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El Siervo Despiadado (Mateo 18:21-35).

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Presentación del tema: "El Siervo Despiadado (Mateo 18:21-35)."— Transcripción de la presentación:

1 El Siervo Despiadado (Mateo 18:21-35)

2 Enfoque

3 ¿Qué hace usted con una persona que simplemente no quiere cambiar
¿Qué hace usted con una persona que simplemente no quiere cambiar? Lo lastiman a uno y piden perdón por lo que hicieron, pero después hacen lo mismo una y otra vez. No lleva mucho tiempo sentirse frustado con una persona como esta. Finalmente decimos: “¡Basta!” O tal vez la perdonamos, pero le guardamos rencor. Ponemos sumo cuidado en asegurarnos de que no pueda lastimarnos nuevamente. Pero, ¿es así como Dios quiere que seamos? Esa es la pregunta que suscita esta parábola.

4 ¿En cuántas oportunidades debemos perdonar a otra persona
¿En cuántas oportunidades debemos perdonar a otra persona? ¿Qué le parece? ¿Cuántas veces cree que deban perdonarlo a usted cuando hace algo malo? ¿Existe alguna diferencia entre sus respuestas? ¿Por qué, o por qué no?

5 Aunque sabemos que debemos perdonar a otros con liberalidad, hay veces en que no deseamos hacerlo. La mayoría de las personas quieren ser perdonadas, pero no quieren perdonar a los demás con tanta liberalidad. Debido a esto, hagamos, en este estudio, la misma pregunta que hizo Pedro.

6 Infórmese

7 Mateo 18:21-22 Entonces Pedro viniendo a Él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

8 Notas para claridad del texto bíblico
Existe una diferencia entre algunas interpretaciones al respecto del significado exacto del versículo 22. Algunos dicen que debemos perdonar setenta y siete veces, otros que setenta veces siete. Esta leve variación no cambia el significado del texto, de que debemos perdonar ampliamente, sin llevar un registro. Este pasaje también hace referencia a dinero romano. Una moneda de plata (un denario) era el pago promedio por un solo día de trabajo. El texto habla de miles y miles de monedas de oro (una miriada de talentos). Un talento se valuaba en 6,000 denarios aproximadamente. La diferencia en la cantidad de dinero que debían los dos hombres difícilmente podría ser mayor.

9 Pedro le preguntó a Jesús si era suficiente con perdonar a alguien siete veces. ¿Qué opina usted resspecto de esta pregunta de Pedro? Pedro debe haber pensado que era generoso. Perdonar a alguien siete veces excede por cierto lo que muchas personas harían. Pero si creía que debía llevar la cuenta, en realidad no estaba perdonando a su hermano.

10 ¿Cuántas veces dijo Jesús que debemos perdonar?
Jesús dijo que debemos perdonar setenta veces siete. ¿Qué quiso enseñarle Jesús a Pedro (y a nosotros)? Si tratamos de hacerlo, perderemos la cuenta y contraeremos el hábito de perdonar. Jesús propuso un número finito, pero en realidad nos enseño que debemos hacer del perdón a los demás una acción continua.

11 Mateo 18:23-25 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue traído uno que le debía diez mil talentos. Mas a éste, no teniendo con qué pagar, su señor mandó venderle, y a su esposa e hijos, con todo lo que tenía, y que se le pagase.

12 Jesús enseñó acerca del perdón por medio de las acciones de este hombre. Le debía a su rey miles y miles de monedas de oro – millones de dólares- y no pudo devolverlas. ¿Cuál fue la proposición del rey para saldar la deuda? El rey quiso recuperar su dinero con la venta del hombre y su familia como esclavos. ¿Qué opinión le merece este plan? Si bien nosotros nos podrá parecer una atrocidad, en el mundo antiguo era una forma común de saldar una deuda.

13 Mateo 18:26-28 Entonces aquel siervo, postrado le rogaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Entonces el señor de aquel siervo, fue movido a misericordia, y le soltó y le perdonó la deuda. Mas saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios, y sujetándolo del cuello, le dijo: Págame lo que me debes.

14 ¿Qué le prometió el hombre endeudado a su rey?
El siervo prometió que si el rey le tenía paciencia, saldaría su deuda. ¿Le parece que era una promesa en acorde con la realidad? Esto no parecía muy probable. Iba a ser muy difícil para él conseguir siquiera una fracción del dinero que debía.

15 ¿Cómo reaccionó el rey ante el ruego del deudor?
El rey no aceptó este arreglo. En vez de esto, le perdonó la deuda y dejo a su siervo en libertad ¿Por qué hizo esto? Jesús explicó esta actitud generosa diciendo sencillamente: “Se compadeció de su siervo.” ¿Qué cree usted? Debido a la compasión del rey, a este hombre se le perdonó una deuda enorme.

