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El Sacrificio Anual De Cristo

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Presentación del tema: "El Sacrificio Anual De Cristo"— Transcripción de la presentación:

1 El Sacrificio Anual De Cristo
Interpretación de las enseñanzas de Max Heindel. Favor activar el sonido, ratón y teclado de su computadora para utilizar los hipervínculos subrayados y avanzar la presentación, gracias.

2 Se requiere comprender que; el nacimiento de un niño, es su ausencia en el mundo espiritual. Por lo que cuando alguien fallece; desaparece de nuestro lado, para ir al más allá.

3 De este modo vemos; que el nacimiento en un mundo es la separación, desde el punto de vista del otro.

4 “Como es arriba, es abajo”
“Como es arriba, es abajo”. La ley de analogía, la misma para el microcosmos que para el macrocosmos indica: Lo que pasa bajo unas condiciones dadas; también aplica a lo suprahumano, bajo circunstancias análogas.

5 Pero en el solsticio de invierno (21/12); cuando entra el Espíritu de la Navidad, y las noches son más largas y obscuras, es la época cuando la luz del Sol está más cerca de la Tierra. Casi deslumbrando el callado y frío, hemisferio norte.

6 Por lo que es en el solsticio de invierno; cuando el Sol vira en su sendero hacia arriba, cuando la luz de Cristo nace otra vez para la Tierra. Y ante su brillo, el mundo se regocija.

7 Analógicamente hablando; cuando Cristo nace en la Tierra en Navidad, falta para los cielos. Igual es nuestro nacimiento; al quedar el espíritu firmemente incrustado en el velo de la carne que lo aprisionará, durante la encarnación.

8 Por lo que cada vez que Cristo nace en la Tierra en Navidad; Su Espíritu, queda aprisionado y encadenado.

9 Este gran sacrificio anual empieza, con nuestros cánticos gozosos de oración y agradecimiento; que ascienden al cielo, con las campanadas de Navidad. Cristo se aprisiona en la Tierra desde Navidad, hasta Semana Santa.

10 Algunos, pueden burlarse de la idea de que hay un influjo de vida y luz espiritual en Navidad; sin embargo, el hecho existe y es verdad, tanto si lo creemos o no.

11 La mayoría de nosotros; durante Navidad, nos sentimos más ligeros
La mayoría de nosotros; durante Navidad, nos sentimos más ligeros. Nos percibimos como si nos hubiéramos descargado de un peso, de nuestros hombros.

12 El espíritu de “paz sobre la Tierra y buena voluntad entre los hombres” prevalece. El espíritu de que debemos dar algo; se expresa también, en los regalos de Navidad.

13 Éste espíritu no puede ser negado; pues está muy claro, para cualquiera que sea un poco observador. Y esto; es en sí, un reflejo de la gran oleada divina de dádivas. Dios ama de tal modo al mundo; que le dio, Su Hijo Unigénito.

14 Navidad, es la época de las dádivas, aunque no se consuma hasta la Pascua de Resurrección (El cruce o punto de vuelta, el momento cuando sentimos que algo ha sucedido; y que nos asegura, la prosperidad y la continuación del mundo).

15 ¡Cuán diferente es el sentimiento de Navidad (Nacimiento); de aquél que se manifiesta, en Semana Santa (Muerte)!

16 En Semana Santa emerge, una exuberancia de energía que se expresa en el esparcimiento, vacacionar y en el amor sexual (Con un deseo de la perpetuación de la especie), como nota característica.

17 Pero en Navidad, vemos cuan diferente es esta sensación del otro amor, que se expresa en el espíritu de dádiva; cuando resalta el espíritu de compartir, con propios y extraños.

18 Al observar las iglesias veremos, que nunca las velas arden tan brillantemente, como en los días de Navidad. La invisible luz que está encerrada en la llama que arde en el altar; es una representación adecuada, de Dios el Padre.

19 Tampoco nunca las campanas suenan tan alegres y con un ton tan festivo, como cuando están cantando su mensaje al mundo diciendo: “¡Cristo ha nacido!”

20 En las campanas, tenemos un símbolo magnifico; la Palabra de Cristo, porque sus lenguas de metal proclaman el mensaje del evangelio de paz y buena voluntad.

21 Así como el incienso, que nos brinda un fervor mayor espiritual; representando la fuerza, del Espíritu Santo.

22 La Trinidad(1); es simbólicamente hablando, parte importante de la celebración Navideña. Por la cercanía del Sol a la Tierra trayéndonos Su: Luz del Padre, el calor o amor del Hijo; la y vida, del Espíritu Santo. (1)El Padre: La luz de las velas. El Hijo: El sonido de las campanas. El Espíritu Santo: El aroma del incienso.

