Las emigraciones judías durante la Shoá Alumno: Ariel Izraelewicz Año: 5°KB Profesor: Avi Gonen

El objetivo de la emigración judía Desde el año 1933 al subir el nazismo al poder, Hitler dejó en claro que los judíos no eran bienvenidos en Alemania. Por esa razón el gobierno nazi en un principio negoció con otros países y organizaciones judías como la Sojnut para lograr sacar a los judíos lo más rápido posible de Alemania. Mediante el método legislativo, con leyes que le quitaban a los judíos sus trabajos para dárselos a arios o marcándolos como impuros y no arios, sumadas a la política de arización con la quita de bienes, el nazismo buscó con desesperación la emigración de los judíos.

Negociando con el Enemigo Con la Agencia judía el gobierno nazi firmó el “Acuerdo de transferencia” mediante el cual se alentó de sobremanera la emigración de judíos a Palestina permitiéndole incluso a los judíos tener dos cuentas, una en Berlín y otra en Tel Aviv para que al llegar, pudieran transferir todo su dinero a las cuentas israelíes. Este acuerdo no cumplió con los objetivos esperados por ambas partes ya que la mayoría de los judíos alemanes no estaban dispuestos a abandonar su vida para irse a un país nuevo, en pleno surgimiento, donde serían colonos y deberían trabajar para crear su hogar. Esa emigración de judíos a Palestina durante el régimen nazi fue denominada “La quinta Aliá” y ayudo a que 50.000 judíos se salvaran del horror nazi.

El departamento II 112 y la “Cuestión judía” En un principio, la SS se interesó muy especialmente en tratar la cuestión judía. Su eficacia la transformó en ejecutora de esta política. En 1934 la SD redacta el primer informe de la situación de los judíos en Alemania, en el cual justifica todo su accionar posterior en relación a la expulsión de los judíos. En 1935 se establece dentro de la SD el departamento II 112 encabezado por Adolf Eichmann quien se convertiría en especialista de los asuntos judíos y a través de sus informes describirá el método para lograr su solución. Según su ideología se debía: eliminar completamente a los judíos de la vida económica, incrementar la presión política legal y ampliar las posibilidades para la emigración.

El escape de los intelectuales Desde que llegó al poder en 1933, el régimen de Hitler expulsó “legalmente” a los judíos de sus posiciones profesionales, académicas y docentes, lo que fue extendiéndose a todas sus fuentes de subsistencia. Los judíos comenzaron a desaparecer de la vida pública, y esto a su vez facilitaba aplicarles mayores discriminaciones. Uno de estos académicos era el mismo Albert Einstein quién emigró de Alemania en 1932 a EE UU y posteriormente renunció a la ciudadanía alemana. Einstein también sufrió la política de arización nazi, perdiendo todo sus bienes y su prestigio social. Ya en EE UU, Einstein se hizo un destacado defensor de la causa judía, ayudando a muchos de los refugiados que escapaban de Alemania y apoyo la inmigración judía a Palestina. También el grupo de intelectuales conocido como “El círculo de Viena” , al cual pertenecía Einstein junto con Freud y otros genios de la ciencia, se disolverá producto de la presión política y ascenso del nazismo en Austria y la mayoría de sus miembros escaparon a Estados Unidos.

El “Anschluss” y el “Año decisivo”. En 1938 con la anexión de Austria al reich (anchluss) se manifestaron más evidentemente las expresiones antijudías donde aparecen los tres métodos fundamentales para el tratamiento de la cuestión judía: El método exhibicionista que enfatizó acciones de efecto psicológico y de identificación. El método económico que buscaba el empobrecimiento de los judíos El método policíaco que buscó la emigración de los judíos. Todos estos métodos fueron efectivos pero el más extremo fue el policíaco ya que el departamento II 112 logró obtener informes de las actividades de todas las organizaciones judías y con ello controlarlas. Esta eficaz labor lo destacó a Eichmann quién estableció en Viena la “Oficina Central para la Emigración de Judíos” cuyo objetivo principal era “vaciar al Reich de judíos”.

La conferencia de Evian y el destino de los “Refugiados” En julio de 1938 mediante la convocatoria del presidente estadounidense Roosevelt, se intentó resolver el destino de los refugiados judíos. Luego de la anexión de Austria a Alemania, la situación judía se agravó (500.000 judíos habitaban esos dos países). El resultado de esa conferencia fue negativo ya que los representantes aludieron la imposibilidad de admitir refugiados judíos, salvo República Dominicana, Holanda y Dinamarca. Se estableció un comité intergubernamental para negociar con Alemania. El acuerdo nunca se implementó, pese a los esfuerzos diplomáticos y económicos, ya que la influencia de la Central para la Emigración de los Judíos como el estallido de la Segunda Guerra Mundial truncaron esos objetivos. En septiembre de 1939, aproximadamente 282.000 judíos se habían ido de Alemania y 117.000 de la anexada Austria. De todos ellos, unos 95.000 emigraron a los Estados Unidos, 50.000 a Palestina, 40.000 a Gran Bretaña y unos 75.000 a América Central y del Sur, especialmente a Argentina, Brasil, Chile y Bolivia. Más de 18.000 judíos del Reich alemán también pudieron encontrar refugio en Shanghai, en la China bajo ocupación japonesa.

Menos de 400. 000 judíos emigraron del régimen Nazi Menos de 400.000 judíos emigraron del régimen Nazi. Mientras que censo de judíos europeos ascendía a los 11.000.000.

