¿Fariseo o Publicano ?

El domingo pasado, la necesidad de la Oración perseverante era una llamada muy actual al hombre moderno, tan ocupado y preocupado con tantas cosas, que casi no le sobra tiempo para sí mismo. Y el tiempo que sobra lo gasta en la TV u otras diversiones. Mas no basta rezar, es preciso rezar bien...

Y ¿cuál es el espíritu que debe animar nuestra oración para que sea agradable a Dios y provechosa para nosotros? Las lecturas de la Liturgia de hoy nos dan una respuesta. En la 1ª Lectura, Dios afirma que escucha la súplica de los HUMILDES: “Los gritos del pobre atraviesan las nubes.." (Eclo 35,15a-17.20-22a) Nuestra oración solo tiene valor y es acogida por Dios, cuando parte de un corazón pobre, humilde y justo y es solidaria con todos los oprimidos y empobrecidos.

En la 2ª Lectura, Pablo, anciano, preso, condenado a muerte, medita y reza sobre su VIDA... (1Tm 4,6-8.16-18) “He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe..." * Es el testamento de alguien que está con la consciencia del deber cumplido y aguarda con humildad y confianza la recompensa de Dios.

En el Evangelio, Jesús muestra la ORACIÓN HUMILDE de un pecador, que se presenta ante Dios con las manos vacías, mas dispuesto a acoger el Don de Dios. (Lc 18,9-14) - Los destinatarios de la Parábola del Fariseo "santo“ y del Publicano "pecador" son: "algunos que se sentían seguros de sí mismos, y despreciaban a los demás". - Los dos rezan en el Templo: uno espera la recompensa y el otro la misericordia... El modo de rezar de los dos es muy diferente: El Fariseo por el camino del orgullo, el Publicano por el camino de la humildad.

+ El FARISEO: delante... "de pie"... reza satisfecho por lo que es y por lo que hace: Su oración es larga: es una arrogante exaltación de si mismo. Agradece a Dios por no ser como los demás, en lo que solo ve errores y pecados. - Es autosuficiente: no necesita de Dios y desprecia a los hermanos. Su Salvación no es don de Dios, sino conquista de sus “buenas obras".

+ El PUBLICANO: atrás... con la cabeza baja... golpeando el pecho... Reconoce con humildad la soberanía de Dios y la propia pequeñez... él precisa de Dios y acepta la salvación que Dios le ofrece. - Su oración es breve: se reduce a pedir perdón: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador..."

+ A primera vista, daría la impresión de que el fariseo era malo y el publicano bueno. Sin embargo, el fariseo era “buen practicante“ y el publicano practicaba injusticias. Mas, quien se comportaba bien fue condenado y el pecador salió "justificado". El fariseo ofreció sus obras, el publicano su miseria y sus pecados... - Y Jesús concluye: "Quien se exalta será humillado, y quien se humilla será exaltado". La Parábola nos habla de DOS TIPOS de Personas:

+ El Fariseo es modelo de hombre "justo", cumplidor de todas las leyes, que lleva una vida impecable. Nadie lo puede acusar de acciones contra Dios, ni contra los hermanos. Está contento por no ser como los otros. Va a misa todos los domingos... Paga el diezmo... Se confiesa de vez en cuando... Mas en la confesión “no tiene pecados". Solo tiene buenas obras a declarar... En la Oración, en vez de alabar a Dios, se alaba a si mismo y desprecia al pecador.

Unas prácticas religiosas bien observadas le dan la seguridad de la salvación. * CRISTO quiere una religión en espíritu y verdad, con el mandamiento del amor. y él la reduce a unas obligaciones, para estar el día con Dios... + El Publicano es modelo del hombre humilde, que se reconoce pecador. Siente la necesidad de Dios, confía en Él y le ofrece su pobre corazón abatido. * Acepta con humildad los medios de la Confesión, de la Misa y de la Comunión. No se considera mejor que los otros... Ni los juzga...

+ Los nuevos Fariseos... El FARISEÍSMO es una actitud religiosa que nos impide vernos como somos y trastorna nuestra relación con Dios y con los hermanos. Nadie está exento de esta perenne soberbia humana. PUBLICANOS son todos aquellos que toman conciencia de sus errores y piden perdón.

+ ¿Cuáles son los sentimientos que animan nuestro corazón en la oración? - ¿Los del Fariseo o los del Publicano? - ¿Cómo pretendemos volver a casa? -¿No será que muchas veces imitamos la posición de suficiencia del fariseo? - En lugar de escuchar a Dios y sus exigencias, ¿preferimos invitarle a que admire la buena persa que somos? ¿No seria mejor, colocarnos al lado del publicano, reconociendo con humildad nuestra condición de pecadores, confiando en la misericordia de Dios?.

P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS - 23-10-2016 Así volremos a casa participando más perfectamente de su justicia y de su santidad. Con este espíritu, continuemos nuestra oración, para que ella sea realmente agradable a Dios y provechosa para nosotros. P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS - 23-10-2016

MI DOMINGO Música: O Fariseu e o Publicano con la Palabra de Dios Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto Traducción: P. José Luis Uranga, CMF, Música: O Fariseu e o Publicano Pe. Zezinho Paulinas COMEP Acceso a la Dirección: http://www.buscandonovasaguas.com