23 Pero no debemos olvidar; que el nacimiento de Cristo en la Tierra representa Su ausencia, para la gloria del Cielo.

24 Porque en el momento en que nos regocijamos de su venida anual en Navidad; Cristo queda vestido con el pesado manto físico que hemos cristalizado a nuestro alrededor, y que es nuestra morada: La Tierra.

25 Quienes vivimos en nuestro cuerpo durante las horas del día, trabajando y liquidando el destino que hemos creado en el mundo físico; al llegar la noche, quedamos libres en el plano superior, para restaurar nuestros desgastes.

26 Así también, tiene su flujo y reflujo el Espíritu de Cristo
Así también, tiene su flujo y reflujo el Espíritu de Cristo. Quien mora restringidamente dentro de nuestra Tierra, una parte del año (Desde Navidad hasta Semana Santa); y al acabar tal temporada, asciende hacia los mundos superiores.

27 Ahora que conocemos el Sacrificio Anual de Cristo, debemos anhelar; más que antes, convertirnos en sirvientes de la Cruz. Necesitamos seguir más cerca a Cristo, en todas sus cosas; sacrificándonos más, en pro del prójimo.

28 Requerimos elevar; espiritualmente, a las personas del entorno
Requerimos elevar; espiritualmente, a las personas del entorno. Para acelerar la anual emancipación del día de la vuelta de Cristo; quien aguarda, afanosamente.

29 Cuando todos tengamos en nuestros corazones a Cristo; Su Espíritu, no deberá posesionar y espiritualizar más la Tierra, en Navidad. Pues todos los días; serán para la humanidad Navideños: Días llenos de dicha, amor y prosperidad.

30 Pero para concebir ésta aspiración en su totalidad; debemos abrazar cabalmente las enseñanzas de Cristo, con una completa fe y confianza.

31 Si hasta este momento, hemos dudado de nuestra capacidad para trabajar por Cristo, hagamos que esta duda desaparezca; recordando, lo que Él nos dijo: “Trabajos mayores que éstos que yo hago, haréis vosotros también”.

32 ¿Cómo Aquél, que es la personificación de la Verdad, pudiera haber dicho estas cosas, si no hubiera sido posible que se realicen? Todas éstas cosas son posibles, para quienes aman a Dios.

33 Si deseamos realmente trabajar en nuestro limitado radio de acción, sin aspirar hacer cosas extraordinarias y llamativas; nos veremos dotados de un maravilloso crecimiento, del alma.

34 Crecimiento que nos permite alcanzar hacer obras de más consideración; de modo que las personas que nos rodean, vean algo que no son capaces de definir.

35 Obras que patenticen en nuestro entorno, la luz de Navidad
Obras que patenticen en nuestro entorno, la luz de Navidad. Que las personas alrededor vean en nosotros, la luz de Cristo recién nacido; brillando dentro de nuestra esfera, de acción.

36 Esto lo podemos hacer, sólo si realmente confiamos en las palabras de Cristo, quien expuso: “Sed, pues, vosotros tan perfectos, como vuestro Padre en los Cielos es perfecto”(1). (1)Mateo 5:48

37 Perfección que puede parecernos muy lejos
Perfección que puede parecernos muy lejos. Un ideal, muy elevado para vivirlo en toda su integridad. De todos modos, esforzándonos experimentar la perfección a diario y a cada hora la alcanzaremos al final; integrándonos, al Padre.

38 Y al comportarnos de este modo, haremos que nuestra luz brille de cierta manera; para que las personas en nuestro entrono vean en nosotros una luz, un faro un fanal, en las tinieblas del mundo.

39 Pues cada vez que ayudamos a los demás; sin egoísmo, añadimos más lustre a nuestra alma. La cual está construida con el éter Cristo; que flota sobre la Tierra desde Navidad, hasta Semana Santa.

40 Y si deseamos trabajar por la liberación de Cristo, debemos desarrollar nuestra alma; hasta sostener en vilo, la Tierra y a un número grande de personas. Para ahorrarle a Cristo el dolor, de existencias físicas terrestres.

41 Que Dios nos ayude en lo que resta de año y durante el venidero, alcanzar una mayor medida de la semejanza de Cristo; que la obtenida, hasta ahora.

42 Para que el próximo año; cuando percibamos las luces, las campanas y el incienso Navideño; sintamos que el año no ha pasado en vano, porque todos tenemos a Cristo, en los corazones. ¡Feliz Navidad! 21/12/2009 Fin


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