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Adviento es… tiempo de espera y de preparación

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Presentación del tema: "Adviento es… tiempo de espera y de preparación"— Transcripción de la presentación:

1 Adviento es… tiempo de espera y de preparación

2 Santa María Magdalena Yacuanquer
Lectio Divina I Domingo Adviento Parroquia Santa María Magdalena Yacuanquer

3 Evangelio según San Marcos 13,33-37
Lectio Divina

4 Contemplación Oración Meditación Lectura Preparación
Pasos Lectio Divina

5 La Palabra debe ser esperada y escuchada
Con buena disposición interior Oración al Espíritu Santo Con Corazón limpio y humildad Primer Paso: Preparación

6 ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO (San Agustín)   Espíritu Santo, inspíranos, para
que pensemos santamente. Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente. Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas. Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas. Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. Espíritu Santo Oración al

7 Hay que leer dos o tres veces
Leer bien y sin prisa Hay que leer dos o tres veces Aprende a conocer el Corazón de Dios en sus Palabras Leer bien, es escuchar bien Segundo Paso: Lectura

8 Evangelio en imágenes Palabras de Koinonía

9 Santo Evangelio según San Marcos 13,33-37 «Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!» Palabra del Señor

10 Iniciamos el nuevo año litúrgico 2012 y con él llega el tiempo del Adviento. Antes de adentrarnos en la experiencia del santo Evangelio de Marcos, es bueno recordar que nuestra experiencia de fe no se rige por el año civil que está marcado por días y meses. Nuestra experiencia de fe se vive por los llamados “tiempos”, espacios vitales que marcan un sentido y un modo de obrar y creer de cada comunidad que vive su oración, por eso, el nuevo año lo comenzamos con el tiempo del Adviento y a él le seguirá el de Navidad y sucesivamente los demás del tiempo litúrgico. En cada uno de ellos Jesús estará como Maestro y hermano ayudándonos a crecer por medio de su Palabra.

11 En este primer domingo hemos encendido una de las cuatro velas de la corona de Adviento y en ella le hemos pedido al Señor luz del mundo, que nos ayude a estar vigilantes a su próxima llegada. El Evangelio del domingo se sitúa en los llamados discursos escatológicos que el Maestro pronuncia antes de iniciar los momentos difíciles de su pasión y muerte, por eso, debe ser leído desde ese ambiente de expectación por lo que se le avecinaba al Maestro.

12 El temor a la muerte y al futuro, son dos de los miedos que todos los seres humanos experimentamos en el transcurrir de nuestras vidas y para podernos tranquilizar ante ellos colocamos supuestas barreras de protección que amortiguan de alguna manera ese miedo que sigue latente y que vuelve a surgir en tiempos de enfermedad, de crisis económica, etc. Nuestras abuelas cuando escuchaban noticias de guerra o de pandemias inmediatamente acudían a la siguiente frase para tranquilizar sus temores “Si viene la muerte que nos coja confesados”.

13 En un mundo con tantas dificultades nos asalta también las ganas de volver a repetir la frase de los abuelos para calmar el miedo; pero el verdadero cristiano no debe colocar ante sus problemas y adversidades pañitos de agua tibia, él debe estar siempre alerta, no debe dejar para el último momento la oportunidad de estar con esperanza.

14 Jesús se dirige a sus discípulos para enseñarles que la esperanza en tiempos de dificultad no es una utopía, es una verdadera realidad que se debe construir y para ello, Jesús instruye a sus discípulos en las cualidades que son necesarias para esperar un mejor mañana. Primero: Debemos estar atentos y vigilantes pues no sabemos el momento en que vendrá. Esto significa que el verdadero discípulo de Jesús no se deja absorber por los afanes del mundo trabaja, estudia, construye, pero al mismo tiempo todo lo hace con la vigilancia del que cree, por eso, no es una alienado de las cosas pasajeras.