16 Mateo 18:29-35 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Pero él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Y cuando sus consiervos vieron lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, dijeron a su señor todo lo que había pasado. Entonces llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, así como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor se enojó, y le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de vuestro corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

17 Después de recibir este regalo maravilloso, el hombre se vió en una circunstancia de papeles invertidos. Se encontró con otro hombre que le debía a él cien monedas de oro, una pequeña fracción de lo que había sido su propia deuda con el rey. ¿De qué forma actuó el hombre con el que le debía a él? Esta es la parte enfadosa de esta historia. Habiédole sido perdonada una deuda enorme, el hombre no fue capaz de tratar a otra persona con igual compasión. El que le debía le pidió paciencia y prometió pagarle la deuda, pero él no quiso escuchar. Hizo que lo metieran en la cárcel.

18 ¿Cual fue la reacción del rey al enterarse de como había actuado su siervo?
Cuando el rey se enteró de esta actitud de su siervo, lo confrontó: ¿Cómo no pudiste mostrar compasión después de todo lo que hice por ti? Seguidamente el rey le aplicó el mismo tratamiento que él le aplicó a su compañero, lo envió a prisió hasta que la deuda quedase salda. Así este hombre recibió lo que se merecía.

19 Mateo 18:21-22 Entonces Pedro viniendo a Él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

20 Después de oír esta parábola, ¿qué opinió le merece la pregunta de Pedro y la respuesta de Jesús?
Pedro actuó como el siervo de la parábola. Habiendosele perdonado una deuda grande, no quiso mostrar esa misma compasión con otros. Esta parábola es la respuesta de Jesús. Pero, ¿cómo es esto en realidad? Jesós contó esta parábola para enseñar que el perdón es ilimitado.

21 Relacione

22 Podemos vernos reflejados en esta historia bíblica
Podemos vernos reflejados en esta historia bíblica. Nosotros también ya hemos hecho preguntas como la de Pedro. También podemos comprobar que somos como el siervo y que Dios es como el rey. ¿Cuál es nuestra deuda con Dios? Nosotros le debemos a Dios la enorme deuda de nuestros pecados. Nuestra rebeldía hacia él, nuestro fracaso en hacer su voluntad, e incluso nuestra misma naturaleza, son pecaminosos. ¿De qué modo ha respondido él? Dios, sabiendo que nunca podríamos saldar esta deuda, la ha tomado por su cuenta, cargando él con ella. Envió a su hijo para ser nuestro Redentor. Jesús pagó la deuda de nuestros pecados al morir en la cruz por nosotros.

23 “Esto no es lo que Dios espera de nosotros.”
¿Cuáles podrían ser unas pequeñas “deudas” que otros tienen con nosotros? La verdad es que otros hombres pecan contra nosotros, Y, a semejanza de Pedro, puede resultarnos difícil perdonar. ¿Tratamos de considerarlos en un patrón superior al que somos considerados nosotros? También es cierto que nos manejamos con dos clases de medidas. Deseamos ser perdonado todos los días, pero tal vez no queremos perdonar a otros. A los demás les aplicamos una medida más severa. “Esto no es lo que Dios espera de nosotros.”

24 ¿Con cuánta frecuencia nos perdona Dios?
Dios no guarda un registro de nuestros pecados, y no existen límites para su perdón. Constantemente nos perdona por amor a su hijo Jesús. ¿Cuantas veces tenemos que perdonar a otros? El perdón no tiene fin. Por tanto, nosotros también perdonamos liberalmente a otros. Haciendo esto, expresamos nuestra gratitud a Dios.

25 Perdonar es sencillo, pero no fácil
Perdonar es sencillo, pero no fácil. Nos cuesta sobreponernos a nuestro orgullo pecaminoso de perdonar a los demás. Es difícil olvidar las ofensas recibidas. Pero esa es la voluntad de nuestro Dios. Jesús nos enseñó a orar “…perdónanos nuestras deudas, como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.” Demos gracias a Dios porque él nos perdona y nos ayuda a perdonar a otros.

26 ¿Qué nos motiva a perdonar?
Lo que mejor puede motivarnos a perdonar es la conciencia que tenemos de cuanto se nos ha perdonado a nosotros. Al hombre de la parábolase le perdonó una deuda enorme, pero a nosotros se nos ha perdonado aún más. El recuerdo de todo lo que Dios ha hecho por nosotros, nos habilita para perdonar también.

27 Piense para usted mismo en una persona a la que usted debe perdonar
Piense para usted mismo en una persona a la que usted debe perdonar. Recuerde que Jesucristo murió por ella, así como murió por usted. Jesús lo ha perdonado a usted. Por lo tanto, motivado por ese amor que Jesús tiene por usted,

28 ¡Vaya y perdone a ese hermano y/o hermana!

29 El Siervo Despiadado (Mateo 18:21-35)


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