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EVANGELIO DE SAN MARCOS

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Presentación del tema: "EVANGELIO DE SAN MARCOS"— Transcripción de la presentación:

1 EVANGELIO DE SAN MARCOS
Ciclo Litúrgico /B 5. Jesús y los discípulos (6,6b-8,30) Texto: Antonio Rodríguez Carmona Montaje: Antonio García Polo

2  Jesús continúa presentándose como el Mesías y anunciando el comienzo del Reino de Dios. Están presentes, como antes, discípulos, escribas fariseos y el pueblo, pero ahora Marcos presta una atención especial a la postura de los discípulos.

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4 ¿QUÉ SABEMOS YA DE LOS DISCÍPULOS?
Los discípulos han ido apareciendo desde el comienzo Jesús empezó eligiendo a cuatro (1,16-20) Son testigos de la actuación de Jesús en la sinagoga de Cafarnaún (1,21-28) Convencidos de su poder, interceden por la suegra de Pedro (1,30), pero se han hecho una idea demasiado triunfalista de Jesús y le piden que repita el éxito en Cafarnaún (1,36-37). Son testigos de los milagros de Jesús (1,40-3,5) y oyentes de sus enseñanzas Preguntan a Jesús lo que no entienden y Jesús les enseña aparte (4,10-25) Jesús les regaña por la lentitud de su fe: Todavía no tenéis fe (4,40)

5 TERCERA SECCIÓN: JESÚS Y LOS DISCÍPULOS (6,6b-8,30)
Ahora Jesús se va a volcar con ellos, que acabarán reconociéndolo como Mesías. Los dirigentes seguirán apareciendo oponiéndose a Jesús; igualmente aparece el pueblo que acude a Jesús buscando ayuda: él los acoge, pero les habla poco.

6 EL CONJUNTO CONSTA DE A. Introducción: Jesús misionero envía a los Doce B. Intermedio mientras dura la misión: 1ª Encuesta sobre Jesús Muerte de Juan Bautista C. Ciclos del pan Primer ciclo Segundo ciclo D. Conclusión: 2ª encuesta y confesión mesiánica de Pedro

7 A. INTRODUCCIÓN: JESÚS MISIONERO ENVÍA A LOS DOCE (6,6b-13)
Jesús misionero: Y recorría los pueblos del contorno enseñando (6,6b)

8 Les da normas: disponibilidad en forma de austeridad; actitud de servicio, dispuestos al rechazo:
Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: « Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas. » Y les dijo: « Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos. » (6,8-11)

9 JESÚS ORDENA LA MISIÓN (6,7-13). Para ello
+ Llama, capacita, y envía a los Doce a compartir su misión, que era una de las dos finalidades del llamamiento (véase 3,14: Llamó a los que quiso para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar): Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos (6,7).

10 Los enviados obedecieron:
Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban (6,12-13).

11 B. INTERMEDIO mientras dura la misión
La misión ha separado a los discípulos de Jesús. En este intermedio Marcos va a narrar dos hechos que sirven como telón de fondo de la misión: una encuesta sobre Jesús y la muerte de Juan Bautista. 1ª ENCUESTA sobre la opinión de Herodes y la gente sobre Jesús (6,14-16): Se enteró el rey Herodes, pues su nombre se había hecho célebre. Algunos decían: « Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas. » Otros decían: « Es Elías »; otros: « Es un profeta como los demás profetas. » Al enterarse Herodes, dijo: « Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado. »

12 2) MUERTE DE JUAN BAUTISTA (6,17-29):
la alusión a la muerte de Juan introduce el relato de su muerte, anuncio de la suerte que espera a Jesús. El relato retrata el temple de Juan y el carácter voluble de Herodes, cuya levadura deben evitar los discípulos (ver 8,15): Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: « No te está permitido tener la mujer de tu hermano.» Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.

13 Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates... Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes... El rey, entonces, dijo a la muchacha: « Pídeme lo que quieras y te lo daré. »... Salió la muchacha y preguntó a su madre: « ¿Qué voy a pedir? » Y ella le dijo: « La cabeza de Juan el Bautista. » ...El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales... uno de su guardia... fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.

14 PRIMERA SECCIÓN DEL PAN (6,30-7,37). Consta de
+ Signo de los panes + Travesía del lago + Curaciones en Genesaret + Discusión con los fariseos sobre la pureza + Curación de la hija de la sirofenicia + Curación progresiva de un sordomudo

15 C. CICLO DEL PAN (6,30-8,30 Jesús comenzó su ministerio en olor de multitud, pero en la medida en que iba concretando su mensaje, el pueblo lo fue abandonando. En este contexto pidió a sus discípulos que se definieran y ellos optan por seguirlo. La tradición evangélica recogió estos hechos de diversas formas. Jn 6 lo hace en una gran unidad en torno a la multiplicación de los panes y el discurso del pan de vida, Marcos, por su parte, en dos secciones paralelas que recogen el hecho de la multiplicación de los panes y que culminan en la confesión de Pedro. Cada sección consta de algunos elementos comunes: signo de los panes, travesía del lago, discusión con fariseos, curación progresiva

16 SIGNO DEL PAN (6,30-44) Antecedentes: Los Doce enviados regresan contentos y Jesús los invita a un descanso en solitario: Los enviados se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. El, entonces, les dice: « Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco. » Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario (6,30-32).

