MOVIMIENTOS DE PROTESTA: CAMPESINOS Y OBREROS
Los mantenían en malas condiciones y con salarios muy bajos. LOS CAMPESINOS Los campesinos perdieron sus tierras y tuvieron que trabajar en las grandes propiedades de los empresarios y hacendados. Los mantenían en malas condiciones y con salarios muy bajos. Los gobernantes reprimieron los levantamientos, el pueblo maya tomo las armas en 1847 y no pudieron derrotarlo hasta 1903. En Sonora los indios yaquis se enfrentaron al gobierno en constantes batallas hasta 1909. En Chihuahua, los Tomochic en 1891, un centenar de colonos resistió durante semanas los ataques del ejercito. La resistencia de estos grupos indígenas fue sofocada mediante la deportación, que afecto a los rebeldes y sus familiares. El gobierno puso a la venta las tierras comunales y de la iglesia, ofreciéndolas a quienes tuvieran recursos para adquirirlas (latifundios). La jornada de trabajo era de 12 a 15 horas diarias y su sueldo era de 30 centavos. Durante el Porfiriato el campo y la vida rural experimentaron grandes transformaciones.
Los trabajadores recibían mejores salarios que los campesinos, se les pagaba con vales en lugar de dinero. El crecimiento industrial tenia como base el sufrimiento de los trabajadores y la violación de sus derechos. Los obreros se organizaron en sindicatos(agrupaciones de trabajadores) utilizando las huelgas. En el valle de Orizaba se creo el Gran Circulo de Obreros Libres, compuesto por trabajadores de la industria textil. El Gran Circulo estableció alianzas con el Partido Liberal Mexicano, fundado en 1906 por un grupo de políticos e intelectuales, quienes se oponían al gobierno de Díaz. En 1906 estallaron huelgas y los trabajadores consiguieron algunas mejorías. El gobierno permitió que los norteamericanos entraran en el país para pelear contra los mineros de Cananea; envió al ejercito para reprimir a los obreros de Rio Blanco, Veracruz en 1907. La matanza de decenas de trabajadores fue el resultado, mostrando a todo el mundo la cara autoritaria de su régimen. LOS OBREROS
LA PAZ PORFIRIANA