La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

Ciclo B Domingo I del Tiempo de Cuaresma «El Espíritu lo llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás»

Presentaciones similares


Presentación del tema: "Ciclo B Domingo I del Tiempo de Cuaresma «El Espíritu lo llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás»"— Transcripción de la presentación:

1

2 Ciclo B Domingo I del Tiempo de Cuaresma «El Espíritu lo llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás»

3 8 Y Dios siguió diciendo a Noé y a sus hijos: 9 «Además, yo establezco mi alianza con ustedes, con sus descendientes, 10 y con todos los seres vivientes que están con ustedes: con los pájaros, el ganado y las fieras salvajes; con todos los animales que salieron del arca, en una palabra, con todos los seres vivientes que hay en la tierra. 11 Yo estableceré mi alianza con ustedes: los mortales ya no volverán a ser exterminados por las aguas del Diluvio, ni habrá otro Diluvio para devastar la tierra». 12 Dios añadió: «Este será el signo de la alianza que establezco con ustedes, y con todos los seres vivientes que los acompañan, para todos los tiempos futuros: 13 yo pongo mi arco en las nubes, como un signo de mi alianza con la tierra. 14 Cuando cubra de nubes la tierra y aparezca mi arco entre ellas, 15 me acordaré de mi alianza con ustedes y con todos los seres vivientes, y no volverán a precipitarse las aguas del Diluvio para destruir a los mortales». Palabra de DiosTe alabamos Señor Primera Lectura - Génesis 9, 8-15

4 «Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes» Quedan atrás, tendidos, las aguas torrenciales del diluvio, causa de la catástrofe por la malicia humana. Así el autor, mostrando con ello la incompatibilidad de Dios con el pecado. Sin embargo se han salvado, por su benevolencia, unas cuantas personas.

5 Como promesa y pacto, la presencia objetiva de una garantía visible, que recuerde a Dios su compromiso y funde en el hombre confianza en su cumplimiento: el arco iris. Tiene la promesa, pues, amplitud cósmica. Estamos, según la perspectiva del autor, en los albores de la humanidad. El texto nos presenta a Dios bendiciendo, pronunciando una promesa de reconciliación que durará para siempre: un pacto, una disposición de no intervenir sobre la humanidad con un castigo definitivo. Hay, también, un acto de buena voluntad: una bendición de vida y crecimiento.

6 La teología habla del pacto de Dios con Noé abarca a los hombre y animales, pues de éstos se nutre el hombre. Dios no se desentiende del hombre. Los hombres, a pesar de su inclinación al mal, han de confiar en un Dios que los ama y los defiende. Dios, en definitiva, no es Dios de la muerte sino de la vida. Dios, pues, se compromete a conservar en el mundo, donde se desarrolla la vida del hombre, un fundamental orden de vida.

7 4 Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. 5 Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador, y yo espero en ti todo el día. 6 Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. 7 No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud: por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad. 8 El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; 9 él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres. Salmo 25(24) 4-9

8 «Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad, para los que guardan tu alianza» El salmista, entiende por caminos y sendas de Yahvé no sólo los preceptos escritos de la Ley, sino los secretos de su providencia respecto de su vida personal para responder mejor a sus insinuaciones. No se trata sólo de la verdad especulativa sobre la realidad divina, sino de sus relaciones a las almas justas tal como se habían manifestado en la historia de Israel, el pueblo elegido.

9 Por eso el salmista pide a su Dios que se acuerde de sus misericordias, que desde tiempos antiguos se han manifestado sobre los justos en Israel. Yahvé siempre se ha manifestado como Salvador de las almas justas angustiadas. La verdad, pues, de Yahvé va vinculada a su fidelidad a las promesas.

10 Lejos de aplicarle la medida de su justicia punitiva respecto de sus lejanas transgresiones, pide que le aplique la medida de su bondad y benevolencia. Llevado de este espíritu de confianza y de la fe en la misericordia tradicional de Yahvé, el salmista se atreve a pedir perdón por los pecados de su mocedad, sus fragilidades y transgresiones, cometidas en los años de irreflexión y de fogosidad juvenil; como tales, son más excusables.

11 18 Cristo murió una vez por nuestros pecados –siendo justo, padeció por la injusticia– para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu. 19 Y entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros, 20 a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos –ocho en total– se salvaron a través del agua. 21 Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora ustedes son salvados, el cual no consiste en la supresión de una mancha corporal, sino que es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, 22 que está a la derecha de Dios, después de subir al cielo y de habérsele sometido los Ángeles, las Dominaciones y las Potestades. Palabra de Dios Te alabamos Señor Segunda Lectura - I Pedro 3, 18-22

12 «Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente os salva» Pedro continúa exponiendo la idea del sufrimiento y de su sentido salvador en Jesucristo. La mención que hace de la muerte y resurrección de Cristo le lleva a una digresión dogmática sobre el descenso de Jesús a los infiernos, sobre el sentido típico del diluvio, sobre la ascensión de Cristo y la subordinación a El de todos los espíritus, tanto buenos como malos.