17 La presencia de la gente, que estaban como ovejas sin pastor, hace cambiar de planes a Jesús, dando una lección a sus discípulos sobre cómo tiene que actuar un buen pastor. Les enseña y alimenta. ¿Comprenderán la lección? (6,33-44): Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. Era ya una hora muy avanzada cuando se le acercaron sus discípulos y le dijeron: « El lugar está deshabitado y ya es hora avanzada. Despídelos para que vayan a las aldeas y pueblos del contorno a comprarse de comer. » El les contestó: « Dadles vosotros de comer. » Ellos le dicen: « ¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer? » El les dice: « ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. » Después de haberse cerciorado, le dicen: « Cinco, y dos peces. » Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos sobre la verde hierba. Y se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta.

18 Y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los fueran sirviendo. También repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron. Y recogieron las sobras, doce canastos llenos y también lo de los peces. Los que comieron los panes fueron hombres.

19 JESÚS ANDANDO SOBRE EL AGUA (6,45-52)
Jesús manda a los discípulos embarcar solos a la otra orilla. A media noche sale a su encuentra andando sobre el agua, cosa que sólo puede hacer Dios, y además se identifica con el nombre divino Yo soy, pero los discípulos no comprenden porque no habían entendido lo de los panes. Hay lecciones que si no se digieren, se embotan la mente e incapacitan para seguir adelante. Inmediatamente obligó a sus discípulos a subir a la barca y a ir por delante hacia Betsaida, mientras él despedía a la gente. Después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar... a eso de la cuarta vigilia de la noche viene hacia ellos caminando sobre el mar y quería pasarles de largo. Pero ellos viéndole caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, pues todos le habían visto y estaban turbados. Pero él, al instante, les habló, diciéndoles: « ¡Animo!, Soy yo, no temáis. » Subió entonces donde ellos a la barca, y amainó el viento, y quedaron en su interior completamente estupefactos, pues no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada.

20 DISCUSIÓN CON LOS FARISEOS SOBRE LA PUREZA (7,1-23)
La Ley fundamental del pueblo judío es la Torá o Sagrada Escritura. Es un texto escrito, sagrado, intocable. Como todo cuerpo de leyes, necesita interpretación para poder aplicarla a casos concretos. Ésta la hicieron maestros venerables del pasado y se fue transmitiendo oralmente, de boca en boca. La llamaban Tradiciones de los padres. Naturalmente había de todo, correctas y desacertadas y abusivas hasta el punto de anular el texto bíblico que quería interpretar. A éstas últimas se refiere Jesús con sus críticas.

21 CONTRASTE entre la fe del pueblo, interesada y mágica, y la fe embotada de los discípulos (6,53-56):
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron. Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba. Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.

22 La crítica la provoca la crítica de algunos escribas y fariseos porque los discípulos de Jesús no se lavan las manos antes de comer; no se trata de un lavarse por motivos higiénicos sino como signo de pureza religiosa (7,1-5): Se reúnen junto a él los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén. Y al ver que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas, (es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos, y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas). Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: « ¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras? »

23 Jesús comienza criticando el uso abusivo que hacen de la tradición de los padres con un ejemplo concreto sobre el 4º mandamiento (7,6-13): El les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres. » Les decía también: « ¡Qué bien violáis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradición! Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre y: el que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte. Pero vosotros decís: Si uno dice a su padre o a su madre: "Lo que de mí podrías recibir como ayuda lo declaro Korbán (es decir: ofrenda), ya no le dejáis hacer nada por su padre y por su madre, anulando así la Palabra de Dios por vuestra tradición que os habéis transmitido; y hacéis muchas cosas semejantes a éstas. »

24 Ahora Jesús se dirige a todos los asistentes, respondiendo a la crítica del no lavarse las manos: qué es lo que realmente contamina a una persona (7,14-16): Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Quien tenga oídos para oír, que oiga.»