15 Segundo: Acepta que es un ciudadano del mundo pero con visión de un futuro por construir desde el presente. Nuestro reino no es de este mundo! por eso, trabaja, estudia, descansa, pero siempre pensando con esperanza porque las tristezas del presente no podrán con el proyecto de felicidad que tenemos en nuestras mentes. En el evangelio se colocan las cuatro horas más importantes del día (atardecer, media noche, cantar del gallo, madrugada), para reconocer que nuestra esperanza nos debe mantener despiertos pues no somos creyentes de la “hora de la Misa”, somos por siempre creyentes de la esperanza.

16 Finalmente, aparece el tercer elemento que hace posible que nuestro Adviento tenga sentido actual. El Maestro les hace la siguiente advertencia a sus oyentes: Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad! Para el creyente de todos los tiempos, el Adviento se convierte en una necesidad constante, no es un tiempo solo de preparación al nacimiento de Jesús, es un estar preparados con esperanza para su regreso, para el día en que nuestros esfuerzos por implantar el Reino de los Cielos en el mundo logren su sentido y plenitud.

17 DESCUBRIR LOS “AFECTOS” QUE LA PALABRA VA GENERANDO EN MI CORAZÓN:
Alegría, compromiso, interrogantes, nuevas posibilidades Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser leído con el corazón Tercer Paso: Meditación

18 Meditemos con el Santo Padre
«Con este primer Domingo de Adviento se abre el nuevo año litúrgico y, más específicamente, se inicia el período de preparación para la Navidad. Toda la Iglesia, peregrina en el mundo, se pone en camino hacia el Mesías esperado. Dios es «Aquel que viene»: vino a nosotros en la persona de Jesucristo; sigue viniendo en los sacramentos de la Iglesia y en todo ser humano que implora nuestra ayuda; y vendrá en la gloria al final de los siglos. Por eso, el Adviento se caracteriza por la espera vigilante y activa, alimentada por el amor y la esperanza, que se expresa en la alabanza y la súplica y se traduce en obras concretas de caridad fraterna.

19 El Adviento es tiempo mariano por excelencia, porque María esperó y acogió de manera ejemplar al Hijo de Dios hecho hombre. Que la Virgen santísima nos ayude a abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo, Redentor del hombre y de la historia; nos enseñe a ser humildes, porque en el humilde pone Dios su mirada; nos haga comprender cada vez más el valor de la oración, del silencio interior y de la escucha de la palabra de Dios; nos impulse a una íntima y sincera búsqueda de la voluntad de Dios, incluso cuando altera nuestros proyectos; y nos anime a esperar al Señor, compartiendo nuestro tiempo y nuestras energías con los necesitados. Madre de Dios, Virgen de la espera, haz que el Dios que viene nos encuentre dispuestos a acoger la abundancia de su misericordia». Juan Pablo II. Ángelus, 28 de noviembre de 1999

20 Da gracias, intercede por los hermanos, por las situaciones que el texto te haya traído a la memoria. Da curso libre a tus capacidades creativas de sensibilidad en la oración. Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser hablado con el corazón Cuarto Paso: Oración

21 Oremos Dios, Padre nuestro, al comenzar un nuevo Adviento te pedimos que avives nuestra fe, fortalezcas nuestra esperanza y consolides nuestro amor, de modo que podamos celebrar con verdadero gozo el nacimiento de tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

22 Quinto Paso: Contemplación
Ponte en medio de la comunidad y deja que rebose de tu interior la paz y la bendición que has recibido. Actúa con ellos para volver a reencarnar en la historia a Jesucristo, la Palabra hecha carne. Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser practicado en la vida Quinto Paso: Contemplación

23 Mi compromiso para esta semana será:
1. Vivamos junto con la Iglesia la espera del nacimiento del Niño Jesús. Preparemos y encendamos la primera vela de la corona de Adviento en familia. (Mirar sentido de la Corona y oración en ) 2. Nuestra esperanza no se da en abstracto. ¿Cómo voy a vivir de manera concreta esa espera? ¿Qué significa la siguiente frase de la primera lectura: “Te haces encontradizo de quienes se alegran y practican justicia y recuerdan tus caminos” cómo la hago vida en lo que diariamente realizo?

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