Investigación y Movimientos Sociales Abril 8 y 9 /2005 Mesa de trabajo 1 Contexto y movimientos sociales contemporáneos COORDINADORA MARTHA VALDERRAMA Seminario Investigación y Movimientos Sociales Abril 8 y 9 /2005 Departamento de Trabajo Social

Fuentes Archila, Mauricio. Línea de movimientos sociales del Cinep. Sarmiento Anzola, Libardo Foro de las Américas por la diversidad y la pluralidad. Foro Social Latinoamericano (Ecuador 2004) Informes COHES sobre desplazamiento forzado. Fuentes

PREMISAS La situación social Colombiana establece otros desafíos a la protesta social (acción social colectiva). Estas protestas se localizan, en esencia, en las luchas por la diversas formas de explotación, inequidad y exclusión social. Se identifican múltiples medios y escenarios de expresión de los movimientos sociales, con permanencia en el tiempo y con desarrollos significativos en el nivel propositivo. La protesta social antes que disminuir ha aumentado en el presente periodo presidencial. Se observa un cambio en las demandas, los actores y la geografía de las protestas.

Las demandas, sin bien involucran las condiciones materiales de sobrevivencia, en las dos últimas décadas se evidencia un incremento significativos de las luchas por la violación de los derechos humanos y al DIH. Se modifican los repertorios de las protestas, lo cual puede estar evidenciando una adecuación de las formas de acción colectiva a las formas de represión del gobierno de Uribe. La tendencia de la movilización social respecto a los actores insinúa la disminución de protestas por parte de obreros, estudiantes y campesinos. Se visibilizan con mayor énfasis las luchas de pobladores urbanos, trabajadores independientes, grupos étnicos minoritarios, homosexuales, ambientalistas, grupos antiglobalización, gremios (transportadores). Esto evidencia diversidad de agentes y móviles, superando la identidad exclusiva de la acción social colectiva en términos de clase.

Coincide desde la perspectiva territorial, la protesta social en los departamentos donde se identifican mayores índices de violencia política. Las luchas se dan en zonas donde se concentran mayores recursos económicos y sociales y aquellas donde se identifican nuevas fuentes de riqueza (Antioquia, Santander, Valle, Atlántico, Bogotá). El contenido social de las luchas en estas zonas se orienta más por la inequidad en la distribución de la riqueza que por la carencia de bienes y servicios. Como asuntos centrales de acción social se resalta en razón de la defensa de los D.H., la violencia, las luchas por el territorio y la denuncia del impacto negativo de la globalización y de las negociaciones del ALCA y el TL. Lo anterior indica nuevos horizontes socio políticos en los que se mueve de manera creciente la protesta social en el país.

Contextos explicativos El conflicto armado. La globalización. Mutaciones a las formas organizativas y de protesta. Repolitización de lo social. Nuevas identidades.

El conflicto armado El conflicto armado gana presencia en la agenda de los movimientos sociales como efecto de su degradación y de la crisis humanitaria de genera. No obstante, la violencia tiene efectos contrarios: inhibe o estimula la acción social. La debilidad y precariedad del Estado Colombiano para atender el conflicto armado es campo de estímulo de la protesta social. No obstante, la penalización y sanción de la protesta en un gobierno autoritario enrarece el ambiente para el debate democrático y la protesta social. En consecuencia se destacan las luchas sociales por la paz y algunos actos puntuales, pero significativos, de resistencia civil contra actores armados, incluidas las fuerzas armadas estatales. En este contexto son significativas las luchas de mujeres, indígenas, campesinos, obreras y pobladores urbanos de sectores populares, por que demandan desde la perspectiva de los DH y del DIH, el respeto a la población civil.

