Virtudes Humanas Fr. Nelson Medina, O.P.
Hay cualidades que son apreciadas en todas partes Encontramos que hay características de comportamiento humano que son aprobadas, enseñadas o celebradas en prácticamente todas las culturas. Esas cualidades nos están diciendo algo sobre la naturaleza humana. Su universalidad sólo puede provenir de un bien que es propio del ser humano simplemente por ser humano.
Hay además virtudes que se ve que “giran” en torno a otras virtudes Las virtudes que sirven de eje, o centro de giro, a otras, son llamadas “cardinales” porque “cardo” en latín se refiere al mecanismo antiguo que permitía girar a las puertas antiguas. Aunque las virtudes humanas son muchas se puede decir que todas giran en torno a cuatro virtudes mayores o “cardinales”
Las cuatro virtudes cardinales
Pensar bien qué hay que hacer: eso es lo propio de la prudencia. Es la virtud muy necesaria a los jefes, los líderes, los educadores… Supone capacidad de anticiparse a las consecuencias, y de sopesar lo bueno y lo malo a mediano o largo plazo. Prudencia
Justicia Dar a cada quien lo suyo: eso es lo propio de la justicia. Es la virtud propia de quienes construyen mirando al futuro, en su propia vida o en su comunidad. Supone capacidad de descubrir a tiempo a quiénes se está omitiendo o maltratando. Justicia
Fortaleza Afrontar lo arduo: eso es lo propio de la fortaleza. Es la virtud propia de quienes emprenden cosas difíciles o saben mantenerse firmes en circunstancias adversas. Supone capacidad de ver a través de los obstáculos y apreciar los bienes que se quieren preservar o conquistar. Fortaleza
Tener dominio de sí ante el atractivo del placer: eso es lo propio de la templanza o temperanza. Es la virtud propia de quienes han cultivado una sana disciplina para preservar su libertad y sobriedad. Supone capacidad de apreciar los bienes superiores. Templanza