Argentina, un destino en Sudamérica Desde el año 1933 la Argentina no dejó de recibir corrientes inmigratorias de refugiados judíos provenientes del horror nazi. Muchos ingresaron ilegalmente con visas de turistas por corto plazo y luego se quedaron ilegalmente; otros optaron por declarar ser agricultores y lograron hospedarse en las colonias judías de Moises Ville y Basabilbaso. Al mismo tiempo que Argentina participaba de la conferencia de Evián para solucionar el problema de los refugiados, la Argentina promulgó el “circular Número 11”, firmado por el canciller Cantilo, dónde prohibía el ingreso de judíos provenientes de Alemania. “negar la visación, aún a título de turista o pasajero en transito, a toda persona que fundadamente se considere que abandona o ha abandonado su país de origen como indeseable o expulsado, cualquiera sea el motivo de su expulsión”. Este decreto no detuvo las inmigraciones, por el contrario la Argentina fue el país sudamericano que más judíos refugiados recibía, alrededor de 45.000.

La “Kristallnacht” y su impacto en las emigraciones El 7 de noviembre de 1938, un joven judío llamado Herschel Grynzszpan, cuya familia sufría el terror nazi en Polonia, atentó contra la vida de Ernst Von Rath, consejero de la embajada alemana en París provocando su muerte. Este acto fue utilizado por el gobierno nazi para justificar el posterior pogrom contra los judíos asesinos de la raza superior denominado la Kristallnacht, “La noche de cristal”. Este consistía en ataques indiscriminados hacia sinagogas, comercios, viviendas e instituciones judías en todo el territorio Alemán para impartir terror en la comunidad judía y obligarlos a su emigración de Alemania. Este pogrom dejó un saldo de 91 muertos, 7500 comercios destruidos y 400 sinagogas incendiadas. Así, la Kristallnacht figura como un momento decisivo fundamental en la persecución de los judíos por los nazis, que culminó en el intento de aniquilar a los judíos europeos.

Kindertransport, el rescate de los niños judíos Kindertransport fue el nombre informal de una serie de esfuerzos de rescate que entre 1938 y 1940 llevaron miles de niños judíos refugiados desde la Alemania nazi a Gran Bretaña. Después de la Kristallnacht, el gobierno británico relajó las restricciones de inmigración para ciertas categorías de refugiados judíos. Animado por la opinión pública británica y los esfuerzos constantes de los comités de ayuda para refugiados, las autoridades británicas consintieron permitir el ingreso a Gran Bretaña de niños menores de 17 años provenientes de Alemania y territorios anexados por Alemania. Los ciudadanos u organizaciones debían garantizar el pago del cuidado, educación y eventual emigración hacia fuera de Gran Bretaña de cada niño. A cambio de esta garantía, el gobierno británico acordó permitir que los niños refugiados no acompañados ingresaran en el país con visas de viaje temporarias. Estos esfuerzos de rescate permitieron que alrededor de 10.000 niños se salvaran del horror nazi y finalizó con el comienzo de la Segunda Guerra mundial.

La travesía del buque “Saint Louis”. Este es uno de los casos más emblemáticos de transformación de los métodos de emigración de los judíos que pasaron de ser acordados a ser forzosos, cuando Goering adoptó el “Método de Viena” abandonando las negociaciones por los judíos. Esta travesía partió desde Hamburgo con destino a Cuba el 13 de mayo de 1939 con 930 refugiados, pero se acceso les fue denegado en el país centroamericano, debiendo regresar a Alemania donde fueron rechazados nuevamente. Finalmente el 17 de julio los judíos del barco se dispersaron por Bélgica, Francia, Inglaterra y Holanda. Este viaje representa lo desprotegidos que estaban los judíos y la indiferencia del mundo.

“La solución final”, el principio del fin. Desde el año 1941 Heydrich, uno de los comandantes de las SS, comenzó a planificar la “Solución final a la cuestión judía” ya que temían que los judíos estuvieran agarrados como parásitos a la raza alemana por el resto de los tiempos. Esta solución consistía en la detención y la posterior deportación a los campos de exterminio a todos los judíos de Europa. Una vez que ya habían iniciado las deportaciones y algunos asesinatos, la cúpula de la SS, convocada por Heydrich se reunió en Gross Wannsee, para ultimar los detalles del exterminio en masa del pueblo judío. Ellos se ocuparían de hacer la guerra racial total y final contra el judaísmo. Al ponerse en marcha “La solución final” el gobierno nazi promulgó un decreto mediante el cual “ningún judío podría dejar el territorio Alemán” dando fin a las emigraciones y condenando a millones de judíos inocentes.

¿Por qué no se fueron los judíos de la Alemania Nazi? Por varias razones los judíos no se fueron de Alemania a tiempo: La comunidad judía alemana tenía sentimientos nacionales muy fuertes. Al ser el 1% de la población total, se sentían totalmente parte del pueblo Alemán, incluso muchos habían participado en el ejercito durante la Primera Guerra Mundial Los judíos creyeron que el nazismo era un régimen pasajero, no creían que Hitler llegaría tan lejos. Las condiciones inmigratorias en el mundo eran muy difíciles, prácticamente ningún país aceptó oficialmente a los judíos sino que prefirieron mira hacia un costado. El judío alemán era de clase alta, por lo general, y no quería dejar su status y su vida para arrancar de nuevo en un país diferente.