CUIDATE CUIDADOR
5. DEPRESIÓN
DEPRESIÓN Cuidar a una persona en situación de dependencia puede influir negativamente en la manera de ver, vivir y reaccionar ante las diferentes situaciones. Se pueden experimentar sentimientos de tristeza y pena que dificultan la situación de cuidado. Esto es comprensible, pero si llegan a ser de gran intensidad, hay que analizarlos, para que no generen un sufrimiento excesivo.
La señal de alerta está en la presencia de al menos tres de los siguientes síntomas, que se prolonguen por más de 2 ó 3 semanas: Sentimientos de tristeza Falta de interés por actividades que previamente nos gustaba realizar Agotamiento físico y emocional, sentimiento de “no tener fuerzas” Aislamiento Pensamientos negativos Llanto Ideas de muerte Irritabilidad Abandono del aspecto físico Cambios en el sueño Problemas de apetito y cambios de peso
PAUTAS A PONER EN PRÁCTICA: Darse “tiempos personales”, aunque sean cortos. No olvidar a las amistades y divertirse un poco. Pedir ayuda sin esperar que nos sea ofrecida. Conocer nuestros límites y respetarlos. Plantearnos metas realistas.
PAUTAS A PONER EN PRÁCTICA: Perdonarnos si nos equivocamos. Aplaudir nuestras virtudes y premiarnos. No ignorar nuestras propias necesidades. No interpretar miradas, comentarios y actos de los demás como un ataque, no siempre es así. Mejor preguntemos directamente y evitemos malentendidos. La depresión tiene tratamiento. Busquemos ayuda profesional si los síntomas no son pasajeros.
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