Aventuremos una acercamiento al proceso del discipulado: “El discipulado al cual Jesús llama es un proceso de aprendizaje que se incorpora en la.

Presentación del tema: "Aventuremos una acercamiento al proceso del discipulado: “El discipulado al cual Jesús llama es un proceso de aprendizaje que se incorpora en la."— Transcripción de la presentación:

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5 Aventuremos una acercamiento al proceso del discipulado: “El discipulado al cual Jesús llama es un proceso de aprendizaje que se incorpora en la circunstancias especifica del Reino “El discipulado al cual Jesús llama es un proceso de aprendizaje que se incorpora en la circunstancias especifica del Reino. Todo inicia bajo el señorío del Kyrios con valores propios que en si se contraponen a los reinos y culturas de este mundo. El discipulado es un compromiso fundamental con el kyrios de la historia, que se desarrolla en dependencia de él, dentro de la realidad del momento histórico en que viven. El objetivo de ese aprendizaje, es la movilización de los discípulos en una misión universal que proclama que “el reino se ha acercado”

6 La palabra que traducimos como discípulo en el idioma original es mathetes. (la raíz del termino indica pensamiento acompañado de esfuerzo.) Que significa más que alumno, significa seguidor, quien guarda la instrucción dada a el y la convierte en la regla de conducta de por vida.

7 El nos llama a entrar en plena guerra con los poderes demoniacos presentes no solo en los niveles individuales, sino también en las estructuras del pecado institucionalizado. El Señor llega a sus discípulos por un proceso en que se va rompiendo la mentalidad “humanista” de sus discípulos y captando la estrategia de la guerra sobrenatural de su reino.

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10 Redescubrimiento de los propósitos de Dios Redescubrimiento de los propósitos de Dios. Redescubrimiento de la nueva sociedad de Dios. Demostrar en el diario vivir una expresión autentica del Reino de Dios. Anunciando el reino, viviendo el anticipo del reino, orando que venga su reino. Un llamado a vivir para morir, sembrar para cosechar, participación activa y dinámica.

11 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 El que no carga su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. 28 Porque, ¿quién de vosotros, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla? 29 No sea que cuando haya echado los cimientos y no pueda terminar, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, 30 diciendo: "Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar." 31 ¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con diez mil hombres es bastante fuerte como para enfrentarse al que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no, cuando el otro todavía está lejos, le envía una delegación y pide condiciones de paz. 33 Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser mi discípulo.