Capítulo Tres Cain y Abel

Presentación del tema: "Capítulo Tres Cain y Abel"— Transcripción de la presentación:

1 Capítulo Tres Cain y Abel
Traducción de Japonés a Español: Yukinobu Horimoto Supervisión de Español: Jesús González y Teresa Chaves de González Ilustraciones: Alexander López Contacto:

2 Después de salir del Jardín del Edén,
Adán y Eva vivieron en terreno deshabitado. Después de un tiempo, Eva dió nacimiento a dos hijos y llamó al hijo mayor “Caín” y al hijo menor “Abel”.

3 Caín se dedicó al cultiva de la tierra,
y Abel se dedicó a la crianza de ovejas.

4 Todos los días, Caín trabajó muy duro y pudo cosechar muchos vegetales.

5 Todos los días, Abel cuidaba las ovejas en el campo y las ovejas se multiplicaron mucho.

6 y un día Caín llevó a Dios una ofrenda del producto de su cosecha.
Pasó el tiempo, y un día Caín llevó a Dios una ofrenda del producto de su cosecha. También Abel llevó a Dios las primeras y mejores crías de sus ovejas.

7 Dios aceptó la ofrenda de Abel. Pero, no aceptó la ofrenda de Caín.
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8 ¿Por qué Dios no aceptó mi ofrenda?” Caín gritaba a Dios con tristeza.

9 Y dijo a Caín, “quizás tu sinceridad no fue suficiente para Dios.”
Por el contrario, Abel estaba muy contento porque su ofrenda de sinceridad fue aceptado por Dios. Y dijo a Caín, “quizás tu sinceridad no fue suficiente para Dios.” 9

10 Yo también llevé mi ofrenda con sinceridad.
¡No es cierto! Yo también llevé mi ofrenda con sinceridad. Entonces, ¡Por qué fue aceptada solo la de Abel, Caín sintió mucho odio por Abel. 10

11 Caín pensó: ¡Si desaparece Abel, todo saldrá bien!
Un día, Caín invitó a su hermano Abel a dar un paseo, cuando los dos se encontraban ya en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.

12 Caín debería llevar sus ofrendas a través de Abel. Dios dijo a Caín,
“Yo sé muy bien que tu trajiste tu ofrenda con sinceridad.” “Pero Yo quería que tu superaras y dominaras tus pensamientos malos y odios.”

13 ¡Que has hecho!

14 “Pero un día, podrás volver nuevamente.”
Caín se puso a llorar porque comprendió el gran pecado que había cometido. Dios dijo, “Tu cometiste este pecado, por eso, debes salir de este lugar..” “Pero un día, podrás volver nuevamente.”