El Regreso del Rey de los Cielos

El Regreso de Jesús el Rey de los Cielos seguirá un orden cronológico: El Rapto de la Iglesia. La Manifestación del Anticristo. La persecución de los santos de Dios.

Instaurar su reino en la Tierra Jesús vendrá en toda su Gloria para tomar el control del mundo. Luego vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y Verdadero. Con justicia dicta sentencia y hace la guerra. Sus ojos resplandecen como llamas de fuego, y muchas diademas ciñen su cabeza. Lleva escrito un nombre que nadie conoce sino sólo él. Está vestido de un manto teñido en sangre, y su nombre es «el Verbo de Dios». Lo siguen los ejércitos del cielo, montados en caballos blancos y vestidos de lino fino, blanco y limpio. De su boca sale una espada afilada, con la que herirá a las naciones. «Las gobernará con puño de hierro.» Apocalipsis 19.11-15 Jesús desplegará su poder para mostrar que el es el Único Rey.

El dominio del mundo ya no estará en las manos de los hombres pecadores, sino en la manos de Jesús el rey de los Cielos. Las naciones de la tierra serán regidas con verdadera justicia, la voluntad de Dios será hecha en la tierra así como se hace en el cielo.

2. Destruir los poderes malignos Jesús derrocará al gobierno del anticristo (Dan. 7-8, 2 Tes. 2) Vi a la bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos, reunidos para hacer guerra contra el jinete de aquel caballo y contra su ejército. Pero la bestia fue capturada junto con el falso profeta. Éste es el que hacía señales milagrosas en presencia de ella, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y adoraban su imagen. Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego y azufre. Los demás fueron exterminados por la espada que salía de la boca del que montaba a caballo, y todas las aves se hartaron de la carne de ellos. Apocalipsis 19.19-21 La Palabra de Jesús aniquilará a sus enemigos.

El mundo perderá la confianza en el hombre y pondrán su confianza sólo en el Rey de los Cielos. Las religiones del mundo comprenderán que Jesús es el camino, la verdad y la vida, que sólo por medio de él se llega al Padre. Los que rechazaron el mensaje del evangelio, no podrán mantenerse en pie cuando Jesús se manifieste y hable.

3. Encerrar a Satanás por mil años Satanás no podrá hacerle frente al Rey de los cielos. Vi además a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Sujetó al dragón, a aquella serpiente antigua que es el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. Lo arrojó al abismo, lo encerró y tapó la salida para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después habrá de ser soltado por algún tiempo. Apocalipsis 20.1-3 Satanás será arrojado al abismo y sus engaños detenidos. Satanás no contaminará el reinado de Cristo en la tierra.

Seremos liberados de la guerra espiritual en la que estamos enfrascados todos los días. Seremos liberados del engaño de Satanás, viviremos libres de la influencia de los poderes demoniacos. Seremos como los ciudadanos del cielo atentos a la voz de nuestro Rey, sin temor al engaño del enemigo.

4. Juzgar a las naciones del mundo Jesús juzgará a los vivos en base a sus enseñanzas. Por haberse preparado para su llegada (Mateo 25.1-13) Por haber administrado sus vidas (Mateo 25.14-30) Por haber mostrado compasión (Mateo 25.31-46) Jesús juzgará individualmente a cada persona.

El único estándar, la única medida será la Palabra de Cristo, por eso Juan dice que él juzgará con vara de hierro. El juicio de Jesús nos ubicará, no habrá confusión, los hipócritas se quedarán sin máscaras. El que permanezca en pie reinará con Cristo los siguientes mil años esperando la redención final.

5. Recompensar a los siervos fieles Jesús cumplirá las promesas de Dios. Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar. Vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años. Ésta es la primera resurrección; los demás muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años. Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. Apocalipsis 20.1-6 Los siervos de Dios resucitarán y reinarán en la tierra.

Los siervos de Dios serán liberados del poder de la muerte, disfrutarán de la vida eterna en esta tierra, hasta que llegue la redención del Universo. Los siervos de Dios disfrutarán de la libertad del cielo aquí en la tierra, Moisés caminará en la tierra prometida junto con Abraham y ambos disfrutarán de su herencia. Los hijos de Israel serán lo que Dios planificó que fuesen un reino de sacerdotes, las tribus de Israel nos enseñarán acerca del Dios de Israel.

6. Gobernar por mil años en el mundo El Gobierno de Jesús descansará en la Palabra de Dios. El Gobierno de Jesús estará conformado por gente activa. El Gobierno de Jesús estará libre de corrupción. El Gobierno de Jesús será como volver al Edén. El Gobierno de Jesús cumplirá el plan supremo de Dios. El Gobierno de Jesús nos facilitará la adoración.

El Gobierno de Jesús será reconocido en el mundo. El Gobierno de Jesús estará conformado por familias. El Gobierno de Jesús será administrado por sus siervos. El Gobierno de Jesús no sufrirá golpes de estado. El Gobierno de Jesús nos llevará a la prosperidad. El Gobierno de Jesús será una ofrenda a Dios.

Conclusión: Necesitamos que el Rey de los Cielos reine en la tierra. Pero debemos estar preparados para ese día, así que pidámosle que antes de establecer su reino terrenal en este mundo contaminado por el pecado, que antes de eso establezca su reino en nuestro corazón. Amén.

LA REDENCIÓN FINAL: La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Romanos 8.19-21