Arsénico: un contaminante peligroso y muy presente El arsénico es un elemento químico muy distribuido en la corteza terrestre. Se encuentra en el agua, en la tierra y hasta en el aire. Existe tanto en forma orgánica como inorgánica. Los compuestos de arsénico inorgánico (como los que se encuentran en el agua) son extremadamente tóxicos, mientras que los compuestos de arsénico orgánico son menos perjudiciales para la salud. El arsénico inorgánico está presente de forma natural en niveles altos en las aguas subterráneas de varios países entre ellos la Argentina, Bangladesh, Chile, China, la India, México y los Estados Unidos. La Organización Mundial de la Salud y en forma local el Código Alimentario Argentino establecen como límite máximo admisible la concentración de 0,01 mg/l en el agua potable. En Argentina la contaminación natural con arsénico de las aguas subterráneas se extiende a las provincias de Córdoba, La Pampa, Santiago del Estero, San Luis, Santa Fe, Buenos Aires, Chaco, Formosa, Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, San Juan y Mendoza. En cada una de las provincias afectadas, pueden encontrarse diferentes situaciones. Hay localidades que tienen provisión de agua a través de una red de distribución, pero si estas no cuentan con una planta de remoción de arsénico, el agua distribuida probablemente contenga niveles de arsénico superiores a 0,010 mg/l. El contenido de arsénico en las muestras de agua de perforaciones es variable, hay perforaciones con bajo contenido de arsénico y otras con un exceso del mismo. Es importante el análisis ya que el agua puede estar contaminada y aún así tener buen “sabor”.

Riesgo para la salud Las principales fuentes de exposición son: el agua destinada a consumo humano, los cultivos regados con agua contaminada y los alimentos preparados con agua contaminada. La absorción por piel del arsénico es muy inferior a la ingesta. Los efectos de exposición al arsénico por agua contaminada son crónicos, los primeros síntomas se observan generalmente en la piel e incluyen cambios de pigmentación, lesiones cutáneas y durezas y callosidades en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Estos efectos pueden ser precursores de cáncer de piel. Además de cáncer de piel, la exposición prolongada al arsénico también puede causar cáncer de vejiga y de pulmón.  Prevención y control  Para disminuir los riesgos asociados con la exposición la OMS aconseja -Discriminar entre las fuentes de abastecimiento con altos niveles de arsénico y las fuentes con bajos niveles de arsénico. Esto puede realizarse mediante un simple análisis de agua. -Mezclar agua con bajos niveles de arsénico con agua de concentración más elevada a fin de conseguir más cantidad de agua con un nivel de concentración aceptable. -Instalar sistemas de eliminación del arsénico – ya sea de manera centralizada o a nivel doméstico.