La violencia hacia la mujer ha estado presente en muchas relaciones de parejas desde muchos años atrás, ninguna mujer esta exenta de sufrir la violencia de parte de un agresor, siendo la mayoría de las mujeres en algún momento de su vida objeto de violencia.

La violencia Domestica se produce en el interior del grupo familiar existen direcciones definidas del maltrato donde especialmente las victimas son los niños, los ancianos y las mujeres; produciéndose ante esta situación de maltrato muchas desigualdades sociales, por cuanto el agresor adopta una conducta humana intencional que trasgrede derechos, ocasiona daños, conlleva al aislamiento de la victima y principalmente busca el sometimiento y control de la misma.

Es el resultado de una mala convivencia en la familia ya sea por motivos circunstánciales, económicos y amorosos. O incidencias graves, insultos, chantajes, amenazas, abuso sexual, prohibición de trabajar fuera de casa, alcoholismo, aislamiento y no respeto de opiniones.

Se evidencian cinco tipos de violencia: Violencia física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, observándose que la violencia psicológica coexiste con todas las demás y existe por si misma. Siempre que hay maltrato físico, sexual o económico hay también maltrato psicológico, pero este último puede existir en su propia especificidad.

La violencia psicológica causa malestar y daño que acumulado estos resultan tan dañino como la violencia física; la violencia sexual siempre tienen grandes consecuencias para la salud emocional de las victimas y muchas veces va acompañada de violencia física, La única persona que puede aquilatar el daño es quien lo sufre, por ello no deben desestimarse las quejas de violencia psicológica.

La dinámica de la relaciones donde existe violencia contra la mujer es muy compleja, hay una alternancia entre amabilidad y maltrato; los conflictos no se resuelven acaban rompiendo toda comunicación posible entre la pareja.

Se considera que hay Violencia Domestica, en un hogar, si hay una actitud violenta repetitiva. Las mujeres se enfrentan a muchos obstáculos cuando son victimas de violencia en cualquiera de sus tipos, entre ellos; impidiéndoles salir del aislamiento, la vinculación afectiva, falta de apoyo familiar y la existencia de una relación de dependencia.

Es importante reaccionar a tiempo por que esta situación puede traer, malas consecuencias y puede influir en el desarrollo, educación y crianza de los hijos.

La violencia contra la mujer se caracteriza por tratarse de un fenómeno crónico que ha estado oculto en la privacidad de muchos hogares, que se ha hecho visible años después de su inicio, aunque los agresores no se encuentran permanentemente afectados por trastornos mentales, muestran sin embargo una presencia abundante de síntomas psicopatológicos (celos, abuso de alcohol, irritabilidad, falta de control de los impulsos, déficit de autoestima, e inseguridad).

Los hombres golpeadores tampoco son felices, son incapaces de expresar emociones adecuadamente, de manejar conflictos y de renunciar a su propia violencia. La mejor solución es el dialogo, el respeto y la armonía en todos los miembros de la familia.

No deben existir Mitos tradicionales de violencia o maltrato domestico. Mito: A las mujeres maltratadas les debe gustar el maltrato o de lo contrario abandonarían a sus parejas. Realidad: Existen múltiples razones de índole emocional, social y económica por las que una mujer no abandona a su agresor. Además, los sentimientos de culpa y vergüenza frecuentemente le impiden pedir ayuda, lo que de ninguna manera signifique que le guste la violencia.

Mito: Los hombres violentos sufren de enfermedades mentales. Realidad: La mayoría de los hombres violentos ejercen lo que creen es su derecho natural de dominio de las mujeres.

Muchas mujeres sufren de violencia, pero la única ranura por donde pueda entrar un alto a tan terrible fenómeno, la tiene cada una de ellas, cuando acepten que son seres humanos con los mismos derechos, y lo más importantes que siempre existirá alguien más que las quiera y las respete.