Una invitación para conocer a

Presentación del tema: "Una invitación para conocer a"— Transcripción de la presentación:

1 Una invitación para conocer a
Jesús

2 Hola, soy Jesús He venido al mundo para que tengas vida y vida en abundancia, lo que más deseo en esta hora es vivir en tu corazón, para que estés junto a mi lado, en el reino que he preparado para ti. Sé que has tenido grandes alegrías y también grandes tristezas durante tu vida, pero quiero que todas tus cargas me las pases a mí, porque tendréis aflicción en el mundo pero confiad que yo he vencido al mundo. Amado hijo te ofrezco la vida eterna, el perdón de tus pecados, protección para ti y los tuyos, y sanidad para tu espíritu, alma y cuerpo, sólo depende de ti el recibir lo que te ofrezco, aceptándome en tu corazón…

3 “…y he aquí yo estoy con vosotros
Porque yo soy el camino, la verdad y la vida y nadie viene al padre si no es por mí, y no necesitas de ningún mediador entre tú y yo, porque el que se une a mí aceptándome en su corazón y confesando con su boca, un espíritu somos. “…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo…” Si quieres aceptarme en tu corazón, repite conmigo la siguiente oración:

4 Señor Jesús, te necesito, sé que te he fallado, sé que he pecado contra ti, más en esta hora me arrepiento de todos mis pecados y faltas, abro la puerta de mi corazón y te recibo como único Señor y Salvador de mi vida. Creo que Dios Padre te levantó de los muertos para darme vida eterna, y te pido que entres en mí y estés conmigo para siempre. Ahora te pido que derrames tu Espíritu Santo en mí e inscríbeme en el Libro de la Vida. Soy salvo, soy salvo en el nombre de Jesús! Amén

5 Ahora hijo mío, eres salvo,
no temas porque Yo te redimí, mío eres. Cuando quieras hablarme, ora a mí y yo te responderé. No temáis porque yo soy tu refugio, tu roca, tu fortaleza, tu escudo y tu castillo. Estaré a tu lado siempre, todos los días de tu vida, lee las Escrituras porque ellas dan testimonio de mí. “…porque no os he dado un espíritu de cobardía, sino de Poder, de amor y de dominio propio, por el cual podéis clamar abba Padre…”