“Cómo fomentar la autoestima de nuestros hijos” Departamento Orientación Enero 2010 Carmen Mª Pérez Quintana Susana Alba Cardeli

Pero ¿qué es la Autoestima? “La autoestima es aquello que sentimos, pensamos o manifestamos acerca de nosotros mismos. Es decir : la forma en que nos valoramos, y esa valoración depende de nosotros pero también de “ cómo nos vean y nos transmitan su visión los demás”.

La autoestima infantil La autoestima infantil es el grado de satisfacción que el niño tiene consigo mismo. Cuando nace el bebe, se establece una estrecha relación entre el recién nacido y sus padres, sobre todo con la madre. Se fomenta así un fuerte vínculo que va a favorecer el inicio de la autoestima, ya que este sentimiento de sentirse querido y protegido por sus padres posibilitará que el bebe se perciba como alguien importante y valioso.

La autoestima infantil La imagen que tenemos de nosotros mismos no es algo heredado, sino aprendido de nuestro alrededor. Los padres son para sus hijos espejos a partir de los cuales el niño va construyendo su propia identidad. En la edad infantil los padres son para sus hijos las personas más importantes, por eso, la imagen que el niño cree que tienen de él es muy importante.

La autoestima infantil A medida que va creciendo, adquiere más autonomía y un mayor conocimiento del mundo exterior, ampliando su relación con otros familiares, compañeros, profesores, vecinos, etc. Lo que éstos digan y opinen sobre el niño será muy importante para el desarrollo de la autoestima.

La autoestima en la adolescencia Es uno de los períodos más críticos para el desarrollo de la autoestima: IDENTIDAD. Es una etapa de cambios (físicos, socio-afectivos, cognoscitivos,..etc.), una crisis evolutiva. En esta etapa, por sus peculiares características, la autoestima tiende a disminuir, a debilitarse.

La autoestima en la adolescencia Sentimientos propios del adolescente: Sentimiento de inseguridad: a veces sufren a causa de los cambios físicos que van notando y que no siempre van parejos con el crecimiento emocional, puesto que la pubertad, es decir la madurez física, siempre precede a la psíquica, con lo que a veces se encuentran con un cuerpo de adulto, que no corresponde a su mente, y por lo tanto no se reconocen, y pueden sentir una fuerte falta de confianza en sí mismos. Complejos físicos: la necesidad de aceptación en el grupo, los modelos sociales que imponen los medios de comunicación, los estereotipos,..etc.

Niños con alta autoestima Son niños que se muestran seguros de sí mismos. Tienen un concepto realista de sus puntos fuertes y débiles. Se aceptan a sí mismos y a los demás. Son estables emocionalmente. Tienen una conducta independiente y autónoma (teniendo en cuenta su edad) Son optimistas respecto del futuro.

Niños con baja autoestima Se responsabilizan de los sucesos negativos que ocurren a su alrededor. Con frecuencia manifiestan un estado de ánimo triste. Suelen utilizar frases del tipo: “Todo me sale mal”, “No le gusto a los demás”, “No sirvo para nada”...

Niños con baja autoestima Se muestran insatisfechos con lo que hacen. Se fijan exclusivamente en lo que no les gusta de su aspecto y se ven múltiples defectos. Se sienten incapaces de hacer las cosas por sí mismos. Sienten muchas dudas cuando tienen que tomar una decisión. Son negativos respecto a sus posibilidades.

Niños con baja autoestima Manifiestan que los demás no les tienen en cuenta y les rechazan. Creen que no tienen habilidades para las actividades físicas. Creen que son menos inteligente que los demás. Piensan que a los demás les cuesta menos estudiar que a él.

El efecto Pygmalión “Pygmalión fue un rey de Chipre que se enamoró de una estatua de marfil que él mismo había realizado, la esculpió con admirable arte y belleza, de manera que se enamoró de su obra. Le pidió a Venus que le diera vida y se casó con su creación. El buscaba la mujer perfecta y, tanto fue su deseo que cuenta la leyenda que la piedra se hizo carne”.

El efecto Pygmalión en la educación de los niños. Los padres que son Pygmaliones positivos se caracterizarán por: Mantendrán unas expectativas justas y reales sobre sus hijos. Si esperamos menos, su rendimiento y actitud estarán por debajo de sus posibilidades. Si esperamos demasiado, causaremos una alta frustración en el niño, lo que le llevará a una baja autoestima y un bajo rendimiento en todas las áreas (social, académico, afectivo..)

El efecto Pygmalión en las escuelas: “accelerated schools” En Estados Unidos, se sitúan en zonas pobres con niveles altos de fracaso escolar. Tratan a los estudiantes como si fueran superdotados, lo que hace que se sientan más confiados y seguros. Se demuestra que, curiosamente los resultados mejoran.

Estilos educativos y autoestima Hablamos de 4 tipos de padres: Padres autoritarios Padres superprotectores Padres permisivos o muy permisivos Padres moderadamente autoritarios

Padres autoritarios Los padres que son autoritarios se caracterizarán por: ellos toman las decisiones unilateralmente, son poco dialogantes, los hijos serán incapaces de hacer nada porque siempre tendrán miedo, no enriquecen la personalidad de sus hijos sino que la anulan.

Padres superprotectores Los padres que son superprotectores se caracterizarán por: tampoco favorecen a los menores, serán chicos tímidos, inseguros, incapaces de tomar decisiones, exceso de control paterno afectivo, “chantaje emocional”, “¿te vas a ir?”, “¿me dejas sola?”, “yo que siempre me sacrifiqué..”