La globalización Apertura del mercado, disminución del Estado, recorte del gasto social, privatización de lo públicos, flexibilización del empleo, desprotección del agro y la industria, implementación de estrategias como la apertura económica, el plan Colombia, la agenda norteamericana ante los cultivos ilícitos y el terrorismo, el Tratado de Libre Comercio y el Alca, configuran el rostro de un proceso de globalización arrolladora que afecta las condiciones materiales de sobrevivencia, incrementa la pobreza y la indigencia y disminuye la representatividad de las organizaciones sociales. En respuesta a lo anterior las luchas que enfrentan la globalización en un plano mundial empiezan a ser significativas para denunciar las políticas oficiales de turno, protestas contra el Plan Colombia, el Alca, la guerra de Irak, lo cual insinúa la presencia de un incipiente cosmopolitismo que será preponderante en las lógicas de movilización futura. Por otra parte, si bien los movimientos sociales han tenido alguna proyección internacional, sólo recientemente se hace explícita esta dimensión global en los fines y medios. Presencia de cooperantes internacionales en las movilizaciones, establecimiento de nuevas alianzas y redes solidarias o de lucha compartida, expresan un cierto nivel de desterritorialización de los conflictos.

Mutaciones a las formas organizativas y de protesta Aparente debilidad organizativa de los movimientos sociales con persistencia en la protesta y en la riqueza organizativa. Agotamiento de las formas organizativas tradicionales. Incremento de la participación de ONG en la organización y movilización social, como animadoras de las luchas sociales. Intentos novedosos de renovación organizativa y emergencia de otros campos de protesta y grupos: género, indígenas, sector no formal de la economía. Renovación de las modalidades de protesta social a causa de debilitamiento de sectores (sindical), la represión y penalización de la protesta. Aparecen como recursos la toma de instituciones, el bloqueo de vías, comparsas de denuncias, resistencia civil, teatro, cultura popular y formas virtuales.

Repolitización de lo social. Un rasgo importante de los movimientos sociales contemporáneos es la mayor fluidez entre lo social y lo político. Formulan sus demandas en términos de derechos. En consecuencia las demandas particulares de los movimientos sociales se inscriben en un terreno amplio que convoca a mayores solidaridades. Se pasa de la denuncia de una carencia al ámbito de la exigibilidad de derechos humanos en su conjunto. La inclusión ciudadana cobra especial relevancia en la agenda de las/los actores sociales. La inclusión abarca los derechos humanos en su conjunto: civiles, políticos, sociales, económicos y culturales. Vinculación de los movimientos sociales a escenarios públicos electorales: cámara, consejo, congreso, administraciones locales y regionales. Esto es paso de los movimientos sociales a la política.

Nuevas identidades Los cambios estructurales en la economía, la política y la cultura repercuten en la composición de los movimientos sociales en Colombia. Se renuevan las identidades asociadas con la participación de la mujer en el escenario público, los aportes de nuevos grupos de desplazados (campesinos, indígenas y afro descendientes) que llegan a las ciudades en condición de desarraigo a luchar por su visibilización y reclamar sus derechos. Son claros los procesos de movilización social exigiendo derechos en perspectiva de género, étnia, ambiente, derecho al trabajo… reforzando a su vez la presencia de nuevas identidades políticas que trascienden las fronteras locales y regionales.

Para resaltar Las condiciones económicas y políticas del país no favorecen el fortalecimiento de la acción social colectiva. No obstante, los movimientos sociales rechazan las exclusiones, las desigualdades y las injusticias. Se oponen a la guerra, a las violencias y a las confrontaciones armadas. Rechazan los efectos negativos de la globalización. Se localizan en el campo de la exigibilidad de los derechos humanos, superando el nivel de la demanda. Renuevan sus formas organizativas y de protesta. Incursionan en lo político – electoral.

Los movimientos sociales en el país construyen nuevas identidades para enfrentar los actuales contextos generados por las lógicas de globalización, de la estructura de los gobiernos autoritarios y represivos, de la guerra, de la penetración norteamericana en la vida económica y política, del incremento de las pobrezas y la exclusión, fortaleciendo la exigencia de condiciones para el ejercicio ciudadano y la construcción de la democracia.