Gracias,Jesús Diseño: J. L. Caravias sj ¿Por qué van tan tristes y pesimistas? A partir de Moisés y los profetas, les explicó cómo debía padecer para.

Presentación del tema: "Gracias,Jesús Diseño: J. L. Caravias sj ¿Por qué van tan tristes y pesimistas? A partir de Moisés y los profetas, les explicó cómo debía padecer para."— Transcripción de la presentación:

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2 Gracias,Jesús Diseño: J. L. Caravias sj

3 ¿Por qué van tan tristes y pesimistas? A partir de Moisés y los profetas, les explicó cómo debía padecer para después resucitar…

4 Lo recono- cieron al partir el pan…

5 ¿No ardía nuestro corazón cuando nos explicaba las Escrituras…?

6 Gracias, Cristo Jesús, hermano nuestro porque por tu medio hemos obtenido la reconciliación y nos sentimos seguros ante Dios. Rom 5,11

7 Gracias porque tu Palabra nos limpia. Jn 15,3 Nos hace crecer y nos alcanzará la plenitud. 1Pe 2,2 Ella es viva y eficaz Heb 4,12

8 Gracias, Jesús, porque en ti todas las promesas de Dios han llegado a ser para nosotros un sí definitivo. 2Cor 1,20En ti hemos llegado a ser ricos de mil maneras, recibiendo toda clase de dones. 1Cor 1,4s

9 Damos gracias a Dios que nos da la victoria por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. 1Cor 15,57 Gracias sean dadas a Dios, que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo. 2Cor 2,14

10 Doy gracias al que me da la fuerza, a Cristo Jesús, nuestro Señor, porque me ha creído digno de confianza para ponerme a su servicio. 1Tim 1, 12

11 Ustedes están en Cristo Jesús, y todos son hijos de Dios gracias a la fe. Todos se han revestido de Cristo. Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo o libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer, pues todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. Gál 3, 26-28

12 Gracias por ser considerados dignos de sufrir por tu causa, Jesús. Hch 5,41 Siempre que sufrimos en tu nombre te lo agradecemos, Señor. 1Pe 4,16

13 En todo saldremos triunfadores gracias al que nos amó. Rm 8,37-39 Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.