Padres permisivos o muy permisivos Los padres que son permisivos se caracterizarán por: padres “colega”, suelen ser padres inmaduros, despreocupados o con pocos recursos, que ceden ante cualquier petición de los hijos, estilo muy perjudicial, los niños crecerán sin patrones adecuados de conducta, no podrán identificarse con un modelo paterno, porque no lo han tenido.

Padres moderadamente autoritarios (I) Sería la postura adecuada para un buen desarrollo emocional, psicológico e intelectual del niño. normas claras y sin contradicciones, padres creíbles, coherentes, mantienen las decisiones que toman, razonándolas previamente, no exigen a sus hijos lo que ellos no son capaces de realizar, mantienen el control, no se dejan llevar por la ira, el enfado,..

Padres moderadamente autoritarios (II) son tolerantes con las pequeñas cosas (ropa, peinado, pendiente..) pero exigen las fundamentales, dialogan y dedican tiempo de calidad a sus hijos, comunicación amplia para detectar problemas, disponen de mucha paciencia, son perseverantes,

Padres moderadamente autoritarios (III) valoran todo lo bueno, lo que sus hijos hacen bien aunque sea su deber (como estudiar o recoger su habitación), forman hijos con confianza en sí mismos, con altos niveles de autoestima, autónomos, dan consejos adecuados, pero no imponen siempre su criterio, son padres, no amigos, aunque no son inaccesibles.

Recetas para mejorar la autoestima. Disponibilidad. Dedicar tiempo (¡que es lo que menos tenemos!) a atender a nuestros hijos, a escucharles de forma activa. Comunicación: buscar un momento para interesarnos por sus cosas, mostrando y ofreciendo nuestro apoyo.

Recetas para mejorar la autoestima. Coherencia en los padres y autoexigencia en los hijos. Uno es coherente cuando lo que piensa, siente, dice y hace es una sola y misma cosa. No tiene sentido decirle a los niños desde el sofá: “eh, vosotros, ayudad a mamá a quitar la mesa”. Nuestros mensajes, para reforzar su autoestima, o para cualquier otra cosa, tienen que ser creíbles.

Recetas para mejorar la autoestima. Elogiar y no ridiculizar, los niños necesitan que se les reconozcan las pequeñas cosas, el refuerzo debe ser sincero. Descubrir sus cualidades, que conozcan sus puntos “fuertes”, sus habilidades, les ayudará a sentirse especiales.

Recetas para mejorar la autoestima. Mejorar su imagen corporal, en los adolescentes la apariencia personal es muy importante para sentirse a gusto consigo mismo. Ayudarles a que se acepten a si mismos y comprendan la etapa que están viviendo.

Recetas para mejorar la autoestima. Ayudarle a tolerar frustraciones, no siempre conseguimos lo que queremos, transmitirles que no deben desanimarse si no consiguen sus deseos. Valorar sus opiniones, tener en cuenta sus pensamientos, sus comentarios, valorar su participación y sus ideas.

Recetas para mejorar la autoestima. Celebrar sus éxitos, aprobar un examen, un trabajo limpio, una medalla en una competición deportiva,..etc. Los elogios tienen un poderoso efecto sobre la autoestima: la eleva, la fortalece.

Recetas para mejorar la autoestima. Cuando el niño haga algo mal, hacédselo saber centrándoos en los fallos y no descalificándole como persona. Es muy distinto que le digáis “esto no lo has hecho bien” a “eres un inútil”. Tener unas expectativas realistas de vuestro hijo, si son demasiado altas se sentirá mal consigo mismo por no poder responder a ellas, pero si son demasiado bajas y no le marcamos metas, puede pensar que no sirve para nada.

Recetas para mejorar la autoestima. Interesarse por su vida escolar, los niños pasan muchas horas en el centro escolar y allí les suceden muchas cosas. Interesarse por los estudios, por las relaciones con sus compañeros. Animarles cuando tengan dificultades en algunas tareas, reconocer sus logros escolares.

Recetas para mejorar la autoestima. Es fundamental fomentar su independencia y autonomía guiándole y protegiéndole de lo realmente peligroso, pero sin defenderle excesivamente aunque os resulte más fácil. Debéis ayudarle a tener iniciativa, a experimentar e investigar y en definitiva a crecer para que confíe en sus posibilidades.

Recetas para mejorar la autoestima. Es necesario enseñar a asumir pequeños riesgos, no importándonos que le puedan llevar a equivocarse, animándole y ayudándole a comprender que lo importante es aprender de los errores. Hay que plantear metas y objetivos que estén a su alcance y, una vez conseguidos, enseñadle a sentirse orgulloso de ellos. Si no consigue alguno de estos objetivos, elogiad el esfuerzo que ha hecho por lograrlo, esto aumentará su confianza a la hora de volverlo a intentar.

“ El éxito comienza en el pensamiento “ El éxito comienza en el pensamiento. Si piensas que estás perdido, lo estás. Si piensas que no te atreves, no lo harás. Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás. Si piensas que perderás, ya has perdido. Porque en tu vida encontrarás que el éxito comienza dentro de ti. Todo está dentro de tu mente. Porque muchas carreras se han perdido antes de haber comenzado. Piensa en grande y tus hechos crecerán. Piensa en pequeño y quedarás atrás. Piensa que puedes y podrás. Todo está en ti. Si piensas que estás aventajado, lo estás. Tienes que pensar en la altura para elevarte. Porque la batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana es el que desde un principio creyó que podría hacerlo”. Rudyard Kipling

CÓMO FOMENTAR LA AUTOESTIMA EN NUESTROS HIJOS Hasta aquí la parte teórica, ahora,……a practicar¡