nos permite ir de la plaza junto al castillo al Ayuntamiento para disfrutar de construcciones de piedra, madera de enebro y adobe. El pueblo soriano, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1962, se alza sobre una roca que domina la vega del río Abión. En esta pequeña cápsula del tiempo podemos visitar los restos de un castillo, las murallas y tres iglesias.
Castellfollit de la Roca-Gerona Formado por calles y plazas estrechas, el casco antiguo de Castellfollit de la Roca es de origen medieval. Sobre la espectacular pared de basalto sobre la que se asienta la pequeña localidad se encuentra la Iglesia de Sant Salvador, cuya imagen, junto a la de las casas al borde del precipicio, es una de las más perseguidas por los turistas que visitan la zona. El edificio religioso actual ha sido remodelado en diversas ocasiones, si bien se tiene constancia de su existencia ya en el siglo XIII.
Frías- Burgos Frías, la ciudad con menos habitantes de España, tiene su origen en el siglo IX y en la repoblación del valle llevada a cabo durante le reinado de Alfonso VIII. El casco urbano medieval está considerado Conjunto Histórico-Artístico. Entre las maravillas que pueden encontrarse en sus calles tenemos el castillo, la Iglesia de San Vicente, las puertas de acceso a la localidad, el puente y la muralla.
La Alberca-Salamanca Durante los siglos XII y XIII, La Alberca vivió la repoblación ordenada por el rey Alfoxon IX. El hallazgo de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia en 1434 convirtió la localidad y el santuario construido posteriormente en lugares de peregrinación. Desde 1940 el casco urbano de la villa salmantina está considerada Monumento Histórico-Artístico y un paseo por sus calles, rodeadas de edificios de piedra y madera, nos trae un regusto medieval.
Montefrío-Granada Montefrío está considerado por la revista National Geographic como uno de los 10 pueblos con las mejores vistas del mundo. Levantado sobre un cerro, corona la villa el castillo construido sobre los restos del antiguo castillo nazarí, fundado en 1352 por orden de Abú-Abdalá Jusuf. Entre su enorme patrimonio histórico encontramos la Iglesia de la Encarnación y el Hospital de San Juan.
Morella-Castellón Presidiendo Morella se encuentra la colina La Mola, desde donde el castillo de la localidad castellonense se alza majestuoso a 1.000 m. sobre el nivel del mar. El excelente estado de conservación del castillo nos permite visitar la plaza de armas, el aljibe y la torre de Pardals. Otras de las joyas que esconde la villa son las murallas medievales y el acueducto de Santa María.
Olite-Navarra Ubicada en el centro geográfico de Navarra, Olite es una pequeña ciudad que fue sede real durante la Edad Media. El castillo-palacio que domina la localidad fue declarado Monumento Nacional en 1925 y es el ejemplo más notable del gótico civil de la zona. Las estrechas calles de Olite nos trasladan a caserones de piedra con escudos de armas y aleros de madera, iglesias y galerías medievales, además en nuestra visita, también podemos disfrutar del recinto amurallado romano.
Pedraza-Segovia Declarada Conjunto Monumental en 1991 y reconocida con el Premio Europa Nostra por la rehabilitación respetuosa realizada en sus viejos edificios y su entorno amurallado, Pedraza es una de las villas medievales mejor conservadas de España. La localidad segoviana emerge sobre un cerro, dejando ver tras su muralla la plaza porticada en la que se encuentran los palacios y casonas de la antigua nobleza o la Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XIII.
Peñafiel-Valladolid En lo alto de un cerro, el castillo de Peñafiel vigila la villa medieval que se extiende en la Ribera del Duero. Aunque su aspecto actual es producto de una intervención de los siglos XIV y XV, el castillo comenzó a construirse en el siglo X y fue declarado Monumento Nacional en 1917. La localidad vallisoletana creció junto a la fortaleza, llegando a ser un núcleo próspero con numerosas iglesias y un importante movimiento artístico, de cuyo patrimonio aún perduran la Plaza del Coso, la Torre del Reloj y la arquitectura popular.
Peratallada-Girona La villa de Peratallada, en el municipio de Forallac, creció en torno al castillo-palacio de la baronía del linaje de los Peratallada. El núcleo fortificado se ubica sobre una base de roca natural, cortada para darle verticalidad, que protege el castillo-palacio y su torre del homenaje, construidos entre los siglos XI y XIV. Destacan también la Iglesia de Sant Esteve, del siglo XIII, y el foso excavado en la roca viva que rodea la población. El pueblo, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1975 y Bien Cultural de Interés Nacional en 2008, es uno de los núcleos arquitectónicos medievales más importantes de Cataluña.
Ronda-Málaga Murallas, palacios de la época nazarí, puertas de acceso a la ciudad… las calles de Ronda esconden los vestigios medievales de la localidad, una de las más antiguas de Andalucía. Su casco antiguo ha sido declarado Bien de Interés Nacional y en la Puerta de Almocábar es imposible no percibir el espíritu medieval. Si bien lo que más destaca de Ronda sea el Puente Nuevo, sus calles albergan auténticos tesoros históricos.
Rupit y Pruit-Barcelona Calles empedradas, casas rústicas de los siglos XVI y XVII, la iglesia barroca de Sant Miquel y el puente colgante de madera son algunas de las maravillas que se esconden en Rupit y Pruit, dos villas medievales que se enclavan en la zona de Collsacabra, en la comarca barcelonesa de Osona. Destaca la pared que surge sobre una gran peña que domina el pueblo, donde se encuentran los restos del castillo.
Santillana del Mar-Cantabria No es 'santa', ni 'llana' ni tiene 'mar', pero Santillana del Mar es una de las localidades con mayor valor histórico-artístico de nuestro país, no en vano en ella se encuentran las Cuevas de Altamira. La villa es una de las citas imprescindibles de cualquier turista que visite Cantabria. La población se desarrolló en torno al Monasterio de Santa Juliana, del siglo IX, que dio paso a la colegiata del mismo nombre tres siglos más tarde. Entre sus construcciones civiles más antiguas tenemos las torres de Merino y Don Borja y podemos visitar sus empedradas calles medievales en las que encontramos talleres artesanos y espléndidos edificios.
Sigüenza-Guadalajara Convertido en Parador Nacional, el castillo de Sigüenza es uno de los castillos medievales mejor conservados de España. Construido en 1123 tras la invasión árabe del siglo VIII, época en la que se construyó la alcazaba árabe, el castillo es el punto de partida de las murallas, cuyos restos aún se conservan, al igual que las puertas y las torres. La Catedral, la Casa El Doncel y la Plazuela de la Cárcel son los monumentos más destacados de la localidad manchega.
Tossa de Mar-Girona Tossa de Mar es la única población medieval fortificada que aún se conserva en el litoral catalán. El recinto amurallado de la Vila Vella fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931. La muralla, con muros almenados, fue construida a principios del siglo XIII y en el lugar en el que se ubicó el castillo actualmente se alza el faro, aunque aún pueden visitarse los cuatro torreones y las tres torres cilíndricas rematadas con matacanes.