13 Aduce el autor sagrado el ejemplo de Cristo, el cual, siendo inocente, ha padecido y ha muerto para expiar por nuestros pecados. La pasión y muerte de Cristo han de servir de estímulo a los cristianos cuando sean perseguidos injustamente.

14 La imagen del arca transportada por las aguas, en la cual se salvó Noé y su familia, sugiere a San Pedro un paralelismo con el bautismo cristiano, que salva al neófito pasando por el agua. Los espíritus que estaban en la prisión son las almas de los justos, se trata de las almas separadas de los difuntos y no de los ángeles caídos.

15 12 En seguida el Espíritu lo llevó al desierto, 13 donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían. 14 Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: 15 «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia». Lectura del Santo Evangelio Marcos 1, 12-15 Palabra de Dios Gloria a Ti, Señor Jesús

16 «El Espíritu lo llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás» El pasaje evangélico está situado en el momento inmediatamente posterior al bautismo del Señor en las aguas del río Jordán. Refiere la Escritura de que, una vez bautizado por Juan, descendió sobre Él el Espíritu Santo en forma de paloma. El Espíritu de inmediato «llevó a Jesús al desierto». El evangelista indica de este modo su dominio completo sobre Jesús.

17 Remiten también a los cuarenta días y noches que Moisés pasó en el monte Sinaí luego de entrar en la nube, signo de la presencia velada de Dios (Ex 24,19). Los cuarenta días que pasa en el desierto remiten a los cuarenta años que Israel pasó en el desierto del Sinaí, tiempo intenso de purificación y de extrema prueba (Dt 8,2).

18 También el Señor es probado en el desierto, porque Él así lo permite: «se dejó tentar por Satanás» pero sale victorioso de la prueba rechazando la triple tentación y rechazando al tentador mismo: Él guarda los mandamientos divinos y se somete en adoración únicamente a Dios. O los cuarenta días y noches que Elías caminó en ayunas por el desierto hasta llegar a la montaña en la que Dios se le manifestaría en la suave brisa (1Re 19,8ss).

19 Luego de su triunfo y al enterarse el Señor del arresto de Juan el Bautista, se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio». Que «los ángeles le servían» parece ser la manera como San Marcos expresa el triunfo de Cristo, pues es de suponer que le sirvieron luego de su victoria sobre el tentador y no antes.

20 Esta buena nueva está vinculada a la salvación del ser humano. Es, un anuncio que está orientado a la reconciliación del ser humano con Dios, consigo mismo, con los demás y con la creación entera. El plazo o “el tiempo es cumplido” se refiere a la venida del Mesías prometido y al Reino de los Cielos que él inauguraría en la tierra. El Señor llama a todos a creer en el Evangelio, a prestar obediencia a Dios, a modelar la propia existencia de acuerdo a lo que Él revela y manifiesta.

21 Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete. Concédenos vivir conforme a ella.

22 CONTIGO EN EL DESIERTO, SEÑOR Escucharé al silencio que habla y la Palabra que resuena. Me sentiré preparado para la misión para así, ofrecerme hasta desgastarme contigo y por Ti, mi Señor. ¿Por qué vas a un desierto, Jesús? ¿Qué te brindan la arena y las montañas sin alimento ni nada con lo que sustentarte? El desierto habla, cuando el mundo calla Hace al cuerpo y a la fe fuertes y resistentes ante tantas cosas que los debilitan Llévame contigo al desierto, Señor porque sin necesidad de estar en la aridez de esa tierra desértica también aquí y ahora soy tentado: por el afán de tener por el deseo del poder por la ambición de ser adorado Contigo en el desierto, Señor seré fiel hasta el final me prepararé a la dureza de la cruz saldré victorioso frente al mal. Romperé con aquella tentación que me persigue como si fuera mi misma sombra. Dame, Señor, valor para triunfar sobre ellas Concédeme, la valentía necesaria para demostrarte mi fidelidad y mi entrega. Quiero estar contigo en el desierto: con Dios, fortaleza con Dios, salvación con Dios, poderoso con Dios, santo con Dios, único Dios. Quiero subir contigo, Señor a celebrar tu Pascua, Señor Amén. Oración: P. Javier Leoz

23 Los archivos del mes los puedes descargar en: http://siembraconmigo.blogspot.com Si deseas recibir el Evangelio del Domingo envía un correo a: siembraconmigo@gmail.com Con el título: “Suscripción a Siembra Sagrada” Servicio Gratuito con Fines Educativos


Descargar ppt "Ciclo B Domingo I del Tiempo de Cuaresma «El Espíritu lo llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás»"

Presentaciones similares


Anuncios Google