25 Los discípulos no han entendido bien y, en casa, Jesús lo explica con más claridad: no hay ningún tipo de alimento de que la persona deba abstenerse por motivos religiosos (véase sangre, carne de cerdo...); lo que realmente mancha al hombre es lo que sale del corazón (7,17-23). Y cuando, apartándose de la gente, entró en casa, sus discípulos le preguntaban sobre la parábola. El les dijo: « ¿Conque también vosotros estáis sin inteligencia? ¿No comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle, pues no entra en su corazón, sino en el vientre y va a parar al excusado? » - así declaraba puros todos los alimentos - Y decía: « Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre. »

26 LA FE DE UNA EXTRANJERA En contraste con la actitud negativa de escribas fariseos y la poca inteligencia de los discípulos, destaca la fe de una sirofenicia de Tiro (7,24-31): Se fue a la región de Tiro... habiendo oído hablar de él una mujer, cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. Esta mujer era pagana, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. El le decía: « Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos. » Pero ella le respondió: « Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños. » El, entonces, le dijo: « Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija. » Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido.

27 CURACIÓN PROGRESIVA (7,32-37)
Jesús cura de forma progresiva un sordomudo. En este contexto es una imagen del proceso progresivo que se está realizando en los discípulos: poco a poco van comprendiendo y se van capacitando para comprender a Jesús. (El rito del efetá de la liturgia bautismal se inspira en este gesto). Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. El, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá , que quiere decir: « ¡Abrete! » Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos. »

28 SEGUNDA SECCIÓN DEL PAN (8,1-26). Consta de
+ Signo de los panes + Discusión con los fariseos + Travesía e incomprensión de los discípulos + Curación progresiva

29 SIGNO DE LOS PANES (8,1-9) Se trata de una repetición del anterior signo de los panes, que Marcos recoge de una tradición de origen greco-cristiano, en la que se acomodan algunos datos para presentar a Jesús como “Buen Pastor de los gentiles”. Por aquellos días, habiendo de nuevo mucha gente y no teniendo qué comer, llama Jesús a sus discípulos y les dice: « Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos. » Sus discípulos le respondieron: « ¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto? » El les preguntaba: « ¿Cuántos panes tenéis?» Ellos le respondieron: « Siete. »

30 Iglesia de la multiplicación de los panes y los peces
Entonces él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. Fueron unos 4.000; y Jesús los despidió. Iglesia de la multiplicación de los panes y los peces

31 DISCUSIÓN CON LOS FARISEOS (8,10-13)
A los fariseos no les basta el signo que Jesús acaba de realizar y piden un milagro “a la carta”, pretensión que Jesús rechaza. Basta con los signos que ha ofrecido, que tienen fuerza para las personas de buena voluntad. Subió a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanutá. Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará, a esta generación ninguna señal.» Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.

32 TRAVESÍA E INCOMPRENSIÓN DE LOS DISCÍPULOS (8,14-21)
Mc subraya la incomprensión de los discípulos después de tanto tiempo junto a Jesús. Jesús les habla de la levadura de forma alegórica (la de los fariseos: hipocresía; la de Herodes: oportunismo político) y ellos lo entienden materialmente. Se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. El les hacía esta advertencia: « Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes. » Ellos hablaban entre sí que no tenían panes. Dándose cuenta, les dice: « ¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada? ¿Teniendo ojos no véis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los 5.000? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis? » « Doce », le dicen. « Y cuando partí los siete entre los 4.000, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis? » Le dicen: « Siete. » Y continuó: « ¿Aún no entendéis? »

33 CURACIÓN PROGRESIVA DE UN CIEGO (8,22-26)
Signo de la lenta evolución que está teniendo lugar en los discípulos. Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: « ¿Ves algo? » El, alzando la vista, dijo: « Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan. » Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las cosas. Y le envió a su casa, diciéndole: « Ni siquiera entres en el pueblo. »

34 D. CONCLUSIÓN FINAL: CONFESIÓN DE PEDRO (8,27-30)
UNA NUEVA ENCUESTA (8,27-28). Comenzó esta sección con una encuesta que manifestaba los puntos de vista del pueblo; ahora termina con otra que hace ver que el pueblo no ha evolucionado. Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino iba preguntando a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas.

35 POSTURA DE LOS DISCÍPULOS (8,29-30).
Pedro, en nombre de los Doce, reconoce a Jesús como Mesías, es decir, el enviado prometido por Dios, ungido de una manera especial para salvar a Israel. Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo.» Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él.

36 ¿Por qué el mandato de silencio
¿Por qué el mandato de silencio? ¿No está de acuerdo Jesús con la confesión? Está de acuerdo, pero los discípulos no entienden correctamente lo que significa ser Mesías. A continuación, en la 2ª parte de esta obra, Jesús se dedicará a explicar cómo es Mesías.

37 Aquí termina la 1ª parte de esta catequesis, en la que Mc ha desarrollado parte de lo que anunció en el título: Evangelio de Jesús Mesías, Hijo de Dios.

38 Volveremos con el capítulo 6º
© AGPolo Volveremos con el capítulo 6º


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